Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
La última reunión de la Fed fue más dovish. Si bien dejó la tasa de interés sin cambios, anunció que proyecta cuatro recortes para 2024. Esto volvió a presionar a la baja a los rendimientos de los bonos del Tesoro, que alcanzaron mínimos en tres meses. Mientras tanto, los datos muestran que la actividad sigue creciendo y que la inflación baja, aunque muestra resistencia para converger al objetivo de la Fed. Los inversores se olvidaron de la amenaza de una economía que no afloja y festejaron la decisión de Powell. Este optimismo le dio un nuevo impulso a los bonos y acciones que cerraron otra semana alcista, acumulando fuertes ganancias en los últimos dos meses. Se va un año volátil, en el que las acciones fueron las estrellas del mercado y con los bonos recuperando terreno desde noviembre. Las miradas de esta semana estarán en la publicación de los ingresos y gastos de las familias, con el consecuente índice de precios PCE, por lo que no esperamos grandes movimientos en la víspera de las fiestas.
Palomas en la Fed. En su última reunión del año, la Fed decidió mantener las tasas de interés en 5,50% por tercera vez consecutiva, cumpliendo con las expectativas de los analistas. El comunicado tuvo un cambio de tono respecto al que acompañó la decisión de septiembre, destacando que la actividad moderó el dinamismo –después de un muy buen 3Q23– y que la inflación bajó, pero que se mantiene elevada. Como en cada trimestre, la Fed actualizó su tablero de proyecciones, en el que espera que en 2023 el PBI marque una expansión de 2,6% i.a –desde 2,1% i.a. que estimaba en septiembre– y de 1,4% en 2024, en tanto que prevé que la inflación core de este año sea de 3,2% i.a –en septiembre la estimaba en 3,7% i.a.–, de 2,4% en 2024 y que recién en 2026 se ubicaría en el objetivo de 2% i.a. de la Fed. Así, la Fed estima llevar adelante cuatro recortes (de 25 puntos base cada uno) durante el próximo año y en 2025 seguirían otros cuatro recortes más. En la conferencia de prensa que siguió, Powell, quien viene mostrándose entre ambiguo y flexible, expresó un tono notablemente más optimista en comparación con las declaraciones anteriores al señalar que la inflación terminaría 2023 en 2,8% i.a. y que disminuiría aún más a 2,4% para finales de 2024.
La actividad no afloja. El buen dato de empleo de noviembre se confirmó con los buenos indicadores publicados la última semana: las ventas minoristas, las peticiones iniciales de desempleo y el PMI. En cuanto a las ventas minoristas, el dato de noviembre sorprendió a los analistas con un incremento inesperado del 0,3% m/m, desafiando las proyecciones de una leve disminución. Este crecimiento fue impulsado significativamente por el sector de alimentos y bebidas, marcando un sólido comienzo para la temporada de compras navideñas. Incluso al excluir los automóviles, la gasolina, los materiales de construcción y los servicios alimentarios, las ventas minoristas mostraron un aumento del 0,4% m/m. Comparadas con noviembre del año pasado, las ventas tuvieron un alza del 4,1%, superando la tasa de inflación del 3,1%. En cuanto al empleo, las nuevas solicitudes de beneficios por desempleo disminuyeron a 202 mil, siendo este el número más bajo desde principios de octubre y menor a las expectativas del mercado de 220 mil, lo que confirma que el mercado laboral continúa pujante. Al cierre de la semana, se publicó que el PMI compuesto de diciembre marcó 52 pb, el mejor desempeño de los últimos cinco meses, lo que destaca la buena performance de la actividad del sector privado. Con estos indicadores, el Nowcast de la Fed de Atlanta revisó al alza su estimación de crecimiento del 4Q23 a 2,6% t/t, desde el 1,2% t/t de la semana anterior, explicado por la corrección al alza en el gasto personal en servicios y a la inversión fija no residencial.
La resistencia de la inflación. Tras un octubre con variación neutral, el IPC de noviembre subió un 0,1% m/m, ligeramente por encima de las expectativas que apuntaban a un 0%. Este incremento fue impulsado principalmente por los servicios, especialmente en los sectores de vivienda, salud y transporte, que registraron un aumento del 0,5% m/m, mientras que los bienes experimentaron una disminución del 0,3% m/m. Con este resultado, en los últimos doce meses, el IPC subió un 3,1%, en comparación con el 3,2% i.a. en octubre, siendo el menor incremento desde marzo de 2021. Sin embargo, la inflación núcleo, que excluye alimentos y energía, aceleró a un 0,3% m/m –desde un 0,2% m/m en octubre–, manteniéndose en un 4% i.a. Esto interrumpe una racha de siete meses de desaceleración y permanece distante de la meta del 2% establecida por la Fed. En cuanto a los precios al productor (PPI), noviembre mostró una estabilización tras una revisión a la baja de la caída del 0,4% del período anterior, en contraste con las previsiones de un incremento del 0,1% m/m. Excluyendo alimentos y energía, el índice también se mantuvo estable, mientras que el aumento interanual fue del 2%, marcando su nivel más bajo desde enero de 2021.
La amenaza fiscal. Con un nivel de deuda récord y la fragilidad que tiene el gobierno de Biden para que el Congreso le apruebe sistemáticamente un alza en el techo de deuda, la evolución de las cuentas públicas es una preocupación para los inversores, especialmente en un año de elecciones y en un contexto de pagos de intereses crecientes debido al aumento en las tasas de interés y de la deuda. El año fiscal 2023-24 no comenzó de la mejor manera: luego de la mejora registrada en octubre, cuando el déficit fiscal se redujo un 25% i.a., en noviembre las cuentas volvieron a empeorar. Los ingresos subieron un 9% i.a., mientras que el gasto aumentó un 17% i.a., impulsado por un crecimiento del 14% i.a. en el gasto primario y del 52% i.a. en los intereses. De esta manera, entre octubre y noviembre, el déficit fiscal ascendió a USD 380.000 M, un 13% más que en el mismo período de 2022.
Se debilita el dólar y suben los commodities. El dólar extendió su tendencia bajista frente a las principales monedas durante la semana. El US Dollar Index retrocedió un 1,4% –el euro se apreció un 1,3%, la libra esterlina un 1,1% y el yen japonés un significativo 2%–. En el mercado de materias primas, el petróleo registró un leve aumento del 0,3%, poniendo fin a su tendencia descendente del último mes, durante el cual acumuló una pérdida del 6,8%. Por su parte, el oro registró una ganancia del 0,8%, superando los USD 2.000 por onza y alcanzando un incremento del 3% en el mes. La soja también avanzó un 0,3%, llegando a los USD 480 por tonelada. Además, fue una semana favorable para el aluminio y el cobre, con incrementos del 4,7% y 1,7% respectivamente. En contraste, el precio del acero disminuyó un 2%.
Festejan los bonos. Ante la expectativa de un recorte de tasas en el próximo año, el mercado de renta fija tuvo una muy buena performance, ampliando las ganancias que muestra desde noviembre. El UST10Y cerró la semana con una tasa del 3,91% –una baja de 33 pb en la semana–, mientras que el UST2Y retrocedió 28 pb, ubicándose en 4,45%, lo que sigue ampliando la brecha entre los bonos cortos y los largos. Esta tendencia generó un ambiente favorable para la renta fija, que concluyó la semana con un incremento del 1,8% en el índice que agrupa a los bonos del Tesoro y Corporativos de alta calidad. Los bonos Investment Grade lideraron las ganancias con un avance del 2,8%, acumulando un aumento del 7% en el último mes. Asimismo, los bonos de mercados emergentes también se destacaron, con una suba del 2,3% y una ganancia del 6,7% en lo que va del mes. Los bonos del Tesoro de EE. UU. y los bonos high yield avanzaron un 1,8% y un 1,4%, respectivamente.
Otra buena semana para las acciones. Todos los índices de renta variable cerraron la semana con ganancias. El S&P 500 subió un 1,9%, acumulando en lo que va de diciembre una ganancia del 7,3% y del 23% en lo que va de 2023. Característico del rally de los últimos dos meses es que la ganancia fue generalizada entre las acciones y no solo impulsada por las “7 magníficas”. De hecho, en la última semana, el S&P equiponderado marcó un alza del 3,7%, estirando a 11,1% la ganancia en diciembre, prácticamente toda la que tuvo en el año. Entre los sectores, se destacó el de Real Estate, que subió un 5% en la semana y un 15% en el mes, impulsado por la caída de las tasas de interés hipotecario derivada de la baja de los rendimientos de los bonos del Tesoro.
El mundo acompañó. La baja en los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano alivió la presión sobre el resto de la renta fija global, lo que a su vez impulsó a las acciones. El índice de renta variable global subió un 2,3% en la semana, ampliando al 7,7% la ganancia de diciembre. Si se excluye a EE. UU. del índice, el resultado fue de un 2,0% y un 6,9%, respectivamente. Las ganancias fueron generalizadas, incluso en China, que ha sido el gran perdedor de este 2023. La bolsa europea registró un aumento del 1,6% en la semana y del 10,4% en el mes, mientras que la de Latinoamérica se destacó con un alza del 3,4%.
Lo que viene. La semana entrante, la atención principal se enfocará en el Índice de Precios Implícitos (PCE), que es la medida de precios de referencia para la Fed. Se anticipa un modesto incremento del 0,1% m/m en el indicador general y del 0,2% m/m en el índice núcleo para el mes de noviembre, lo que dejaría estos indicadores un 3% y un 3,4% por encima de noviembre del año pasado. Adicionalmente, se prevé que el informe muestre un aumento del 0,3% en el gasto personal y un avance del 0,4% en los ingresos durante el mismo período. También se destaca la publicación de la última estimación del PBI del3Q23 y el sentimiento del consumidor elaborado por la Universidad de Michigan.
