Noticias locales: el país hoy.
Tras tres ruedas consecutivas de subas, los activos locales retrocedieron. El Merval fue el más golpeado, seguido de los bonos soberanos en dólares. Por el lado de los pesos también se registraron caídas en las curvas, con mayor impacto en los bonos CER. El tipo de cambio volvió a caer en una rueda con fuerte liquidación del agro. La buena noticia la aportaron las reservas del BCRA, que subieron de la mano de las compras del Tesoro.
La renta fija en pesos tuvo una rueda negativa, siendo los duales los más castigados con caídas del 2,3%. Los bonos CER también retrocedieron 2,3%, al tiempo que la curva a tasa fija bajó 0,8% y los rendimientos tendieron al alza: la Lecap a 30 días subió 5 pb hasta 35% TNA. Mientras tanto, la caución a 1 día cerró en 23% TNA, la repo en 30,7% TNA y los bonos dollar-linked cayeron en el margen.
La deuda en dólares corrigió tras tres ruedas consecutivas al alza y cerró con pérdidas del 3,9%, en una rueda también desfavorable para la deuda emergente comparable. El tramo largo impulsó las caídas al retroceder 4,6%, mientras que el tramo corto cedió 2,6%. Así, el riesgo país se ubicó en la zona de 977 pb, subiendo 77 pb respecto al cierre anterior, mientras que los BOPREAL cayeron 0,2%.
El tipo de cambio oficial registró otra caída de 1,4%, revirtiendo toda la suba acumulada en septiembre al cerrar en $1.325,08, en una rueda marcada por liquidaciones récord del agro por USD 1.050 M (en los últimos tres días sumaron USD 1.874 M). Los dólares financieros también mostraron caídas del 0,7% en el MEP y una suba de 0,9% en el CCL, cerrando en $1.369,96 y $1.400,1, respectivamente. En tanto, las reservas brutas subieron USD 317 M y cerraron en USD 39.349 M.
Los futuros tuvieron un fuerte rebote y avanzaron 3,63%, liderados por los contratos más largos. El volumen operado subió en USD 416 M, con la mayor suba en el contrato de noviembre. De esta manera, la tasa a octubre cerró en 80% TNA, con una pendiente negativa que se extiende hasta 42% en agosto de 2026.
Luego de tres ruedas consecutivas de subas, el Merval retrocedió 4,0% en pesos, mientras que en dólares cayó 4,9%. Con esto, cerró en un nivel de USD 1.262, acumulando una baja de 41% en el año. Los bancos, consumo básico y la industria fueron los sectores más golpeados, con Holcim, COME y TGN cayendo entre 10% y 11%. En tanto, las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York perdieron 3,9%, lideradas por BBVA, Bioceres y Supervielle, que retrocedieron en torno a 8%.
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado mostró ajustes tras datos económicos sólidos en EE. UU., con acciones en baja, tasas de bonos en alza y un dólar recuperando terreno. La revisión al alza de la segunda estimación del PBI del 2Q25, el incremento en los pedidos de bienes durables y la caída en las solicitudes iniciales de desempleo alejaron los temores de debilidad en el crecimiento y reforzaron las dudas sobre la dinámica de la inflación, con una Fed que bajó la tasa de referencia. En commodities, el petróleo se mantiene estable pese a las restricciones de oferta y los riesgos geopolíticos.
Las acciones tuvieron una tercera rueda consecutiva de caídas, con el Nasdaq retrocediendo 0,87%, el S&P 500 un 0,75% y el Dow Jones un 0,47%. El sector tecnológico siguió bajo fuerte presión, al igual que comunicación y consumo discrecional, mientras que energía fue el de mejor desempeño. Tesla cayó 4,5% tras reportar débiles ventas en agosto, Oracle se desplomó más de 4,8% y tanto Alphabet (-1,1%) como AMD (-0,6%) también registraron bajas.
Tras los sólidos datos económicos, la tasa de interés de los bonos del Tesoro volvió a operar en alza. La UST2Y subió 6 pb hasta 3,66%, al tiempo que la UST10Y avanzó 3 pb hasta 4,18%. En este marco, el índice de bonos del Tesoro bajó 0,2%, arrastrando a los Investment Grade, High Yield y bonos de mercados emergentes, que retrocedieron 0,3%.
El dólar recuperó terreno a nivel global, con un US Dollar Index que subió 0,7% y cerró en 98,51. Este movimiento respondió a la caída de 0,7% del euro, 0,9% de la libra y al alza de 0,6% del dólar frente al yen. En Brasil, ganó 0,6% ante el real hasta USDBRL 5,36. En tanto, el oro se mantuvo estable en USD 3.737 la onza.
En commodities, el WTI cerró estable en USD 65 por barril, tras un rally que lo había llevado a máximos de tres semanas. Esto ocurrió en un contexto de inventarios más bajos en EE. UU. y riesgos geopolíticos –ataques ucranianos, suspensión de exportaciones kurdas y tensiones con Rusia– que continúan restringiendo la oferta.
En paralelo, la economía de EE. UU. creció 3,8% t/t anualizado en el 2Q25, por encima del 3,3% previo y marcando la mayor expansión desde el 3Q23. El impulso provino de un consumo más sólido (+2,5%), con revisiones al alza en servicios y bienes, junto con mayor inversión fija (+4,4%), especialmente en equipamiento (+8,5%) y propiedad intelectual (+15%). El gasto público disminuyó levemente, mientras que la inversión residencial continuó en baja (-5,1%). Por el lado negativo, las exportaciones netas aportaron menos debido a caídas en exportaciones e importaciones, en tanto que el arrastre de inventarios fue más pronunciado.
Los pedidos de bienes durables en EE. UU. crecieron 2,9% en agosto, primer aumento en tres meses y muy por encima de lo esperado. El avance se debió a equipos de transporte –en particular aeronaves de defensa y de uso civil–, además de subas en maquinaria y equipos de comunicación. El indicador clave de inversión empresarial también mostró solidez (+0,6%), aunque parte del incremento respondería a mayores precios por efecto de aranceles.
En cuanto al mercado laboral, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo bajaron en 14.000 frente a la semana anterior, hasta 218.000 en la tercera semana de septiembre, muy por debajo de las 235.000 esperadas y marcando el nivel más bajo en dos meses.
Las ventas de viviendas existentes en EE. UU. en agosto se mantuvieron estables en torno a 4 millones de unidades anualizadas, levemente por encima del consenso, al tiempo que cayeron los inventarios y los precios medios subieron 2% i.a. La escasez de viviendas accesibles sigue limitando las transacciones, aunque los mercados de mayor valor se benefician de la riqueza inmobiliaria y bursátil récord.
¿Qué variables macro avanzan de manera positiva y cuáles se encuentran bajo tensión?
✅D A T O P O S I T I V O D E L A S E M A N A
El apoyo del Tesoro de Estados Unidos, a través de su secretario Scott Bessent, marcó un giro en las expectativas del mercado. Hasta entonces, los activos argentinos venían castigados por el mal desempeño del oficialismo en las elecciones de PBA, lo que había llevado al riesgo país a máximos del año, en la zona de los 1.450 pb. La señal de respaldo externo redujo la incertidumbre en torno a la capacidad de pago de la deuda en dólares y reforzó la expectativa de mayor estabilidad cambiaria, impulsando una compresión del EMBI (Emerging Markets Bonds Index) desde 1.456 pb hasta los 956 pb.
⚠️A M O N I T O R E A R
El Merval registró una suba de 14% en dólares CCL desde el lunes posterior a los anuncios del Tesoro de EE. UU. Si bien se trata de una suba considerable, al compararlo con el GD30, que avanzó un 30%, las acciones lucen aún un tanto rezagadas. El Merval registra una caída de 41% en el año, mientras que el GD30 muestra una leve suba de 1%.
🚨R I E S G O
La actividad económica retrocedió por tercer mes consecutivo y quedó en el mismo nivel que en noviembre de 2024. Concretamente, en julio el EMAE cayó 0,1% m/m y quedó 1,3% por debajo del pico de febrero. Con esto, ya son seis meses consecutivos de contracción económica, por lo que la actividad entró en una fase recesiva. Sin embargo, comparado con un año atrás, mostró un alza de 2,9% y en los siete meses del año creció 5,6%. Considerando que esperamos un pobre desempeño en los próximos meses, en 2025 el PBI marcaría una expansión del 3,5% i.a.
The support from the U.S. and the reduction of export duties boost the market and lower country risk
Argentina’s financial landscape reached aninflection point in recent days. Prior to the external support announcements,uncertainty following the Buenos Aires Province elections had effectively endedthe “electoral trade,” delivering heavy losses to local assets. Between theMonday after the vote and Friday, September 19, sovereign bonds in dollarsdropped on average 22%, driving country risk to 1,456 bps, the highest sinceSeptember 2024. The Merval plunged 24.6% in dollar terms, while the official exchangerate rose 8% and tested the upper bound of the FX band. Mounting pressureforced the BCRA to sell USD 1.11 billion to defend the band ceiling, as pesoyields spiked—October Lecap jumped from 70% effective annual rate (EAR) to 87%EAR. The market began to price a tighter external constraint, combined with thegovernment’s diminished ability to advance reforms in Congress, prompting asharp dollarization of portfolios.
The market’s tone shifted abruptly afterpolitical and economic signals from Washington. U.S. Treasury Secretary ScottBessent stressed Argentina’s role as a strategic ally and highlighted progresson fiscal consolidation and price liberalization, announcing a support packageincluding:
• Willingness to buy sovereign bonds in dollarsin primary or secondary markets.
• Negotiation of a USD 20 billion swap with theBCRA.
• Potential credit line via the ESF.
• Coordination to normalize tax incentives forthe export sector and facilitate private investment, subject to the Octoberelection outcome.
These measures were reinforced by commitmentsfrom multilaterals: the World Bank would front-load disbursements of USD 4billion, while the IDB would expand and accelerate operations in the country.In parallel, the government temporarily suspended agricultural export duties tospeed up FX inflows.
The market reaction was immediate and positive.Between Monday and Wednesday, sovereign bonds in dollars rebounded 29% and theMerval in dollars surged 23%. In pesos, the October Lecap EAR dropped from 87%to 54%, while exchange rates fell—down 8% for financial rates and 11% for theofficial—narrowing the gap from 5.5% to 2.6%.
This sequence redefined pre-election risk.Before the announcements, FX pressure was intensifying as market accessappeared increasingly remote and the economic program looked fragile. Concernsover debt sustainability were mounting, with the Central Bank forced to selldollars at the band ceiling instead of accumulating reserves. With U.S.support, part of the financing gap would now be covered through the financialaccount, easing immediate tensions and allowing the government to face theelections with greater calm. Political risk remains, but the market is nolonger as exposed: external backing strengthens near-term conditions and lowersthe likelihood of disruptive episodes before the vote.
Against this backdrop, sovereign bonds stillshow upside into October. Greater predictability around payments is improvingsentiment and creating room for further spread compression. Under scenarioweighting, we assign high probability to country risk converging toward the675-bps range—levels similar to those seen after the Buenos Aires Cityelections—thus enabling additional yield compression. Unlike that episode,today’s political front is weaker, with the ruling coalition constrained by thePBA setback and tensions in Congress. Economically, however, the backdrop looksmore consistent: despite weaker activity, a higher real exchange rate hasimproved external balances, while international backing provides an additionalfunding source that strengthens the framework.
Dollar-denominated strategies
Within this new setup, Bonar bonds—whichunderperformed ARGENT bonds during the correction—offer greater recoverypotential. At the same time, Bopreal instruments also stand out, with room foradditional spread tightening. Among sovereign debt, we highlight Bonar AL35(14.1% YTM) and AL41 (13.7% YTM), which combine higher liquidity with superiorreturn potential should country risk compress toward 675 bps, implyingpotential gains of 11.6% and 10.4%, respectively. We also emphasize BoprealSeries 4 (17% YTM), which, despite low liquidity, offers higher yields thanAL29 and AL30, with estimated upside of 10.8%, in addition to the tax benefitof applying it toward payment of fiscal obligations.
ARS-denominated strategies
Even with the recent improvement in marketexpectations, FX dynamics remain vulnerable. Looking ahead to the post-electionperiod, the Central Bank will need to rebuild reserves through FX purchases, aprocess that will add pressure on the exchange rate and make it difficult tosustain a band-based regime over the medium term.