Noticias locales: el país hoy.
En la jornada de ayer, el agro liquidó USD 32 M, muy por debajo de los USD 187 M del miércoles. No obstante, el BCRA registró compras netas por USD 236 M en el MULC y así acumuló USD 520 M en las primeras dos ruedas bajo el nuevo esquema cambiario (máximo desde fines de mayo), en línea con los objetivos. En este marco, el stock de reservas internacionales subió en USD 368 M -acumulando en los dos días USD 579 M- hasta los USD 21.499 M. Este incremento diario de reservas, excluyendo días con ingreso de OOII, fue el mayor desde diciembre de 2022.
Luego del gran salto del tipo de cambio el miércoles, el dólar oficial evidenció un incremento de 50 centavos que lo elevó hasta los $800,5, lo que implicó un alza diaria del 2% mensualizado, concordante con el discurso del gobierno. Mientras tanto, los dólares financieros operaron de manera mixta. Dentro de las cotizaciones libres, el MEP con ledes cedió a $1015 (-3%), en tanto que el CCL subió hasta $1035 (+1,1%). De esta manera, sus brechas se ubicaron en 27% y 29%, respectivamente. Dentro de las cotizaciones intervenidas, el MEP con GD30 cayó 3,2% y quedó en $1004 y el CCL se incrementó a $999 (ambos con brecha en torno al 25%). El contrato de diciembre de dólar futuro cerró en $819 -vs $818 el lunes-, lo que mantiene una devaluación implícita de 127% en diciembre. Los contratos de enero, febrero y marzo cerraron en $889 (+8,6%), $965 (+9,1%) y $1.056 (10,8%), respectivamente.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda en alza donde nuevamente se destacaron los bonos ajustables por inflación. Así, los bonos CER se incrementaron un 11%, mientras que las Lecer subieron 0,9%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con un alza del 1,6%. Por su parte, los duales mostraron un alza del 4% y los DLK registraron una ganancia en torno al 2%.
Nuestro índice de bonos soberanos hard-dollar mostró un alza de 2,4%, destacándose con 2,8% los de ley Nueva York, mientras que los ley Argentina subieron 1,9%. Así, ampliaron la ganancia mensual al 10,9% y a 50,1% en lo que va del año. Las paridades avanzaron a 39%, llegando a 40% en los de ley Nueva York. Luego de dos ruedas de baja, el riesgo país tuvo una leve alza llegando a 1.828 (+0,7%).
En el mercado de renta variable, el Merval registró una baja del -1,4% en moneda local y del -2,2% en CCL Galicia, alcanzando un valor de USD 959. Se registraron bajas generalizadas, destacándose Agrometal -7%, Telecom Argentina -6% y Ternium -5.1%. Los sectores más perjudicados fueron Comunicaciones -4,8%, Materiales -3,3% y Consumo discrecional -3%. Los ADR registraron una baja promedio del -1,4%, destacándose Telecom Argentina -3,3% , Central Puerto -5,4% y Edenor -3,3%. Desde el balotaje, el índice Merval acumula un alza del 32% y en lo que va del año registra una ganancia acumulada del 59% medida en dólares CCL.
Noticias globales: el mundo hoy.
Los rendimientos de los bonos del tesoro americano continuaron su tendencia a la baja con una caída de 10pb para la tasa a 10 años que se ubicó en 3,94%, su nivel más bajo desde finales de julio. Esto se da en un contexto donde los mercados tienen certeza de que la FED recortará las tasas el próximo año a pesar de datos recientes que señalan que la economía sigue fuerte. También la tasa a 2 años retrocedió 9pb que alcanzó el 4,39%. Como consecuencia, la renta fija registró un avance del 0,2% con los bonos IG subiendo 0,5%. A su vez, el índice del dólar (DXY) tuvo una ligera caída de 0,8% hasta 102, su nivel más bajo desde agosto, con el euro fortaleciéndose a 1,1. Este contexto de debilidad del dólar volvió a impulsar el precio del oro que subió 0,3% cerrando en USD 2024 la onza.
Respecto a los datos macro, las ventas minoristas tuvieron un incremento del 0,3% m/m -se esperaba una leve contracción- impulsado en buena medida por alimentos y bebidas en un fuerte comienzo de la temporada de compras navideñas. Respecto a noviembre del año pasado, las ventas fueron 4,1% más altas, superando al 3,1% de inflación. Esto refleja que los datos de actividad de EE. UU siguen siendo positivos, mostrando una sensible resiliencia a las altas tasas de interés de la FED. Además, las nuevas solicitudes de beneficios por desempleo cayeron a 202.000 en la semana pasada, siendo el valor más bajo desde inicios de octubre y por debajo de las expectativas del mercado de 220.000. Esto podría agregar margen para que la FED mantenga la tasa por más tiempo en caso de que la inflación siga siendo persistente.
Las acciones terminaron al alza el jueves, extendiendo el repunte impulsado por la FED en la sesión anterior, ya que el Dow Jones agregó 0,4% para cerrar en un nuevo máximo histórico de 37.248, mientras que el S&P sumó 0,3% mientras que el Nasdaq retrocedió 0,1%. El sector de Real Estate (2,8%), Materiales (1,7%) y Energía (2,9%) fueron los sectores con mejor desempeño, mientras que las grandes tecnologías se contrajeron (-0,2%). Entre las acciones, Moderna subió un 9,2% tras el anuncio de mejores tasas de supervivencia en los ensayos para el tratamiento personalizado del cáncer. Rivian saltó un 14% después de que AT&T revelara su acuerdo para comprar vehículos eléctricos para su flota.En cuanto a los commodities, el WTI subió 3% a USD 71,6 por barril impulsados por un dólar más débil y luego de que la Agencia Internacional de Energía (AIE) elevó su pronóstico de demanda de petróleo para el próximo año. Por último, la soja ganó 0,5% hasta los USD 482 la tonelada.
En otras regiones, la economía de Brasil sigue mostrando indicadores mixtos en un contexto de marcada desaceleración de crecimiento del producto (0,1% q/q en el tercer trimestre). Específicamente, las ventas minoristas mostraron una caída de 0,3% m/m (cuando se esperaba un aumento del 0,2%) lo que desaceleró bruscamente la variación i.a. a 0,2% (desde 3,2% previa).
A pesar de algunos indicadores adelantados de estancamiento de la actividad y mejoras en la inflación, las tasas de interés en la Eurozona y Reino Unido se mantuvieron sin cambios (4,5% y 5,25%, respectivamente), con el objetivo de que la inflación siga cediendo (en el primer caso hay mayores avances que en el segundo: 2,4% vs 4,6% i.a.).
Análisis de su valor como inversión y evaluación como oportunidad de compra.
Fundada en 1999 por Marcos Galperin, MELI es una empresa tecnológica con sede en Uruguay y origen argentino. Su negocio principal es la venta de productos a través de su marketplace, integrando soluciones logísticas de Mercado Envíos y la plataforma publicitaria Mercado Ads. Estos segmentos representan el 57% de su facturación. El restante 43% corresponde al negocio Fintech, incluyendo Mercado Crédito y Mercado Pago, con un crecimiento de 10 pp en los últimos dos años. La empresa opera en 18 países de América Latina, con sus principales mercados en Brasil (53%), Argentina (22%) y México (21%).
En 2022, MELI atrajo a 148 millones de usuarios –casi el 22% de la población de la región– para transacciones en su plataforma. El sistema logístico de Mercado Envíos gestionó la entrega de más de 1.100 millones de artículos, demostrando la extensión de su red de distribución y capacidad operativa.
Con la misión de democratizar el acceso al comercio y las finanzas, la empresa se consolidó con una capitalización de mercado de USD 81,9 MM, manteniendo una fuerza laboral de 40.000 empleados. En el último informe del 3Q23, reportó ganancias por acción (EPS) de USD 7,16, superando las expectativas de mercado de USD 5,88. Además, sus ingresos en el mismo periodo alcanzaron los USD 3,760 M, marcando un incremento del 40% i.a., al tiempo que el ingreso operativo aumentó 131% i.a., reflejando una gestión eficiente y una trayectoria ascendente en su rendimiento financiero.
La compañía ha mostrado un rendimiento positivo en términos de rentabilidad, con un margen bruto del 53,1% y un margen EBITDA del 21,8%, superando los promedios de la industria del 43,1% y 12,1%, respectivamente. Con un retorno sobre el patrimonio (ROE) del 14,4%, no solo supera su promedio de cinco años, sino que también demuestra una mejora continua y una ventaja competitiva significativa en su sector.
La sólida actuación de MELI se refleja en su cotización bursátil, alcanzando USD 1.610 y registrando una ganancia del 90% en lo que va del año, con un beta de 1,57. Esta rentabilidad se destaca frente a competidores como Amazon –subió 71%–, eBay –prácticamente sin cambios en el año– o Alibaba –cayó 19%– y se compara favorablemente con los rendimientos de los ETF de Consumo Discrecional y Tecnológicos, del 34% y 50%, respectivamente.
Las proyecciones futuras para MELI son prometedoras, con un cierre esperado del año fiscal 2023 mostrando un EPS de USD 22 y un crecimiento continuo a USD 34 para el año fiscal 2024. Se anticipa que el flujo de caja por acción aumente de USD 45 en el FY2023 a USD 48 en el FY2024, con un incremento en los ingresos de USD 14.283 M a USD 17.391 M. Estas estimaciones refuerzan la expectativa de una evolución positiva y constante en la rentabilidad financiera de MELI.
Aunque las valoraciones de MELI con respecto al promedio de sus competidores muestran un P/E de 82 frente a 58 de la industria y un Precio/Venta (P/S) de 6,19 contra 2,47, comparativamente indica que las acciones de Mercado Libre cotizan a un precio más elevado en relación con sus ganancias y ventas. Sin embargo, su valor intrínseco, considerando el EPS y el crecimiento a largo plazo, sugiere un valor de USD 2.230 la acción, superior al precio actual de mercado, lo que podría indicar que las acciones están infravaloradas y representan una oportunidad atractiva.