In the short term, conditions look morefavorable. Lower FX pressure allowed the BCRA to intervene in the repo marketon BYMA, cutting the rate from 35% to 25% NAR, supported by improvedexpectations and higher agricultural FX inflows expected in the coming days.This rate cut is boosting demand for Treasury instruments while easing strainson activity, at the same time reducing the appeal of local-currency carrytrade.
Within ARS-denominated strategies, we favorpositioning in dollar-linked instruments, particularly the TZVD5 (3.5% EAR),which embeds an implied devaluation of 8.4% (equivalent to 3% m/m) towardDecember of this year. In addition, hedging through January dollar futurescontracts emerges as an attractive alternative: market pricing reflects anexchange rate at the band ceiling with a relatively low hedging cost (38.9%NAR) compared to the yield of a Lecap of the same maturity (45.9% NAR),enabling synthetic dollar-linked strategies.
For the rest of the peso universe, we prefer tostay at the short end of the curve and favor CER-linked bonds over fixed-rateinstruments. In particular, we highlight the TZXD5 (23.5% YTM), which impliesaverage monthly inflation of 1.6% between September and October, a level thatlooks relatively low compared with our projections.
Noticias globales: el mundo hoy.
El miércoles el mercado operó con cautela: la renta variable retrocedió ante dudas sobre la sostenibilidad del rally tecnológico, las tasas de los bonos subieron y el dólar se fortaleció. En commodities, el petróleo y el cobre se mantuvieron al alza por tensiones geopolíticas y restricciones de oferta.
Las acciones borraron las ganancias iniciales y cerraron a la baja, extendiendo el retroceso de la rueda del martes en medio de nuevas presiones sobre el sector tecnológico, mientras el mercado evaluaba las perspectivas de retorno de las grandes inversiones en inteligencia artificial. Los tres principales índices cayeron entre 0,3% y 0,4%. Las compañías vinculadas a IA, tanto de hardware como de software, registraron bajas relevantes: Nvidia -0,75%, Oracle -2,78% y Palantir -2,11%. Esto ocurrió pese a que Alibaba anunció que elevará su inversión en IA por encima de los USD 50.000 M inicialmente comprometidos, lo que impulsó sus acciones 9%. En tanto, Micron cayó 2,53% a pesar de presentar resultados mejores a lo esperado.
Las tasas de los bonos del Tesoro subieron en el margen: la UST2Y y la UST10Y avanzaron 3 pb, hasta 3,60% y 4,15%, respectivamente. El mercado descuenta con 94% de probabilidad un recorte de 25 pb en octubre y asigna 75% de probabilidad a un recorte adicional en diciembre. Además, se esperan dos recortes más en 2026. Con estas variaciones, todos los segmentos de renta fija retrocedieron, liderados por Investment Grade (-0,4%), seguidos por bonos del Tesoro (-0,2%), mientras que High Yield y bonos de mercados emergentes cayeron -0,1%.
El dólar avanzó globalmente como consecuencia de la suba de tasas. El US Dollar Index ganó 0,6% gracias a la caída del euro (-0,7%) y de la libra (-0,6%), junto con un fortalecimiento del dólar frente al yen (+0,8%). En Brasil, el dólar también subió 0,8%, cerrando en USDBRL 5,33. El oro, en cambio, corrigió -1,2% desde sus máximos y cerró en USD 3.718 la onza.
El petróleo WTI subió 2,3% hasta USD 64,8 por barril, impulsado por la caída inesperada de inventarios en EE. UU. y tensiones geopolíticas. Se estancaron las negociaciones para reanudar exportaciones desde el Kurdistán iraquí, mientras la OTAN y los ataques ucranianos siguen presionando a Rusia. Además, Chevron anunció que limitará sus envíos de crudo venezolano a EE. UU., reforzando la tendencia alcista.
Los futuros del cobre escalaron más de 4% hasta USD 4,77 por libra, su nivel más alto en dos meses, tras un accidente en la mina Grasberg de Freeport-McMoRan en Indonesia que obligó a declarar fuerza mayor y afectó la producción de cobre y oro. La interrupción, junto con protestas que frenaron operaciones en Perú, resalta la vulnerabilidad del mercado a choques de oferta y podría presionar aún más al alza los precios y la industria de fundición si las disrupciones persisten.
Noticias locales: el país hoy.
El miércoles, tras conocerse los detalles del apoyo que brindará el Tesoro de EE. UU. a Argentina, los activos locales registraron una fuerte suba por tercera rueda consecutiva. El riesgo país volvió a caer, las acciones avanzaron y las curvas en pesos mostraron una mejora sustancial, resultando en menores tasas de interés. En cuanto al dólar, se observaron bajas tanto en el oficial como en los financieros.
Por la mañana de ayer, el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, reveló los detalles del paquete de ayuda que el país brindará a Argentina tras las elecciones de octubre. El plan incluye la disposición a comprar bonos soberanos en dólares en el mercado primario o secundario, la negociación de un swap por USD 20.000 M con el BCRA, la posibilidad de otorgar una línea de crédito a través del Exchange Stabilization Fund (ESF) y la coordinación para normalizar incentivos impositivos al sector exportador y facilitar la inversión privada, sujeto al resultado electoral de octubre.
En este contexto, la deuda soberana en dólares prolongó el rally iniciado el lunes y acumuló una ganancia del 5,1%, recuperando prácticamente toda la caída registrada tras el resultado de los comicios en la PBA. La recuperación de los bonos llevó al riesgo país a perforar nuevamente la zona de 1.000 pb y ubicarse en 900 pb, mientras que los BOPREAL subieron un 0,2%.
La participación del BCRA en la rueda de simultáneas en ByMA, bajando la tasa del 35% al 25% TNA, impulsó la demanda por instrumentos del Tesoro. Los bonos CER registraron el mayor avance, con alzas del 3,1%. En tanto, las Lecaps aumentaron un 1,8% y los rendimientos comprimieron al 34% TNA en el tramo corto y 41,4% TNA en el tramo largo, mientras que la caución a un día cayó al 25% TNA (desde 33% TNA promedio). Los duales ganaron un 1,7%, al tiempo que los dollar-linked quedaron más rezagados, con una suba del 1%.
El tipo de cambio oficial registró otra caída del 0,8%, cerrando en $1.343,33, en una rueda con liquidaciones del agro por USD 534 M. A pesar de las bajas de las últimas dos ruedas, acumula un alza del 1,5% en el mes. Los dólares financieros también retrocedieron: el MEP bajó un 1,3% y el CCL un 1,4%, cerrando en $1.379,08 y $1.387,81, respectivamente, en tanto que la brecha se redujo en el margen al 3%. Al mismo tiempo, las reservas brutas disminuyeron USD 144 M hasta USD 39.032 M.