Mirando hacia el futuro, MELI enfrenta desafíos significativos, aunque manejables. Uno de los principales es la variabilidad en las proyecciones de crecimiento económico de los países clave en los que opera. Por ejemplo, en Brasil, se espera que el crecimiento del PBI real disminuya del 3,1% en 2023 al 1,5% en 2024. En México, se prevé una reducción del 3,2% al 2,1%, mientras que, en Argentina, el panorama es aún más desafiante, pasando de una contracción del 1,5% a una del 4%. Esta volatilidad económica y los cambiantes escenarios políticos en América Latina requieren una vigilancia constante, ya que pueden influir directamente en el crecimiento de ingresos de Mercado Libre.
Además, la intensificación de la competencia en el comercio electrónico, especialmente la creciente presencia de Amazon en Brasil –un mercado crucial para MercadoLibre–, representa un desafío notable. La capacidad de la empresa para mantener su ventaja competitiva en este entorno dinámico será crucial para su éxito continuo.
En conclusión, MELI se perfila como una inversión atractiva con un sólido potencial de crecimiento. Su destacada posición en el comercio electrónico y el sector fintech, junto con su proyección de mejorar los márgenes de rentabilidad en 2024, fortalece su caso. La eficaz monetización y expansión de servicios como Mercado Pago, sumada a su fuerte presencia en América Latina, respaldan un flujo de caja y márgenes en ascenso. Con un precio objetivo de USD 2.200 para finales de 2024 –vs USD 1.610 actuales– MELI se presenta como una opción atractiva para los inversores, pudiéndose adquirir su CEDEAR bajo el ticker MELI.BA.
Noticias globales: el mundo hoy.
La Fed mantuvo estable la tasa de los fondos federales en 5,25%-5,5% por tercera reunión consecutiva, en línea con las expectativas, pero indicó recortes de 75 pb en 2024. Los responsables de la formulación de políticas dijeron que los indicadores recientes sugieren que el crecimiento económico se ha desacelerado y el aumento del empleo se ha moderado, pero el mercado laboral sigue siendo fuerte mientras que la tasa de desempleo se ha mantenido baja. En cuanto a la inflación, si bien ha disminuido durante el año, continúa siendo elevada.
La Fed también publicó nuevas proyecciones. Se espera que el crecimiento del PBI sea mayor este año (2,6% frente a 2,1% en la proyección de septiembre), pero ligeramente inferior en 2024 (1,4% frente a 1,5%). Además, la inflación PCE se revisó a la baja tanto para 2023 (2,8% frente a 3,3%) como para 2024 (2,4% frente a 2,5%), así como la inflación PCE subyacente, que se prevé en 3,2% en 2023 (frente a 3,7%) y 2,4% (frente a 2,6%) el próximo año. Así, el Dot Plot mostró que la proyección mediana de la tasa de fondos federales para finales de 2024 cayó al 4,6% desde el 5,1% observado en septiembre.
Como consecuencia, el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años cayó 18 pb a 4,03% el miércoles, el nivel más bajo desde principios de agosto, y la tasa a 2 años retrocedió 29 pb para alcanzar los 4,44%, luego de los múltiples recortes de tasa previstos por la Fed para el próximo año. La renta fija registró un avance del 1,5% con los bonos IG subiendo 1,7%. También el índice del dólar (DXY) tuvo una ligera caída de 1% hasta 102,8, su nivel más bajo desde agosto, con el euro fortaleciéndose a 1,09. En contraposición, el precio del oro subió 2,2% a USD 2024 la onza.
Los mercados terminaron al alza el miércoles luego de la decisión de la Fed. El Dow Jones subió 1,5% para cerrar en un nivel récord de 37.090, marcando la quinta suba consecutiva. Mientras tanto, el S&P 500 y el Nasdaq ganaron casi un 1,4% cada uno, niveles no vistos desde enero. Los sectores más beneficiados fueron Real Estate (3,6%), Utilidades (3,8%) y Salud (1,8%). Por su parte, Tecnología tuvo una suba de (0,9%).
Entre las acciones, los gigantes tecnológicos, Apple (1,6%) y Tesla (0,9%), junto a los semiconductores, Nvidia (0,9%) y Broadcom (1,5%) registraron ganancias. También Home Depot subió un 3% ante la posibilidad de una reactivación del mercado inmobiliario. Por el contrario, Pfizer se desplomó un 6,7% debido a unas previsiones más bajas.
Para el resto de los commodities, el WTI subió 1,3% a USD 69,5 dólares por barril recortando la caída de casi el 4% de la sesión anterior que llevó al índice de referencia a su nivel más bajo desde junio. Mientras tanto, los últimos datos de la EIA mostraron que las existencias de petróleo crudo en Estados Unidos cayeron casi 4,3M de barriles en la semana que finalizó el 8 de diciembre, ampliando la fuerte retirada de la semana anterior y superando las expectativas de una disminución de 0,7M. Igualmente, las altas proyecciones de producción de los miembros no pertenecientes a la OPEP+ contrarrestaron los recortes recientemente anunciados por el cartel, presionando al WTI a caer un 24% desde el máximo de este año en septiembre. Por último, la soja cedió 1,2% hasta los USD 480 la tonelada.
Respecto a indicadores macro, los precios al productor en EE. UU. se estabilizaron en noviembre desde octubre, tras una caída revisada a la baja del 0,4% en el período anterior, y en comparación con las previsiones de un aumento del 0,1%. Estos datos sorprendieron a la baja, contrarrestando la sorpresa marginal al alza en el IPC para el período. El dato IPP interanual disminuyó hasta el 0,9%, el nivel más bajo desde junio. Excluyendo alimentos y energía, el llamado IPP básico también se mantuvo estable, mientras que aumentó 2% i.a en noviembre, su nivel más bajo desde enero de 2021.
Además, la tasa de interés para hipotecas de tasa fija a 30 años en los EE. UU. cayó 10 pb al 7,07% en la semana que finalizó el 8 de diciembre, la más baja desde la última semana de julio, según datos de la Asociación de Banqueros Hipotecarios. Esto se da en el marco de la baja desde principios de noviembre, siguiendo la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro, en medio de expectativas de que la campaña de ajuste de la Reserva Federal haya terminado.
En otras regiones, la producción industrial en la zona del euro disminuyó un 0,7% m/m en octubre hasta el nivel más bajo desde 2020, tras una caída revisada del 1% en el período anterior y superando la disminución prevista del 0,3%. La producción de bienes de capital disminuyó un 1,4%, seguida de caídas del 0,6% en la producción de bienes de consumo intermedios y no duraderos. Por el contrario, la producción de energía aumentó un 1,1% después de dos períodos de contracción, mientras que la producción de bienes de consumo duraderos aumentó un 0,2%. En términos anuales, la actividad industrial se contrajo un 6,6% en octubre y extendiendo la actual secuencia de contracción a un octavo mes consecutivo.
En el Reino Unido, el dato de actividad de octubre no fue bueno al marcar una contracción del 0,3% m/m, luego de evidenciar un estancamiento en el tercer trimestre, similar a lo ocurrido en la Unión Europea. La continua suba de tasas de interés por parte del Banco de Inglaterra, que hoy las ubica en un nivel más bajo, ha permitido una marcada desaceleración en la inflación hasta el 4,6% i.a. en octubre (desde 10% a inicios de 2023), pero con un efecto adverso en los indicadores de actividad.
Noticias locales: el país hoy.
Con el objetivo de recuperar la competitividad externa y volver a acumular reservas sostenidamente, el dólar oficial subió a $800, lo que implicó un alza diaria del 118% (desde $367) y casi 365% i.a. Esto implicó un valor de tipo de cambio real cercano al de salida de la convertibilidad.
La devaluación le da un nuevo impulso a la inflación que ya venía marcando una aceleración. Concretamente en noviembre, el IPC Nacional superó las expectativas al marcar un alza de 12,8% m/m (325% anualizada), acumulando en los últimos doce meses un alza de 160%. Peor fue la performance del IPC Core que subió 13,4% m/m y de 170% i.a. Entre los capítulos se destacó el alza en alimentos y bebidas de 15,7% m/m y 184% i.a.De cara a diciembre, la combinación del fin de acuerdos de precios, sumado a nuevos aumentos de precios ya anunciados que rondan el 35% (incluyendo entre ellos los precios de la carne) y la devaluación del tipo de cambio oficial, esperamos que la inflación del mes de diciembre se ubique en torno al 25% i.a. finalizando el año con un alza interanual del 210%.
En el nuevo contexto cambiario, el sector agropecuario aceleró el ingreso de divisas al liquidar USD 187 M (máximo desde septiembre), muy por encima del promedio de noviembre y de los primeros días de diciembre (USD 45 M y USD 20 M, respectivamente). Por su parte, el BCRA registró compras netas por USD 284 M en el MULC (máximos desde fines de julio). En este marco, el stock de reservas internacionales creció USD 211 M hasta los USD 21.131 M. Sin embargo, las reservas acumulan una caída de USD 23.467 M en 2023.
Mientras tanto, los dólares financieros operaron con bajas entre 2% y 3%. Dentro de las cotizaciones libres, el MEP con ledes cedió a $1.032, en tanto que el CCL con ADRs cayó hasta $1.035. De esta manera, sus brechas se comprimieron sensiblemente hasta el 29% (desde 190% el martes). Dentro de las cotizaciones intervenidas, el MEP con GD30 creció en torno al 3% y quedó en $1.037 (brecha de casi 30%) y el CCL se incrementó a $992 (brecha del 24%). El contrato de diciembre de dólar futuro cerró en $818 –vs $754 el lunes–, lo que mantuvo una devaluación implícita de 127%. Los contratos de enero, febrero y marzo cerraron en $878, $965 y $1.056, respectivamente.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda en alza en la que se destacaron los bonos ajustables por inflación. Así, los bonos CER se incrementaron un 12,4%, mientras que las Lecer volvieron a subir 3,8%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una baja del 4%. Por su parte, los duales y DLK registraron una ganancia en torno al 7%.