En el mercado de futuros se registró una nueva baja del 0,92%, impulsada por los contratos más cortos. El volumen operado aumentó con fuerza en USD 402 M, traccionado por los contratos de mayo 2026 y septiembre 2025. La TNA del contrato de septiembre cerró en terreno negativo, mientras que en noviembre marcó un pico de 42%, desde donde cae al 32% para 2026.
El Merval avanzó por tercera rueda consecutiva un 1,8% en pesos y un 3,2% en dólares CCL. De esta manera, alcanzó un nivel de USD 1.319, aún un 10% por debajo del nivel previo a las elecciones de PBA. Con esto, la variación anual del Merval es de -38,5%. Las mayores subas se registraron en los sectores de industria, comunicación y utilities. En dólares, se destacaron Transener (13,0%), CEPU (8,4%) y Holcim (6,5%). En cuanto a las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York mostraron una ganancia promedio del 1,8%, lideradas por Galicia (4,0%), IRSA (3,5%) y Supervielle (3,0%).
La Secretaría de Finanzas anunció las condiciones de la licitación que se realizará este viernes, con liquidación prevista para el próximo martes 30, en la que deberá afrontar vencimientos por $5,6 billones. El menú de instrumentos contempla cuatro Lecaps/Boncaps, incluyendo una Lecap de nueva emisión con vencimiento en abril del próximo año (S30A6). La totalidad de los instrumentos vence luego de las elecciones (S28N5 y T30E6), sumado a un Boncap con plazo mayor a un año (T15E7). Además, se ofrece una letra dollar-linked a abril del próximo año (D30A6).
Análisis de los posibles escenarios poselectorales y su impacto en los activos locales
Contexto desencadenante
Desde las últimas elecciones en la Provincia de Buenos Aires, el escenario económico y político argentino se encontraba en una zona de máxima tensión. El gobierno enfrentaba una fuerte presión cambiaria: el BCRA llegó a utilizar reservas para sostener al peso en el tramo superior de la banda, mientras que el riesgo soberano escalaba a niveles críticos. Las señales políticas adversas, sumadas a derrotas electorales y legislativas, cuestionaban la gobernabilidad y alimentaban una narrativa de vulnerabilidad.
Ese panorama cambió abruptamente cuando EE. UU. intervino con fuerza en el tablero argentino. A través del secretario del Tesoro, Scott Bessent, se hizo pública su disposición a instrumentar un paquete de respaldo: negociar un swap de divisas por hasta USD 20.000 millones, comprar deuda soberana en dólares e incluso habilitar una línea contingente vía el Exchange Stabilization Fund. Las declaraciones del Tesoro norteamericano reforzaron la idea de que este apoyo trasciende lo técnico: representa un aval geopolítico concreto al rumbo elegido por la administración local.
Por otro lado, el gobierno argentino aceleró medidas adicionales para apuntalar el frente externo: suspendió temporalmente las retenciones sobre productos agrícolas hasta fin de octubre –o hasta alcanzar USD 7.000 millones en liquidaciones–, en un intento de atraer dólares de la cosecha. Asimismo, organismos internacionales como el Banco Mundial anunciaron desembolsos adelantados por USD 4.000 millones para fortalecer el frente financiero local.
Alivio inmediato
La respuesta del mercado fue rápida y potente. En pocas sesiones se observó:
Este cambio refleja que los precios de los activos argentinos están incorporando una narrativa optimista: que las turbulencias recientes podrían revertirse si se ensancha el respaldo externo y se estabilizan las expectativas.
Perspectivas: dos caminos condicionados por el veredicto electoral
De cara a octubre, el mercado mantiene dos escenarios bien diferenciados, ambos posibles.
Si el resultado electoral es desfavorable para el oficialismo, puede desencadenarse una nueva ola de estrés. En ese caso:
Este es el que los mercados ya parcialmente anticipan. En ese caso:
Cabe destacar que el efecto del apoyo externo no es solo una “inyección de liquidez”, sino un elemento simbólico de legitimación institucional y estratégica, que puede fortalecer la narrativa de estabilidad frente a los inversores internacionales.
Conclusión
Estas semanas previas a los comicios son fundamentales para que los inversores reflexionen sobre cuál de los dos escenarios confían que se materializará y ajusten sus carteras en consecuencia.
En cualquier evento recomendamos contactar a su asesor de Cohen Aliados Financieros para profundizar sobre los escenarios y enfrentar el evento electoral con una cartera apropiada para las necesidades y apetito de riesgo del inversor.
El apoyo de EE. UU. y la baja de retenciones impulsan el mercado y reducen el riesgo país.
El escenario financiero argentino atravesó en los últimos días un punto de inflexión. Hasta antes de los anuncios de apoyo externo, la incertidumbre tras las elecciones en la Provincia de Buenos Aires había puesto fin al “trade electoral” y golpeado con fuerza a los activos locales. Entre el lunes posterior a los comicios y el viernes 19 de septiembre, los bonos soberanos en dólares cayeron en promedio un 22%, llevando el riesgo país a 1.456 pb, el nivel más alto desde septiembre de 2024. El Merval se hundió un 24,6% en dólares, mientras que el tipo de cambio oficial avanzó un 8% y testeó la banda superior. La presión cambiaria obligó al BCRA a desprenderse de USD 1.110 M para defender el techo de la banda, en un contexto en el que las tasas en pesos se disparaban, con la Lecap a octubre saltando de 70% TEA a 87% TEA. El mercado descontaba un escenario de mayor restricción externa, junto con la pérdida de agenda política del Gobierno para impulsar reformas en el Congreso, lo que aceleró la dolarización de carteras.
El tono del mercado cambió de manera abrupta tras las señales políticas y económicas provenientes de Washington. Esta semana, el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, señaló que Argentina es un aliado estratégico y destacó los avances en materia de consolidación fiscal y liberalización de precios, anunciando un paquete de apoyo que contempla:
A esto se sumaron los compromisos de los organismos multilaterales: el Banco Mundial adelantaría desembolsos por USD 4.000 M y el BID incrementará y acelerará operaciones en el país en los próximos meses. En paralelo, el Gobierno suspendió temporalmente las retenciones al agro para acelerar la liquidación de divisas.
La reacción de los activos fue inmediata y positiva: entre lunes y miércoles, los bonos soberanos en dólares rebotaron un 29% y el Merval en dólares avanzó un 23%. En pesos, la TEA de la Lecap a octubre cayó de 87% a 54%, mientras que los tipos de cambio retrocedieron entre 8% en los financieros y 11% en el oficial, reduciendo la brecha del 5,5% al 2,6%.
De esta forma, el riesgo preelectoral se reconfigura. Antes de los anuncios, la presión sobre el tipo de cambio se intensificaba porque el acceso a los mercados parecía cada vez más lejano, mientras el programa económico mostraba señales de fragilidad. En ese contexto, crecían las dudas sobre la capacidad de pago de la deuda, con un Banco Central que, en lugar de comprar reservas, se veía forzado a vender dólares en la banda superior para contener las presiones cambiarias. Ahora, con el apoyo de EE. UU., parte de esas necesidades se financiarían a través de la cuenta financiera, lo que descomprime las tensiones inmediatas y permite encarar las elecciones con mayor calma. El riesgo político sigue latente, pero ya no opera sobre un mercado tan vulnerable: el respaldo externo mejora las condiciones de corto plazo y reduce la probabilidad de episodios disruptivos antes de los comicios.
En este contexto, los bonos en dólares todavía tienen recorrido alcista hacia octubre. La mayor previsibilidad sobre los pagos mejora las expectativas del mercado y genera espacio para una compresión adicional de spreads. Al ponderar los distintos escenarios posibles, asignamos una probabilidad elevada a que el riesgo país se dirija hacia la zona de 675 pb —niveles similares a los observados tras las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires—, habilitando así una compresión de rendimientos. A diferencia de aquel momento, el frente político luce hoy más frágil, con un oficialismo condicionado por el traspié en PBA y las tensiones en el Congreso, mientras que en el plano económico las condiciones aparecen más consistentes: pese a la caída en la actividad, el mayor tipo de cambio real permitió mejorar las cuentas externas y el respaldo internacional aporta una fuente adicional de financiamiento que otorga mayor robustez al esquema.
Estrategias en dólares
Con este nuevo escenario bajo la lupa, los Bonares, que habían sido más castigados que los Globales en la corrección previa, ofrecen un mayor potencial de recuperación. Al mismo tiempo, los BOPREAL también resultan atractivos, con espacio para una compresión adicional de spreads. Dentro de la deuda soberana, privilegiamos los Bonares AL35 (14,1% TIR) y AL41 (13,7% TIR), que se destacan por su mayor liquidez y permiten capturar un retorno más elevado en caso de que el riesgo país descienda hacia la zona de 675 pb, lo que implicaría ganancias potenciales del 11,6% y 10,4%, respectivamente. Asimismo, resaltamos el BOPREAL Serie 4 (17% TIR) que, pese a su baja liquidez, ofrece un rendimiento superior al AL29 y AL30, con un retorno potencial estimado en 10,8%, además del beneficio fiscal de poder aplicarse al pago de obligaciones impositivas.
Estrategias en pesos
Incluso con la mejora reciente en las expectativas de mercado, el frente cambiario mantiene vulnerabilidades. De cara al período postelectoral, el Banco Central deberá recomponer reservas mediante compras de divisas, un proceso que generará mayores presiones sobre el tipo de cambio y dificultará sostener un esquema entre bandas en el mediano plazo.
En el corto plazo, la situación luce más favorable. La menor presión cambiaria permitió al BCRA intervenir en la rueda de simultáneas en BYMA y reducir la tasa del 35% al 25% TNA, apoyado en el cambio de expectativas y en la mayor liquidación del agro prevista para los próximos días. Esta baja de tasas impulsa la demanda de instrumentos del Tesoro y, a la vez, contribuye a reducir las tensiones sobre la actividad, mientras recorta el atractivo del carry trade en moneda local.
En este sentido, dentro de las estrategias en pesos privilegiamos el posicionamiento en instrumentos dollar-linked, en particular el TZVD5 (3,5% TEA), que incorpora una devaluación implícita del 8,4% directa (equivalente a 3% m/m) hacia diciembre de este año. Asimismo, la cobertura mediante contratos de futuros de dólar a enero surge como una buena alternativa: los precios descuentan un tipo de cambio en el techo de la banda con un costo de cobertura relativamente bajo (38,9% TNA) frente al rendimiento de una Lecap al mismo plazo (45,9% TNA), lo que habilita estrategias sintéticas dollar-linked.
Para el resto del universo en pesos, preferimos mantenernos en tramos cortos de duration y privilegiar los bonos CER frente a la tasa fija. En particular, destacamos el TZXD5 (23,5% TIR), que descuenta una inflación implícita promedio del 1,6% m/m entre septiembre y octubre, un nivel que luce relativamente bajo frente a nuestras proyecciones.
Noticias locales: el país hoy.
Los activos locales encadenaron una segunda rueda consecutiva al alza tras la reunión entre Milei y Trump. Los soberanos en dólares lideraron con fuertes subas, mientras que las acciones acompañaron con alzas más moderadas. En pesos, los CER marcaron el mejor desempeño, seguidos por la tasa fija, al tiempo que los dollar-linked corrigieron. Los tipos de cambio cerraron en baja y el riesgo país se ubicó en torno a los 1.000 pb.
El entusiasmo tras las conversaciones entre Donald Trump y Javier Milei siguió impulsando a los bonos en dólares, que treparon un 4,3%, con el tramo corto bajo ambas legislaciones liderando (6,2% promedio) y el largo sumando 4%. Con esta recuperación, los soberanos ya ganan un 24% desde los mínimos de la semana pasada. Así, el riesgo país retrocedió 66 pb hasta 1.023 pb, mientras que los BOPREAL cedieron un 0,6%.
La deuda en pesos acompañó con subas: los CER avanzaron 2,8% promedio y descuentan una inflación implícita de 1,4% m/m entre septiembre y octubre (vs. 2,2% m/m al cierre del viernes). Los duales crecieron 1,5%, la curva a tasa fija un 0,8%, y los dollar-linked retrocedieron 1,8%, en línea con la baja de los tipos de cambio. En tasas, la caución a un día se mantuvo en 33% TNA, la repo trepó a 47,5% TNA y la TAMAR escaló a 48,2% TNA.