Nuestro índice de bonos soberanos hard-dollar mostró un alza de 1,8%, destacándose con 2,7% los de ley Argentina, mientras que los de ley Nueva York lo hicieron en 1,4%. Así, ampliaron la ganancia mensual al 8,3% y a 46,6% en lo que va del año. Las paridades avanzaron a 38,1%, llegando a 38,9% en los de ley Nueva York. El riesgo país tuvo otra importante caída de 3,4%, ubicándose en un valor de 1.815.
En el mercado de renta variable, el Merval tuvo una baja del -0.6% en moneda local y del -1% en CCL Galicia, alcanzando un valor de USD 971. Se registraron bajas generalizadas, destacándose Ternium Argentina -7,4%, BYMA -6,5% y Aluar -6,4%. Los sectores que más se perjudicaron fueron Materiales -6%, Comunicación -2,2% y Construcción -0,6%. Los ADR registraron una suba promedio del 2,2%, impulsados por una Fed que mantuvo la tasa de interés estable y con proyecciones de recorte para el 2024. Se destacaron las subas de Despegar 6,7%, Grupo Supervielle 11,2% y BBVA 4,6%. Desde el balotaje, el índice Merval acumula un alza del 34%, y en lo que va del año, registra una ganancia acumulada del 61% medida en dólares CCL.
Noticias locales: el país hoy.
En una nueva jornada atípica con muy pocas operaciones mientras se definía el contenido del comunicado del Ministro Caputo, las reservas internacionales cayeron en USD 97 M cerrando la jornada en USD 20.920 M.
En la última rueda previa al salto cambiario, el dólar oficial subió 50 centavos hasta $366,50, lo que implica un alza de 4,8% mensualizado. Mientras tanto, los dólares financieros operaron con alzas por encima del 4%. Dentro de las cotizaciones libres, el MEP con ledes se elevó a $1062, mientras que el CCL con ADRs subió hasta $1057. De esta manera, sus brechas se sitúan en casi 190%. Dentro de las cotizaciones intervenidas, el MEP con GD30 volvió a crecer en torno a 2% y quedó en $1011 (brecha del 176%) y el CCL se incrementó a $969 (brecha del 165%). Los contratos de futuro de dólar tuvieron un alza promedio de 0,1%. El contrato de diciembre cerró en $754 -vs $753 el lunes-, lo que mantuvo una devaluación implícita de 106%. Los contratos de enero, febrero y marzo cerraron en $886, $998 y $1.095, respectivamente.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda en alza en la que se destacaron los bonos ajustables por tipo de cambio. Los bonos CER se incrementaron un 0,7%, mientras que las Lecer volvieron a caer, esta vez un 1,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una sensible alza de 8,9%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 4,8% mientras que los DLK marcaron un incremento de 7,8%.
Nuestro índice de bonos soberanos hard-dollar mostró un alza de 1,1%, con valores de 1% en los de ley Nueva York y 1,2% en los de ley Argentina. Así, ampliaron la ganancia mensual al 6,4% y a 44% en lo que va del año. Las paridades avanzaron a 37,5%, llegando a 38,4% en los de ley Nueva York. El riesgo país tuvo una interesante caída de casi 3%, ubicándose en un valor de 1.879.
En relación a las acciones, el Merval tuvo un incremento del 3,4% en moneda local y del 2% en CCL Galicia, logrando un valor de USD 991. Los aumentos fueron generalizados, resaltando Agrometal con un 20,9%, Edenor con un 12% y Transportadora Gas del Norte con un 12%. Los sectores más favorecidos incluyeron la Construcción con un 6,4%, la Industria 5,8% y el Consumo Discrecional 4,7%. Los ADR, por su parte, mostraron una suba promedio del 2,2%, con Cresud sobresaliendo con un 8,8%, Edenor 8,9% y Central Puerto 6,6%. Desde el balotaje, el índice Merval acumula un alza del 36%, y en lo que va del año, registra una ganancia acumulada del 64% medida en dólares CCL.
Noticias globales: el mundo hoy.
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Luego de un octubre con variación neutral, los datos de inflación en Estados Unidos de noviembre mostraron un ascenso del 0,1% m/m (se esperaba 0%), impulsado por vivienda, salud y transporte. Así, se mantuvo la desaceleración interanual, que se ubicó en 3,1% (desde 3,7% en sep-23). No obstante, la inflación núcleo aceleró a 0,3% m/m y quedó en 4% i.a., igual que el mes anterior (cortando racha de 7 meses de desaceleración), lejos de la meta de la Fed y cerca de rendimientos de bonos largos del Tesoro.
En otros datos macro, el déficit presupuestario del gobierno de EE. UU. se amplió a USD 314 MM en noviembre, –vs. déficit de USD 249 MM en el mismo mes del año anterior– y superó las expectativas del mercado de un déficit de USD 301 MM. La cifra de noviembre fue un récord para el mes y la más alta desde marzo, impulsada por costos de intereses y otros gastos significativamente mayores.
Las acciones en Wall Street cerraron al alza el martes, con el S&P 500 y el Nasdaq subiendo un 0,4% y un 0,7%, respectivamente, mientras que el Dow Jones subió 0,5%. Tras el dato de inflación, los mercados esperan la decisión de política monetaria de la Fed de hoy para obtener más pistas sobre la trayectoria de las tasas de interés. Los sectores de materiales (0,6%) y financiero (0,7%) estuvieron entre los sectores con mejor desempeño, mientras que la energía (-1,4%) fue el más rezagado, siguiendo la caída de los precios del petróleo.
En el frente corporativo, T-mobile subió por décimo día consecutivo y va camino de acercarse a un máximo histórico, cotizando con un aumento de USD 160. Por el contrario, ExxonMobil perdió alrededor de un 1,5% y Chevron perdió un 1,1%. Oracle se desplomó un 12% después de que los ingresos de la empresa decepcionaran.
En el ámbito de los bonos, el rendimiento del bono del Tesoro de EE. UU. a 10 años disminuyó levemente 3 pb, cerrando en 4,21%, y la tasa a 2 años se mantuvo estable que finalizó en 4,72%. La renta fija registró un avance del 0,3% con los bonos IG subiendo 0,5%.
El índice del dólar (DXY) tuvo una ligera caída de 0,2% hasta 103,8 y el precio del oro descendió a USD 1979 la onza, llegando a su punto más bajo en tres semanas, en una muestra de cautela por parte de los inversores previo a las decisiones de política monetaria de los principales bancos centrales. Para el resto de los commodities, el WTI cayó 4% a USD 68,5 dólares por barril, el nivel más bajo desde el 27 de junio, ya que los inversores seguían preocupados por la abundante oferta y el debilitamiento de la demanda. Por último, la soja cedió 0,9% hasta los USD 486 la tonelada.
En el caso de Brasil, si bien aún en niveles bajos, la inflación viene repuntando desde junio (que mostró deflación), registrando en noviembre un alza de 0,3% m/m (vs oct-23: 0,2%). De este modo, nuevamente mostró una desaceleración interanual llegando a 4,7% (desde 5,2% en septiembre). En este contexto, podría haber espacio para que el Banco de Brasil pueda seguir bajando la tasa que hoy se encuentra en un nivel alto de 12,25%.
Análisis de las medidas anunciadas por el ministro de Economía Caputo
El ancla cambiaria. Salto cambiario, sin unificación. El primer shock es el ajuste del tipo de cambio oficial que de $366,5 que cerró ayer, pasaría a $800, es decir un alza directa de 118%. Este ajuste es mayor al que esperábamos y supera a lo que cotizaban los futuros de diciembre que ayer estaban en $754. De acuerdo al ministro, luego del salto se movería a un ritmo del 2% mensual –nos parece poco probable dado que la inflación compensaría rápidamente el salto cambiario y para junio de 2024 volveríamos a estar en el nivel de tipo de cambio real actual-. El dólar exportador sería de 80/20: 80% al tipo de cambio oficial de $800 y 20% al CCL lo que daría un tipo de cambio implícito de $850. Por el lado de las importaciones, se sube el impuesto País al 17,5% con lo cual se iría a $940 mientras que el dólar tarjeta, ahorro y turista sería de $1.280 dado que se le suman percepciones de ganancias. Pese a que es el ajuste más fuerte desde mayo de 1989, el control de cambios se mantendrá, aunque se habilitan mecanismos para abastecer la demanda de divisas para el pago de deuda comercial a partir de un nuevo instrumento que emitiría el BCRA. Serían 4 bonos – pagaderos en moneda extranjera y que se podrán suscribir en moneda local al tipo de cambio oficial– a diferentes plazos con cupón de 5% anual que podrán ser transferibles a acreedores y quien lo compra no tendrá restricción en el MULC. La clave del éxito de estas medidas será que el BCRA empiece a comprar dólares en el mercado de cambios para recomponer las reservas internacionales que hoy tienen un saldo negativo de USD 11.300 M.