El tipo de cambio oficial se desplomó 5% hasta $1.354,17, con liquidaciones del agro por casi USD 300 M tras la eliminación temporaria de retenciones. Aun así, acumula una suba del 2,3% en el mes. Los financieros también cedieron: el MEP cayó 2,5% a $1.397,8 y el CCL 1,9% a $1.407,28, llevando la brecha al 4%. Las reservas brutas crecieron USD 58 M hasta USD 39.176 M.
Los futuros de dólar bajaron 1,84%, con contratos hasta enero dentro de la banda superior. El volumen se expandió a USD 359 M, cerrando en USD 1.797 M, aunque el interés abierto cayó USD 102 M a USD 8.840 M, principalmente en septiembre. La TNA de septiembre volvió a terreno positivo (40%), retrocediendo gradualmente hasta 32% en agosto 2026.
El Merval subió 0,2% en pesos y 1,7% en dólares, alcanzando los USD 1.278, con industria, consumo básico y utilities a la cabeza. Destacaron las alzas de Transener (8,5%), VALO (8,0%) y TGN (6,2%), mientras que IRSA (-4,9%), LOMA (-4,4%) y Supervielle (-3,1%) lideraron las bajas. En Nueva York, las acciones argentinas operaron mixtas, con avances en Edenor (2,6%), BBVA (2,4%) y Vista (2,3%), frente a caídas en LOMA (-3,0%), IRSA (-2,3%) y Galicia (-1,6%).
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado adoptó un tono más cauteloso tras el discurso de Powell, que confirmó la complejidad del sendero de tasas en un contexto de inflación todavía elevada y señales de enfriamiento laboral. Las acciones retrocedieron, los bonos subieron levemente, el dólar se debilitó y el oro alcanzó un nuevo máximo.
En su discurso, Jerome Powell advirtió que “no hay un camino libre de riesgo” para la próxima decisión de la Fed, dado que la inflación permanece elevada y el mercado laboral muestra debilidad. Reiteró que el banco central debe equilibrar empleo e inflación en un contexto de división interna y presión política por mayores recortes de tasas. Si bien la Fed redujo 25 pb la semana pasada y proyecta dos bajas adicionales este año, algunos miembros piden cautela para no reavivar la inflación (PCE en 2,9%), mientras Stephen Miran, nuevo gobernador de esta entidad, aboga por recortes más agresivos. Powell defendió la independencia de la Fed y subrayó que actuarán con prudencia para evitar errores en materia inflacionaria.
Las acciones retrocedieron desde máximos históricos, con el Nasdaq liderando las bajas al caer 1,0%, seguido del S&P 500 con -0,63% y el Dow Jones con -0,29%. Nvidia perdió 3,2%, recortando gran parte del rally de la jornada previa –a raíz de su plan de invertir hasta USD 100.000 M en OpenAI–. Las compañías con exposición a operaciones de bases de datos también cedieron terreno, con Oracle y Amazon bajando 4,6% y 2,8%, respectivamente. En contraste, Kenvue avanzó 2,3% y recortó pérdidas de la sesión anterior, a medida que los inversores reconsideraban el impacto de las críticas infundadas del presidente Trump sobre el medicamento Tylenol. Asimismo, Boeing ganó 1,34% y lideró el Dow luego de que Trump anunciara que Uzbekistan Airways realizó un nuevo pedido por un valor de USD 8.000 M.
En renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron levemente a la baja. La UST2Y cedió 2 pb hasta 3,59%, mientras que la UST10Y cayó 3 pb hasta 4,11%. En este marco, el índice de bonos del Tesoro avanzó 0,2%, impulsando a otros segmentos de renta fija: mercados emergentes e Investment Grade subieron 0,3% y 0,2%, respectivamente, en tanto que los High Yield retrocedieron 0,1%.
El dólar continuó perdiendo impulso a nivel global y el US Dollar Index cayó 0,1% hasta 97,25. Tanto el euro como la libra avanzaron 0,1%, al tiempo que el dólar cedió 0,1% frente al yen. En Brasil, se depreció otro 1,0% y en lo que va del año acumula una baja de 14,5% frente al real, cerrando en USDBRL 5,28. La debilidad del dólar siguió empujando al oro a un nuevo máximo de USD 3.780 la onza, tras subir 0,9%.
El WTI repuntó 1,4% hasta USD 63,5 y cortó una racha de cuatro ruedas en caída, impulsado por el foco en la oferta y los riesgos geopolíticos. Irak podría reanudar exportaciones desde Kurdistán (230.000 barriles diarios) y aumentó los envíos bajo el acuerdo OPEP+. En el plano geopolítico, la OTAN acusó a Rusia de violar el espacio aéreo en Estonia y Polonia, mientras persisten las tensiones en Medio Oriente por el reconocimiento de un Estado palestino en la ONU y la guerra en Gaza.
¿Logrará mantener su destacado desempeño financiero luego de la sucesión de su CEO y presidente?
JP Morgan acumula un alza de 33,5% en lo que va del año, superando ampliamente tanto al S&P 500 (+14,4%) como al promedio de sus pares financieros (+13,1%). Sus acciones cotizan en máximos históricos, con una capitalización de mercado de USD 866 MM, que lo ubican como la 13ª empresa más valiosa del mundo y, por amplia diferencia, como el banco más grande del planeta.
El rendimiento de 2025 no es un hecho aislado. Desde que Jamie Dimon asumió la dirección en 2006, las acciones de JP Morgan rindieron un 14% anual, multiplicando su valor por 13x. En el mismo período, el S&P 500 rindió 11% anual y el sector financiero estadounidense apenas 6% anual.
Los pilares de Dimon
Cuando Dimon tomó el mando, JP Morgan era el séptimo banco global por activos y el cuarto por valor de mercado, detrás de Citigroup, Bank of America y HSBC. Su gestión transformó a la institución en un líder absoluto, apoyado por cuatro principios fundamentales.
En primer lugar, su disciplina en riesgos y mentalidad de comprador. Desde los inicios de su gestión, Dimon se caracterizó por acumular liquidez durante los años de bonanza, posicionándose favorablemente para ejecutar adquisiciones oportunistas en tiempos de crisis. Esta práctica le permitió comprar a precio de remate a Bear Stearns, Washington Mutual y Cazenove durante 2009, y más recientemente al First Republic Bank durante la fugaz corrida bancaria de 2023.