El ancla fiscal. Combinación de presión fiscal y recorte de gastos. Con el objetivo de sanear rápidamente las cuentas públicas, los anuncios de ayer apuntan a lograr el equilibrio financiero en 2024 lo que implica una mejora de más de 5% del PBI. El plan combina una mejora en la recaudación de 2,2% de PBI (suba de impuesto País a 17,5% aporta 0,8% de PBI adicionales, el alza de retenciones al 15% para productos no agrícolas aporta otro 0,5% de PBI mientras que la reversión en el impuesto a las ganancias y un blanqueo y moratoria le darían otro 0,4% y 0,5% de PBI) con un recorte del gasto de 3,2% de PBI (recortes en obra pública, subsidios, salarios, achicamiento de estructuras implican un recorte conjunto de 2,8% del PBI a lo que se suma el efecto de licuación de jubilaciones por otro 0,4% de PBI). Son medidas ambiciosas, no exentas de conflictividad política pues IIGG, blanqueo y aumento de retenciones deberán pasar por el Congreso.
Prudentemente optimistas. Es el primer paso, faltan muchas precisiones y seguramente vendrán más anuncios en esta línea. Es importante el apoyo recibido del FMI, aunque eso no implica que habrá nuevos desembolsos. Creemos que las medidas anunciadas van a tener un buen impacto en los bonos soberanos. El ajuste es mayor al previsto por lo cual esperamos que la recesión haga su trabajo de reducir la demanda de divisas al tiempo que el salto cambiario le dé mayor incentivo a las exportaciones –que tendrían el impacto positivo de una mejor cosecha– lo que permitirá recuperar reservas internacionales. En cuanto a los Pesos, la inflación de los próximos meses tendrá una fuerte disparada –esperamos 20% para diciembre, 30% para enero y 18% para febrero– lo cual será un foco de conflictividad importante.
Desempeño de la renta fija y variable en los mercados internacionales.
Si bien el año 2023 ha sido un periodo de recuperación para la mayoría de los activos, aún estamos por debajo de los máximos alcanzados en los últimos años. La recuperación en la renta fija está avanzando más lentamente de lo esperado, una clase de activo que había generado grandes expectativas entre analistas y economistas al inicio del año, pero que no ha cumplido con las proyecciones iniciales. Esta situación se atribuye principalmente a la persistencia de tasas de interés elevadas. Aunque puede que hayamos alcanzado el punto más alto de estas tasas, todavía se mantienen en niveles significativos. Es importante recordar a nuestros lectores que existe una relación inversa entre los movimientos de las tasas de interés y los precios de los bonos: cuando las tasas de interés aumentan, el valor de los bonos tiende a disminuir, y viceversa.
Luego de un setiembre y octubre complicados, noviembre marcó un punto de inflexión significativo en el mercado financiero. Tanto la renta fija como la variable cerraron en números verdes, una señal alentadora para los inversores. Este repunte, aunque significativo, debe verse en el contexto de las caídas anteriores. A pesar de estos avances, los índices aún reflejan una recuperación parcial respecto a las pérdidas del año pasado.
Como se comentaba al principio, el segmento de renta fija ha sido particularmente afectado por el aumento agresivo de las tasas de interés. Esta medida que llevaron a cabo los bancos centrales para combatir la inflación ha tenido un impacto directo en el valor de prácticamente todos los segmentos de la renta fija, logrando caídas históricamente altas, especialmente en bonos de largo plazo de alta calidad. A raíz de algunos datos económicos publicados recientemente, como por ejemplo una inflación que sigue cediendo y acercándose al objetivo que tiene la Reserva Federal de EE. UU. Y, por otro lado, un mercado laboral que, si bien sigue fuerte, muestra señales de enfriamiento, han arrojado optimismo al mercado, que hoy espera que las tasas altas ya hayan llegado a sus máximos y empezarían a haber recortas a partir del primer y/o segundo trimestre del 2024.
Si bien este optimismo ha contribuido a muy buenos retornos en los distintos segmentos y sectores de la renta fija, como se puede observar en la gráfica, aún estamos muy por debajo del máximo, y quedaría un largo camino por recorrer para volver a los niveles considerados.
Por otro lado, la renta variable presenta un panorama más alentador, con una recuperación promedio superior al 70% de las caídas (si tomamos un promedio de todos los índices utilizados en el gráfico). Sin embargo, esta recuperación no ha sido uniforme. Las acciones de mercados emergentes, especialmente en China, siguen rezagadas, mostrando una recuperación mínima en comparación con otras regiones.
Una observación importante es la del S&P 500, el principal índice de renta variable. Aunque su recuperación ha sido fuerte, está impulsada en gran medida por un grupo selecto de empresas, en particular las grandes tecnológicas. Estas compañías han experimentado aumentos significativos en sus valores, distorsionando en cierta medida la percepción general del mercado.
El panorama financiero de 2023 es uno de recuperación y reajuste. Mientras que la renta fija sigue buscando su equilibrio tras el ajuste de tasas, la renta variable muestra una fortaleza notable, aunque con una distribución desigual de ganancias. La situación de los mercados emergentes y la concentración de la recuperación en unas pocas empresas tecnológicas destacan la importancia de la diversificación y la comprensión de las dinámicas del mercado. En resumen, aunque la dirección es positiva, el camino hacia una recuperación total está lleno de matices y requiere una observación detenida y un análisis cuidadoso.
En promedio, la renta fija viene recuperando un 40% de la caída, mientras la renta variable por encima del 70%.
Por lo tanto, y en términos relativos, consideramos que la renta fija se encuentra con mejores valuaciones que la renta variable, y un potencial de recuperación mayor de la caída. Sumado a la posibilidad de bloquear tasas de interés atractivas lo que hace que el asset class recupere su rol en un portafolio diversificado.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones cerraron al alza este lunes, manteniendo la cautela que marcó el inicio de la semana. Los inversores, expectantes, esperan los datos de inflación de noviembre y las próximas reuniones de los principales bancos centrales. Estos eventos serán decisivos para confirmar si el actual optimismo del mercado, que anticipa posibles recortes de tasas en el año venidero, tiene fundamentos sólidos. El Dow Jones avanzó un 0,4%, y el S&P 500 incrementó un 0,3%, mientras que el Nasdaq se destacó con un alza del 0,8%. Con esto, se alcanza la sexta semana consecutiva de ganancias. Los sectores de Tecnología 0,8%, Consumo no cíclico 0,9% y Financiero 0,6% lideraron las subas. Sin embargo, el sector de Comunicaciones retrocedió un 0,8%.
Dentro de las acciones, Nvidia cedió -1,8%, Google -1,4% y Apple -1,3%. También, Macy's (M) vio un incremento superior al 20% en sus acciones tras recibir una oferta de compra por USD 5,8 MM. Por otro lado, Broadcom aumentó 8% después de que Citi reiniciara la cobertura de la firma de semiconductores con una calificación de compra. El Índice del dólar tuvo un ligero aumento hasta 104,2 el lunes, alcanzando su nivel más alto en tres semanas. El dólar se apreció especialmente frente al yen japonés (JPY), mientras los inversores reducen sus expectativas sobre un aumento de tasas por parte del Banco de Japón tras comentarios de sus funcionarios.
En contraposición, el precio del oro descendió por debajo de los USD 2.000 la onza, llegando a su punto más bajo en tres semanas, en una muestra de cautela por parte de los inversores previo a las decisiones de política monetaria de los principales bancos centrales. Para el resto de los commodities, el WTI avanzó 0,1%, cerrando en USD 71,3 por barril y la soja ganó 2,4% hasta los USD 490 la tonelada. En el ámbito de los bonos, el rendimiento del bono del Tesoro de EE. UU. a 10 años disminuyó levemente 1 pb, cerrando en 4,24%, al igual que la tasa a 2 años que finalizó en 4,72%. La renta fija registró un retroceso del 0,1%.
Respecto a los datos macroeconómicos, las expectativas de inflación al consumidor en EE. UU. para el próximo año, según la Reserva de Nueva York, cayeron al 3,4% en noviembre, marcando el nivel más bajo desde abril de 2021 y en comparación con el 3,6% del mes anterior. Este dato se alinea con los resultados de otras encuestas de consumidores, extendiendo la tendencia actual de desinflación en EE. UU.
Noticias locales: el país hoy.
En una jornada atípica con muy pocas operaciones, el sector agropecuario liquidó USD 4 M, muy por debajo de los USD 18 M promedio de la semana pasada y a la espera de novedades económicas y cambiarias que se conocerían hoy. Continuando con la tendencia de la semana pasada, el BCRA registró ventas netas por USD 62 M en el MULC, acumulando en lo que va del mes ventas netas por USD 593 M. Con esto, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 191 M hasta los USD 21.017 M, mientras que las netas ampliaron el saldo negativo a USD 11.200 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,4% hasta $366. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 3,4% promediando en lo que va de diciembre un alza de 4,7% mensualizado. Mientas tanto, los dólares financieros operaron al alza superando nuevamente la barrera de los $1000. Dentro de las cotizaciones libres, el MEP con ledes se elevó a $1009, mientras que el CCL con ADRs creció 2% hasta $1013. De esta manera, sus brechas se sitúan en torno a 177%. Dentro de las cotizaciones intervenidas, el MEP con GD30 ganó 2,1% y quedó en $994 (brecha del 171%) y el CCL se incrementó a $939 (brecha del 156%). Los contratos de futuro de dólar tuvieron un alza promedio de 2,6%. El contrato de diciembre cerró en $752 -vs $755 del viernes-, lo que implica una devaluación implícita de 106%. Los contrato de enero, febrero y marzo cerraron en $880, $990 y $1.065 respectivamente.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 2,7%, mientras que las Lecer cayeron un 1,3%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con un sensible alza de 4,5%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 1,7% mientras que los DLK marcaron una baja de 0,2%.
Nuestro índice de bonos soberanos hard-dollar mostró una baja de 0,3%, con valores similares tanto en los de ley Nueva York como los de ley Argentina. Así, recortan la ganancia mensual al 5,2% y a 42,4% en lo que va del año. Las paridades se mantienen en el 37%, con máximos prePASO de agosto del 2023. El riesgo país volvió a subir, ubicándose en un valor de 1.935.