Segundo, Dimon fomentó una cultura de gestión rigurosa de riesgos legales y reputacionales, resolviendo con rapidez los litigios y evitando los escándalos que golpearon a otros grandes bancos norteamericanos.
En tercer lugar, amplió y modernizó las divisiones de banca de inversión, trading y gestión patrimonial, logrando disputar el liderazgo de Goldman Sachs y Morgan Stanley, quienes históricamente dominaron estos segmentos.
Por último, cabe destacar las agresivas inversiones en innovación. JP Morgan lleva años invirtiendo más de USD 10 MM anuales en tecnología, desarrollando capacidades notablemente superiores a sus rivales en áreas como servicios digitales, ejecución de operaciones y procesamiento administrativo.
Estos puntos aumentaron considerablemente la eficiencia y rentabilidad del banco, que en la actualidad se destaca por tener el mayor retorno sobre los activos (1,3%) y el capital (16,9%) entre los principales bancos norteamericanos. Además en los últimos tres años demostró que continúa siendo capaz de expandir ingresos y ganancias a mayor ritmo que sus rivales.
El fin de una era
Ahora bien, el banco se acerca a una etapa de sucesión y grandes cambios. Tanto Dimon como su número dos, el argentino Daniel Pinto, planean retirarse. Pinto ya confirmó su salida para fines de 2026, mientras que Dimon lo haría dentro de los próximos tres años.
El principal candidato a la sucesión es Troy Rohrbaugh, quien codirige la unidad de Banca Comercial y de Inversión, responsable del 44% de los ingresos del banco. Sus prioridades incluyen la expansión en Japón e India, dos mercados considerados clave para el futuro, y el fortalecimiento de la presencia de JP Morgan en los mercados privados, desde venture capital y financiamiento de startups hasta el crédito alternativo.
En conclusión, la era Dimon quedará marcada como una de las gestiones más exitosas en la historia de la banca moderna. La incógnita es si su sucesor será capaz de sostener el mismo nivel de disciplina, innovación y visión estratégica que convirtió a JP Morgan en un gigante global. La transición, por tanto, no solo pondrá a prueba al banco, sino también al próximo líder que herede el legado de Dimon.
Noticias locales: el país hoy.
El anuncio del apoyo del Tesoro de EE. UU. a la Argentina dio un giro en el ánimo del mercado: los bonos en dólares recuperaron con fuerza, el riesgo país volvió a la zona de 1.000 pb y las acciones acompañaron con subas de dos dígitos. La deuda en pesos también rebotó con alzas generalizadas, mientras que los tipos de cambio mostraron mayor calma, con caídas en el oficial y en los financieros. En paralelo, el Gobierno eliminó temporalmente las retenciones a granos y carnes hasta fin de octubre, con el objetivo de acelerar la liquidación del agro y sostener el ingreso de divisas.
El Tesoro de Estados Unidos, a través de Scott Bessent, confirmó que se evalúa un apoyo “grande y contundente” a la Argentina, con todas las herramientas de estabilización sobre la mesa, entre ellas eventuales swaps monetarios, compras de dólares y operaciones con deuda a través del Exchange Stabilization Fund (ESF). El funcionario aclaró que no habrá condiciones adicionales y que la definición del alcance y los mecanismos dependerá de la reunión que mantendrán Javier Milei y Donald Trump mañana en Nueva York, encuentro que será clave para delinear los próximos pasos de la asistencia.
Al mismo tiempo, el Gobierno anunció que hasta el 31 de octubre se eliminarán las retenciones a todos los granos –cereales y oleaginosas– y a las carnes bovina y aviar, con el objetivo de acelerar la liquidación del agro y favorecer el ingreso de divisas. La medida, de carácter temporal, se enmarca en una estrategia orientada a incentivar las exportaciones y aportar cierto alivio en un contexto de elevada tensión financiera.
El anuncio del apoyo del Tesoro de EE. UU. a la Argentina fue recibido con entusiasmo en los mercados locales y se tradujo en una rápida recuperación de la deuda soberana en dólares, que venía de semanas de fuerte castigo. Los bonos subieron en promedio un 19% en una sola rueda, con alzas más pronunciadas del 20,5% en los Bonares, al tiempo que los Globales avanzaron un 18,1%. De este modo, los rendimientos se comprimieron con fuerza hasta 20% TIR (-10 pp) en el tramo corto y hasta 15% (-5 pp) en el tramo largo, lo que llevó al riesgo país a la zona de 1.089 pb, desde los 1.456 pb del cierre del viernes. En tanto, los BOPREAL recuperaron las pérdidas de la semana anterior al ganar un 11,4%.
Por su parte, la deuda en pesos tuvo un fuerte rebote, siendo los bonos CER los más destacados con una suba del 6%. Los duales le siguieron con un alza del 5,2%, mientras que la curva a tasa fija avanzó un 3,6%, con el Bonte 2030 registrando un incremento cercano al 12%. En este marco, las tasas de las Lecaps comprimieron más de 10 pp en promedio a lo largo de toda la curva y rinden 44,6% TNA en el tramo corto frente a 45,9% TNA en el tramo largo. La tasa de caución a un día se mantuvo estable en torno al 33% TNA, en tanto que la tasa Repo operó en un promedio de 45% TNA (+8,6 pp respecto del viernes).
El tipo de cambio oficial inició la semana con una caída del 3,3%, cerrando en $1.425,67 y acumulando un alza del 7,7% en el mes, en una rueda que mostró mayor calma en el frente cambiario tras el anuncio de Bessent, que aportó alivio al mercado pese a la reducida liquidación del agro por apenas USD 21 M. Los dólares financieros acompañaron con bajas más pronunciadas de 7,9% en el MEP y 9,8% en el CCL, finalizando en $1.433,24 y $1.435, respectivamente. Así, la brecha se redujo hasta 1% en ambos tipos de cambio, desde 8% al cierre del viernes. Asimismo, las reservas brutas cayeron USD 141 M hasta USD 39.118 M, explicado principalmente por las ventas de divisas del viernes.
Por otro lado, los futuros de dólar retrocedieron con fuerza un 6,25%. El volumen operado aumentó en USD 263 M, mientras que el interés abierto avanzó USD 352 M, explicado mayormente por el contrato de octubre, que cayó un 6,82%. De esta manera, la devaluación mensual implícita promedio para diciembre se ubica en 2,2%. En cuanto a la curva de TNA, septiembre y octubre muestran tasas negativas, a diferencia de noviembre que se posiciona en 20%.