En cuanto a las acciones, el índice Merval subió 3,7% en moneda local mientras que en dólares CCL marcó una baja de 2,7% cerrando en USD 968. La jornada se caracterizó por aumentos generalizados en distintas acciones, con Agrometal liderando con un alza del 10,8%, seguido por Transener 9,5% y Edenor 8,6%. En cuanto a sectores, los más beneficiados fueron los Financieros con un incremento del 6,3%, Energía con un 5,4% e Industria con un 2,4%. Por otro lado, los ADR evidenciaron una suba promedio del 0,4%, destacándose Meli con un 2%, Edenor 2,5% y Grupo Supervielle 1,7%. Desde el balotaje, el índice Merval ha acumulado un alza del 33% y, en lo que va del año, registra una ganancia acumulada del 60,6%, medida en dólares CCL.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Fue una semana estable para los mercados financieros globales. Los datos de empleo de noviembre de EE. UU. superaron las expectativas, indicando que la actividad económica sigue fuerte a pesar de la moderación reciente. Aunque la Fed probablemente no subirá la tasa de referencia, estos indicadores han moderado el optimismo de los inversores respecto a un próximo recorte de tasas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro repuntaron tras alcanzar su nivel más bajo en tres meses, aunque permanecieron por debajo de la semana anterior. En este contexto, los bonos detuvieron su rally reciente y las acciones experimentaron un leve repunte. A nivel global, la bolsa de China se destacó negativamente debido a preocupaciones sobre las perspectivas de su deuda, lo que provocó otra caída en las acciones y afectó negativamente a los commodities, especialmente al petróleo. Las miradas de esta semana estarán puestas en la reunión de la Fed, en los datos de inflación y en las ventas minoristas de noviembre, eventos claves que definirán el cierre de este 2023.
El empleo no se mancha. Como señalamos la semana pasada, con la inflación disminuyendo, el enfoque principal de los inversores está en los indicadores de actividad económica. Una desaceleración del PBI podría aliviar la presión sobre los salarios y acelerar la convergencia hacia la inflación objetivo de la Fed, abriendo la posibilidad de un recorte de tasas. El objetivo es lograr un soft-landing, equilibrando la desinflación sin caer en recesión, brindando alivio a la renta fija que ha sufrido su periodo más largo de caídas en los últimos tres años. Tras un fuerte crecimiento en el 3Q23, los primeros indicadores del 4Q23 sugieren una moderación, proyectándose un alza del PBI de 1,2% t/t. Sin embargo, los recientes datos de empleo de noviembre, mejores a lo esperado, generan incertidumbre: se crearon 199 mil empleos no agrícolas –frente a los 155 mil de octubre y los 160 mil estimados–, sumado a 550 mil empleos agrícolas que compensaron el ingreso de 532 mil personas al mercado laboral, resultando en una disminución de la tasa de desocupación del 3,9% al 3,7%, una de las más bajas de la historia. Además, se observó un mayor dinamismo en los salarios, que subieron un 0,4% m/m, acumulando un alza del 4,0% en los últimos doce meses.
Las tasas encontraron piso. Antes de conocerse los datos de empleo, la renta fija estaba beneficiándose de la baja en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que habían caído al nivel más bajo en los últimos 3 meses, con la USDT10Y promediando 4,11% durante la semana. El dato de empleo, junto con el aumento en las expectativas de los consumidores –evidenciado por una mejora significativa en el índice de Confianza de la Universidad de Michigan–, generó dudas sobre las futuras acciones de la Fed. Aunque parece que no habrá nuevos ajustes en las tasas, los inversores moderaron sus expectativas de un recorte de tasas de marzo a mayo. Esto se reflejó en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que aun así cerraron la semana por debajo de la semana anterior: la USD2Y terminó en 4,72% y la USDT10Y en 4,23%. En este entorno, los índices de renta fija detuvieron sus subidas recientes y cerraron la semana casi sin cambios: el índice agregado de bonos del Tesoro y Corporativos de alta calidad subió un 0,1% -con los del Tesoro aumentando un promedio de 0,1% y los Investment Grade un 0,2%- mientras que los de alto rendimiento bajaron un 0,2% y los emergentes cerraron estables.
Moderan las acciones. Aunque el S&P 500 alcanzó un nuevo máximo anual, con un incremento acumulado del 20,4%, perdió ímpetu en la última semana, registrando una modesta ganancia del 0,3%, y sin cambios en el índice equiponderado. Por su parte, el Dow Jones cerró sin variaciones, mientras que el Nasdaq logró una ganancia semanal del 0,8%. El sector de consumo discrecional fue el único destacado, impulsado principalmente por Tesla, con un aumento del 1,3%. En contraste, la mayoría de los otros sectores experimentaron bajas, siendo materiales y comunicaciones los más afectados, con ajustes del 1,7% y 1,5%, respectivamente.
China contamina. En 2023, la bolsa de China se ha diferenciado notablemente del resto del mundo, experimentando un fuerte ajuste. Mientras que el índice de la bolsa global subió un 16%, el índice chino cayó un 16%. Esta tendencia se hizo más evidente en la última semana, donde el índice global cerró sin cambios, mientras que la bolsa asiática cayó un 4,4%. Este resultado se debe en gran parte a la rebaja en la calificación crediticia de Moody’s para China, que pasó de "estable" a "negativa", debido a preocupaciones sobre el crecimiento económico, la sostenibilidad fiscal y la situación del mercado inmobiliario. Este cambio ha reavivado las preocupaciones sobre las perspectivas globales de demanda de commodities, lo que ha impactado negativamente en sus precios. En la última semana, el petróleo cayó un 3,8%, cerrando en USD 71 el barril, mientras que la soja y el cobre bajaron un 1,6% y un 2,3%, respectivamente. El oro rompió su rally al caer un 3,3%, cerrando la semana en USD 2.000 la onza, después de haber alcanzado USD 2.080 a principios de diciembre.
Semana clave. Esta semana se perfila como la más crucial de lo que queda de 2023. Se espera la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE. UU. de noviembre, para el cual se estima que no habrá cambios respecto a octubre, lo que implicaría un aumento anual del 3%, el más bajo desde marzo de 2021. No obstante, para el IPC Core se proyecta un incremento del 0,3% mensual, lo que llevaría la tasa interanual al 4%. Además, se publicará el resultado fiscal de noviembre, un indicador clave para la evolución de los rendimientos de los bonos del Tesoro. También se darán a conocer las ventas minoristas, que ofrecerán una mejor perspectiva del consumo, y el mercado espera que confirmen la baja de octubre. El punto focal de la semana será la reunión de la Fed, donde se decidirá el futuro de la tasa de referencia, actualmente en 5,5%. Se anticipa que no habrá cambios en la tasa, pero será igualmente importante el comunicado que acompañe la decisión y las proyecciones económicas que se presenten.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Se terminó el gobierno de Alberto Fernández, dejando una herencia compleja y desafiante. Sin reservas internacionales, con un atraso cambiario superior al 30%, una brecha cambiaria elevadísima, una inflación que se acelera peligrosamente –agravada por una gran distorsión en los precios relativos–, un déficit fiscal del 5% del PBI y prácticamente sin financiamiento voluntario, y un balance del BCRA con pasivos monetarios remunerados que generan intereses de casi un tercio de la base monetaria por mes. Todo esto en un contexto de pobreza que supera el 40% y una actividad económica sostenida mediante la acumulación de deuda con importadores y el retraso en los ajustes de precios relativos. Comienza la era de Milei, quien, a pesar de haber moderado y centrado su discurso, propone un nuevo modelo económico enfocado en un ajuste fiscal del 5% del PBI y en sanear el balance del BCRA, con una economía menos regulada y una menor intervención estatal. En este marco, los activos locales han tenido un buen desempeño en el último mes, destacándose la recuperación de los bonos soberanos, la caída del riesgo país y el aumento del Merval, mientras que en la curva de pesos sobresalieron los instrumentos ajustables por tipo de cambio y por inflación. Inicia la semana 1 de la era Milei, en la cual se definirá el plan económico, esperándose novedades sobre el mercado cambiario y mayores precisiones sobre el plan fiscal. Las miradas de la semana estarán puestas en la evolución del mercado de cambios y en el dato de inflación de noviembre, que aunque pueda parecer desactualizado, reflejará la aceleración de precios que se intensificará en los primeros meses de gestión. El primer gran desafío de la gestión de Milei será iniciar un proceso de ajuste ordenado y mantener la paz social.
Sin reservas. En la última semana del gobierno saliente, el agro liquidó USD 77 M –un tercio de lo que había realizado la semana previa y la peor semana desde la previa a las elecciones generales– y el BCRA vendió USD 377 M en el mercado de cambios, acumulando en el mes ventas netas por USD 480 M. Esto fue determinante para que las reservas internacionales cayeran USD 220 M en la semana y cerraran con un stock bruto de USD 21.208 M –el nivel más bajo desde enero de 2006 tras el pago de deuda al FMI–, mientras que las reservas netas terminaron con un saldo negativo de USD 11.000 M. El balance de la gestión fue una pérdida de reservas internacionales por USD 22.600 M, explicada principalmente por pagos netos de deuda pública por USD 11.000 M y por intervenciones en el mercado de bonos por USD 7.000 M, mientras que, a base de control de cambios y dos muy buenas cosechas acompañadas de buenos precios internacionales, el BCRA logró comprar USD 5.700 M en el mercado cambiario.
Tipo de cambio real sin piso y brecha cambiaria sin techo. En la última semana, el gobierno incrementó el tipo de cambio oficial en un 0,9% –lo que mensualizado sería un 5%– mientras que los precios están subiendo a un ritmo del 5% semanal. Así, el gobierno de Alberto Fernández dejó un tipo de cambio real multilateral un 30% más bajo del que recibió, siendo este el peor nivel desde fines de 2015. Ante la aceleración inflacionaria y la incertidumbre sobre el plan que aplicará Milei –donde se espera una salida más gradual de la prevista inicialmente–, los dólares financieros experimentaron un importante repunte en la última sesión y cerraron la semana con un alza promedio del 6% –el Contado con Liquidación (CCL) con ADR cerró en casi ARS 1.000–, llevando la brecha cambiaria a un rango del 150% al 170%. Por otro lado, en la semana, los futuros de dólar en ROFEX tuvieron un repunte del 2% en promedio, con el contrato de diciembre cotizando en ARS 755 –frente a los ARS 753 de la semana anterior–, lo que implica un salto del 107% para fin de mes. Los demás contratos indican una devaluación del 16% en enero, del 10% en febrero y del 8% en promedio a partir de entonces.
Repuntaron los bonos y acciones. Los bonos soberanos en moneda extranjera cerraron la semana con un alza del 5%, mostrando un rendimiento similar tanto en los de legislación local como internacional, acumulando desde la sesión previa al balotaje una ganancia del 30%. Esta performance llevó al riesgo país a cerrar levemente por debajo de 1.900 pb –cuando Alberto Fernández asumió el gobierno, se ubicaba en 2.165 pb, pero previo a las PASO de 2019 estaba en 800 pb–. La tendencia positiva también se reflejó en el Merval, que cerró en USD 943 medido en CCL, un 3% por encima de la semana anterior, acumulando desde el balotaje una ganancia del 28% y del 56% en lo que va del año.
Fuerte repunte de los bonos CER. Ante la reciente y fuerte aceleración de la inflación y las expectativas de una salida más gradual del control de cambios de lo inicialmente previsto, los bonos ajustables por inflación experimentaron un fuerte repunte, mientras que los ajustables por tipo de cambio se mantuvieron estables. En detalle, el índice de bonos CER aumentó un 15% en la última semana, acumulando un alza del 39% desde el 17 de noviembre. En el mismo período, los bonos Dollar Linked subieron un 0,9% y un 35%, mientras que los bonos duales incrementaron un 3,9% y un 39%, respectivamente.
Esperando la motosierra y que se apague la maquinita. Si bien aún no hay detalles concretos, se espera que el plan económico comience con un ajuste del tipo de cambio oficial, llevándolo a un rango de entre ARS 650 y ARS 700 –que actualmente es el dólar exportador–, manteniendo el impuesto País y otros tributos relacionados con las importaciones. Aunque el presidente mencionó un plan de shock en su discurso, no se prevé una eliminación abrupta del control de cambios como en 2015, sino más bien un mercado cambiario regulado que irá flexibilizando las restricciones a la demanda. La unificación del tipo de cambio podría demorarse al menos hasta el segundo trimestre, reduciendo la brecha cambiaria a medida que el programa gane credibilidad. En cuanto al plan fiscal, se anticipa un ajuste significativo del gasto, enfocado en subsidios, transferencias a provincias y empresas públicas, y aunque podría recurrirse a decretos, el respaldo del Congreso fortalecería su sustentabilidad. El equilibrio fiscal no será inmediato, por lo que se espera continúe la emisión monetaria por un tiempo. Aunque se estima un aumento en las tasas de interés, con una aceleración de precios prevista entre el 15% y 20% mensual en los próximos tres meses, éstas seguirían siendo negativas en términos reales.
Semana 1. Comienza la presidencia de Milei y todas las miradas se centran en las definiciones de su plan económico. Existe una expectativa y un optimismo en el mercado, aunque con plena conciencia de los riesgos que deberá afrontar el nuevo gobierno. En cuanto a los indicadores económicos, se publicará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) Nacional de noviembre, el cual se espera refleje una aceleración de la inflación, estableciendo así un piso alto para el dato de diciembre, que podría ser el más elevado desde la hiperinflación de 1990.
Recomendaciones posrally de los bonos en pesos.
En octubre del presente año, emitimos un informe proponiendo la inclusión estratégica de bonos en pesos, con el objetivo de capitalizar la disminución en la brecha económica. Argumentamos que estos instrumentos presentaban un potencial significativo, dado que sus precios reflejaban un desdoblamiento estricto o posibles quitas de capital. La ejecución de esta estrategia ha resultado altamente exitosa, especialmente a medida que se disiparon los riesgos de una dolarización forzosa o una hiperinflación para el año 2024.
Desde la publicación de nuestro informe el 9 de octubre, los bonos CER experimentaron un incremento del 56% al dólar CCL, mientras que los bonos Dollar-linked y Duales aumentaron un 46%. Notablemente, superaron el desempeño cercano al 30% del Merval y del GD30 en el ámbito local, así como a los principales instrumentos globales, como el S&P, que obtuvo un aumento del 5% en el mismo período.
Estos rendimientos extraordinarios se atribuyen a la combinación de dos factores principales: la marcada compresión de tasas y la descompresión de los dólares financieros. La compresión de tasas se refleja en la caída significativa de los rendimientos de los bonos en pesos: los bonos CER pasaron de cotizar a inflación +20%* en octubre hasta sus niveles actuales de hasta CER-40%*; en tanto que los dollar-linked y duales pasaron de pagar tasas de devaluación +4%* a tasas de devaluación -60%*. Mientras que la corrección de los dólares financieros implicó una reducción del CCL de sus máximos de USD 1.059 (brecha 203%), aunque sigue en un valor históricamente alto de USD 938 (brecha 158%).
*son Tasas Internas de Retorno (TIR) Anualizadas.
A medida que evaluamos el futuro de esta racha alcista, nos planteamos la pregunta crucial: ¿persistirá este rally o es el momento de asegurar las ganancias? Con perspectivas de una importante reducción en la brecha por el ajuste devaluatorio de los próximos días, sigue habiendo incentivo a posicionarse en activos que capturen este salto devaluatorio (ya sea directamente a través del A3500 o indirectamente a través del CER por el traslado a precios). Sin embargo, como las curvas en pesos ofrecen rendimientos ampliamente negativos para todo 2024 y 2025, gran parte de la convergencia ya está en precios y no hay ningún vehículo capaz de capturarla plenamente.
A esto se suma que esperamos que la brecha persista durante el 2024 y parte del 2025. Sin stock de reservas para imponer un ancla cambiaria y con la inflación partiendo de un nivel de dos dígitos, una unificación inmediata como en 2015 no tiene garantías de éxito y luce como una alternativa muy desafiante para el nuevo gobierno. Por esto, proyectamos un levantamiento secuencial del cepo a medida que ingresen liquidaciones del sector agropecuario: manteniendo la brecha en torno al 80% en el primer trimestre y reduciéndola gradualmente hasta el 35% en el último trimestre de 2024 y el 10% para el primer trimestre del 2025.
Bajo este escenario, solo queda valor en los bonos en pesos con vencimientos posteriores al tercer trimestre (inclusive) de 2024. Esto se debe a la combinación de mayores tasas con una brecha cayendo gradualmente. Reflejamos esto en el siguiente gráfico donde, utilizando nuestras proyecciones, estimamos el rendimiento directo en dólares de los principales bonos del Tesoro para 2024 y 2025. Como puede verse, proyectamos retornos negativos para todos los bonos con vencimiento entre enero y julio, con excepción del TV24. Mientras que se destacan los bonos más largos, particularmente aquellos con vencimiento a principios de 2025: el Boncer T2X5 y el dollar-linked TV25, para los que proyectamos retornos de 34% y 47% en dólares, respectivamente.
Para fines defensivos, es prudente consolidar una porción de estas ganancias extraordinarias reasignando los fondos hacia activos dolarizados. Esto puede realizarse a través de una serie de tipos de activos distintos:
¿Qué hay detrás del reciente aumento en el precio del oro?
El oro, tradicionalmente considerado un activo seguro, tuvo un aumento del 20% desde su mínimo en octubre de 2022, reflejando preocupaciones globales por conflictos geopolíticos y expectativas en torno a la política monetaria. Hasta ahora, en 2023, acumuló un incremento del 11%, cotizando a USD 2.024 la onza. Este aumento ha sido influenciado también por la especulación de una reducción de tasas hacia finales del primer trimestre de 2024. Además, se ha visto reforzado por la caída promedio de 30 pb en los bonos del Tesoro americano en el último mes y un debilitamiento del dólar. Estas dos variables, que muestran una correlación inversa con el oro, han contribuido a fortalecer su valor en el mercado actual.
Aunque el reciente ascenso en el precio del oro puede resultar atípico en comparación con su desempeño histórico, la tendencia alcista del metal se mantiene, en vistas a un entorno macro favorable. La expectativa de que no habrá incrementos en las tasas de interés, junto con un giro hacia una política monetaria más flexible, hace del oro una opción atractiva de inversión. En un contexto de tasas de interés bajando, este metal tiende a aumentar su valor, convirtiéndose en un refugio para inversores que buscan diversificar sus carteras.
En el ámbito de los commodities, el oro se destaca con un rendimiento positivo, desmarcándose de la tendencia decreciente que ha perjudicado a otras materias primas a lo largo del año, incluyendo a las agrícolas y a los energéticos. En consonancia, el sector minero, intrínsecamente ligado al oro, también se benefició de este fortalecimiento.
En particular, el ratio actual entre las mineras y el precio del oro está en mínimos históricos, sugiriendo una posible subvaluación de las empresas mineras frente al reciente alza del precio del metal. Esta diferencia se intensificó más en los últimos años debido a un aumento en la inflación de costos en la industria, con los costos de extracción aumentando de USD 1.000 a USD 1.400 por onza entre 2021 y 2023. A pesar de este aumento de costos, las mineras están mostrando una mejora en sus márgenes de beneficio debido a eficiencias operativas, avances tecnológicos y gestión de recursos más eficiente. Estos avances, combinados con un entorno de bajas tasas de interés y la demanda sostenida del oro, ofrecen una atractiva oportunidad de inversión en el sector.
Para capitalizar el potencial del oro, una buena opción es la cartera Cedears G (Gold), que incluye a tres principales mineras disponibles en el mercado local (Barrick Gold, Harmony Gold, y Newmont Mining Company). Esta cartera ha logrado un rendimiento del 7% en lo que va del año, superando a su benchmark, el ETF GDX (Mineras). Estas empresas, con un margen EBITDA promedio del 45%, esperan un incremento en su rentabilidad para el próximo año, impulsado por una reducción en los costos de extracción. Además, los ratios de 7x EV/EBITDA indican que están correctamente valoradas o incluso subvaloradas en comparación con las medias del sector, especialmente en el caso de Harmony con un 5x EV/EBITDA.
En conclusión, la situación actual, junto con las perspectivas prometedoras para las empresas mineras, respalda el interés en la cartera Cedears G (Gold). La demanda constante de los bancos centrales, una potencial flexibilización de la política monetaria y la preferencia por activos seguros en tiempos de incertidumbre geopolítica, hacen de esta cartera una opción viable para diversificar las inversiones.
Cómo evaluar la compensación adicional que se requiere para asumir el riesgo de invertir en acciones
El Equity Risk Premium (ERP) es un indicador ampliamente utilizado en el mercado financiero para evaluar la compensación adicional que los inversores requieren para asumir el riesgo de invertir en acciones, en lugar de en bonos. Es decir, es una medida del rendimiento en exceso que un inversor obtendría al invertir en acciones, en vez de en bonos. Este cálculo se realiza restando la Earnings Yield esperada de las acciones para los próximos 12 meses a la tasa de rendimiento de un bono del Tesoro americano a 10 años, conocida como la “tasa libre de riesgo”.
En el siguiente gráfico, nos propusimos estudiar el comportamiento de ERP desde el año 2001 en acciones de alta y media capitalización bursátil (representada por el S&P 500) y en acciones de baja capitalización (representadas por el S&P Small Cap 600). Se puede apreciar que, desde 2002, ambas series tienen un comportamiento relativamente similar. Sin embargo, después del impacto de la pandemia, esta relación se rompió, y a continuación presentamos los resultados observados:
Frente a estos resultados, se puede deducir que existe una disparidad entre la valoración del mercado de gran capitalización y el de baja capitalización. La diferencia promedio de ERP es de 0,1%, pero actualmente esa diferencia se amplió a un 3%. Este fenómeno comenzó en la pandemia y se profundizó aún más a lo largo de este año, en donde el S&P 500 subió 21%, mientras que el S&P Small Cap solamente 3%. En este contexto, podemos decir que actualmente encontramos gran valor en el stock-picking en las acciones Small Cap, ya que sufrieron considerablemente el año anterior, y siguen castigadas en su mayoría.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el sector agropecuario liquidó USD 20 M. Mientras, el BCRA registró ventas netas por USD 149 M en el MULC. En lo que va de diciembre, la autoridad monetaria adiciona ventas por USD 397 M; en tanto, en 2023, acumula ventas por USD 1.986 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 175 M hasta los USD 21.168 M. Con esta información, las reservas acumulan una caída de USD 23.430 M en 2023.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,2% hasta $363,7. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 5,1%, que se aceleró contra el ritmo de 4,9% del martes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación corrió a una TEM de 4,5%, mientras que en lo que va de diciembre corrió a TEM del 4,5%.
Los dólares financieros operaron a la baja. Dentro de las cotizaciones libres, el MEP con ledes se mantuvo en $937, mientras que el CCL con ADRs disminuyó un 1,1% hasta $937. De esta manera, sus brechas se sitúan en 158% y 158%, respectivamente. Dentro de las cotizaciones intervenidas, el MEP con AL30 perdió un 4,3% y quedó en $906 (brecha del 149%) y el CCL se mantuvo en $939 (brecha del 158%).
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar subieron un 4,2%. Las mayores subas se registraron en los contratos de junio (+5,3%), abril (+4,9%) y julio (+4,9%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 112% hasta diciembre, en el 140% hasta enero y en el 237% hasta mayo. Se operaron 259.000 contratos, lo que significa un acumulado semanal de 3.258.000. El interés abierto se incrementó en USD 18 M hasta un stock de USD 1.239 M; lo que significa un decrecimiento mensual del 53,6% y un decrecimiento anual del 57,5%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 4,1%, mientras que las Lecer ganaron un 3,6%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en un 1,2%. Por su parte, los duales registraron una ganancia del 1% y los DLK marcaron una caída del 0,4%.
Nuestro índice de bonos soberanos en hard-dollar ganó 3,2%, explicado por una suba de 2,7% en los de ley Nueva York y una suba de 4% en los de ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 5,8% en lo que va del mes y de 43,2% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 37% y volvieron a sus máximos prePASO de agosto del 2023. Para volver a ver estas paridades hay que remontarse a diciembre del 2021. El riesgo país perforó la barrera de los 1900 pb al disminuir 54 pb hasta 1896 pb.
En el mercado de renta variable, que subió en 5 de las últimas 6 ruedas, se registró una ganancia del 1% en moneda local y una baja del -0,6% en CCL Galicia, alcanzando un valor de USD 928. Se observaron aumentos generalizados, destacándose Holcim con un 7,6%, Ternium con un 6,7% y Transportadora Gas del Norte con un 6,5%. Los sectores más beneficiados fueron industria y materiales con un 5,1%, y utilidades con un 2,4%. Los ADR registraron una baja promedio del -0,8%, con caídas notables en IRSA del -4%, YPF del -6,6% y BBVA del -2,9%. Por el contrario, Cresud y Despegar tuvieron aumentos del 5,7% y 4% respectivamente. Tras el balotaje, el índice acumula un alza del 28,1% y un sólido 53% en lo que va del año, medido en USD CCL.
Noticias globales: el mundo hoy.
El WTI registró una caída del 4% a USD 69,4 por barril, alcanzando el nivel más bajo desde principios de julio, debido a preocupaciones sobre la demanda y un aumento en la oferta. Según datos de la Administración de Información de Energía, los inventarios de gasolina en EE. UU. aumentaron en 5,4 M de barriles en la semana que terminó el 1° de diciembre, marcando el mayor incremento en nueve semanas y superando ampliamente las previsiones de 1 M. Además, la perspectiva de calificación de China fue rebajada a negativa por Moody's, lo cual también influenció los precios.
A esto se le suma que las exportaciones de crudo de EE. UU. estuvieron cerca de un récord de 6M de barriles por día en octubre, con flujos constantes hacia Europa y Asia. Por otro lado, la OPEP+ anunció recortes adicionales de 2,2 M de bpd la semana pasada, de los cuales más de 1,3 M fueron extensiones de reducciones voluntarias por parte de Arabia Saudita y Rusia.
En el mercado laboral, el informe de la compañía ADP reveló que las empresas privadas en EE. UU. contrataron a 103.000 trabajadores en noviembre, por debajo de los 106.000 revisados a la baja en octubre y las expectativas de 130.000. Estos datos apuntan a un enfriamiento del mercado laboral, con una creación de empleo menor a la esperada y costos laborales inferiores a lo previsto en el tercer trimestre. Estas cifras fortalecen la hipótesis de que la Reserva Federal podría concluir su campaña de ajuste y considerar recortes de tipos en el próximo año.
La balanza comercial de EE. UU. se amplió ligeramente a USD 64,3 M en octubre, la cifra más alta en tres meses, frente a una revisión a la baja de USD 61,2 M en septiembre y previsiones de USD 64,2 M. El déficit de bienes se incrementó a USD 89,8 M, mientras que el superávit de servicios subió a USD 25,5 M. Las exportaciones totales disminuyeron un 1% y las importaciones crecieron un 0,2%.
En el sector inmobiliario, las solicitudes de hipotecas en EE. UU. aumentaron un 2,8% en la semana que terminó el 1° de diciembre, alcanzando su nivel más alto en diez semanas. Las solicitudes de refinanciación de viviendas aumentaron un 13,9%, mientras que las solicitudes de compra de viviendas nuevas cayeron un 0,3%. La tasa promedio para una hipoteca fija a 30 años descendió al 7,17%.
Las acciones en Estados Unidos cerraron en baja el miércoles, con el Dow Jones perdiendo un 0,2%, el S&P 500 un 0,4% y el Nasdaq un 0,6%. Los sectores de energía (-1,7%) y tecnología (-0,8%) obtuvieron los peores resultados, mientras que utilidades (1,3%) e industria (0,4%) mostraron mejores desempeños. A nivel corporativo, Exxon Mobil y Marathon Petroleum cayeron un 1,3% y un 3,8%, respectivamente. Nvidia disminuyó un 2,3%, en medio de restricciones a la exportación de sus nuevos chips para China. Apple, Microsoft y Amazon registraron caídas, mientras que Tesla subió un 0,3%.
El rendimiento del bono del Tesoro de EE. UU. a 10 años cayó 6 pb a 4,11%, mientras que la tasa a 2 años ganó 2 pb para cerrar en 4,56%. La renta fija tuvo una ganancia del 0,3% en la jornada. El dólar (DXY) subió un 0,1% a 104,2 y el oro aumentó un 0,2% en su valor, llegando a USD 2.024 por onza.
En otras regiones, los pedidos a las fábricas en Alemania disminuyeron un 3,7% m/m en octubre, tras un aumento revisado al alza del 0,7% en septiembre, y en comparación con las previsiones de un aumento del 0,2%, en una señal de que el sector industrial sigue siendo frágil. El mayor lastre provino de los pedidos de maquinaria y equipos (-13,5%), seguidos de los productos elaborados de metal. Por el contrario, los nuevos pedidos de equipos de transporte aumentaron un 20,2%, impulsados por los pedidos a gran escala.