El Merval trepó un 7,5% en pesos y un 15,3% en dólares, alcanzando un nivel de USD 1.256. Como resultado, en lo que va del año el índice de acciones acumula una caída del 41,3% en dólares. La suba benefició principalmente a los bancos, la industria y la construcción, con alzas en dólares de entre 28% y 30% para Transener, TGN y COME. En cuanto a las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York, también registraron fuertes ganancias, aunque algo más moderadas: avanzaron en promedio un 10,4%, lideradas por Supervielle (23,9%), Galicia (21,1%) y BBVA (20,3%).
Noticias globales: el mundo hoy.
El lunes los mercados extendieron sus máximos históricos impulsados por el sector tecnológico. Los bonos del Tesoro mostraron estabilidad relativa, aunque el mercado descuenta nuevos recortes de la Fed. El dólar se debilitó frente a otras monedas, el oro alcanzó nuevos máximos y los commodities energéticos y agrícolas reflejaron la combinación de oferta creciente y tensiones geopolíticas, con el WTI ligeramente a la baja y la soja en mínimos de dos semanas ante la incertidumbre comercial entre EE. UU. y China.
Las acciones ganaron impulso y operaron con sólidas subas el lunes, extendiendo los máximos históricos con un renovado apoyo del sector tecnológico. El S&P 500 y el Nasdaq 100 avanzaron más de 0,5%, mientras que el Dow Jones sumó 0,2%. Nvidia se disparó 3,7% tras anunciar que invertirá hasta USD 100.000 M en OpenAI para apoyar la construcción de nuevos centros de datos e infraestructura de cómputo. Por su parte, Oracle saltó 6% al ser incluida en las operaciones estadounidenses de TikTok en un acuerdo impulsado por el presidente Trump. Además, Apple subió 4% ante señales optimistas de ventas de iPhone durante el fin de semana. En contraste, Kenvue cayó 7% luego de que Trump sugiriera un posible vínculo entre el consumo de Tylenol durante el embarazo y el autismo, relación desmentida por la farmacéutica y la comunidad científica.
Las tasas de los bonos del Tesoro se mantuvieron relativamente estables, con leves subas de 2 pb y 1 pb para la UST2Y y la UST10Y respectivamente. En concreto, la UST2Y cerró en 3,61%, mientras que la UST10Y finalizó en 4,15%. El presidente de la Fed de St. Louis, Alberto Musalem, advirtió que el margen para más recortes es limitado, aunque la Fed ya bajó la tasa por primera vez en el año y proyectó otros 50 pb de reducciones. Lo cierto es que el mercado descuenta dos recortes más para este año. Con esta suba en tasas, el índice de bonos del Tesoro cayó 0,1%, mientras que los Investment Grade perdieron 0,2% y los bonos de mercados emergentes avanzaron 0,2%.
El dólar se debilitó en el mundo luego de tres ruedas consecutivas de subas. El US Dollar Index retrocedió 0,3% y cerró en 97,33, principalmente gracias a que el euro y la libra avanzaron 0,5% y 0,4%, respectivamente. Por otro lado, en Brasil el dólar subió 0,3% y cerró en USDBRL 5,34. En tanto, el oro escaló 1,7% hasta un nuevo máximo de USD 3.747 la onza, impulsado por expectativas de nuevos recortes de tasas en EE. UU. y la demanda de refugio seguro ante la incertidumbre política y riesgos geopolíticos. En el año acumula un alza de 42,8%.
El petróleo WTI retrocedió 0,1% hasta USD 62,6 por barril, presionado por mayores exportaciones de Irak y el retiro gradual de los recortes de la OPEP+, a pesar de la tensión geopolítica en Europa del Este y Medio Oriente. Los ataques rusos cerca de Polonia, nuevas sanciones de la UE y el reconocimiento del Estado palestino por varios países aumentaron la incertidumbre, pero el temor por la desaceleración de la demanda y el mayor suministro pesaron más sobre los precios. La soja cayó 1,4% a USD 371,5 la tonelada, mínimos de dos semanas, por la falta de avances en las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China. Pekín detuvo compras a EE. UU. y recurrió a Sudamérica, mientras la cosecha estadounidense se acelera y Brasil planea ampliar siembras. El mercado espera novedades en la reunión entre Trump y Xi en noviembre durante la cumbre de APEC.
Para 2030, se estima que las mujeres controlarán 40% de los activos financieros en EE. UU. y Europa.
En la última década, la acumulación de riqueza femenina ha superado el ritmo del crecimiento patrimonial global. Entre 2018 y 2023, la riqueza financiera mundial creció un 43%, mientras que la administrada por mujeres aumentó un 51% (McKinsey, 2024). Este salto cuantitativo refleja un cambio estructural: las mujeres son cada vez más protagonistas en la creación, gestión y asignación de activos.
Sin embargo, este avance convive con contradicciones. El 51% de las mujeres casadas aún tiende a delegar las decisiones de inversión en sus parejas, y muchas subestiman su capacidad financiera (UBS, 2022). Persiste el sesgo cultural de que los hombres “saben más de inversiones”, un mito que impacta en la autonomía económica femenina y en la transmisión intergeneracional de la riqueza.
Este contraste entre una mayor participación patrimonial y la persistencia de sesgos abre una pregunta central: ¿cómo invierten realmente las mujeres y qué implicancias tendrá para la gestión de la riqueza global el hecho de que, en apenas unos años, las mujeres controlarán cerca del 40% de los activos financieros?
De la exclusión al protagonismo
Durante gran parte del siglo XX, la mujer estaba relegada en el mundo financiero por barreras legales y culturales que limitaban su autonomía económica. En muchos países recién a mediados de ese siglo pudieron ser titulares de cuentas bancarias o solicitar crédito sin autorización masculina. Aunque la igualdad formal avanzó, se consolidaron patrones difíciles de revertir: delegar la administración patrimonial en sus cónyuges, creer que las decisiones de inversión exigen un nivel de expertise inalcanzable o priorizar la seguridad inmediata en lugar del crecimiento de largo plazo. A estos factores se sumaron una mayor expectativa de vida, trayectorias laborales interrumpidas por maternidad, brechas salariales persistentes, y una asimetría de responsabilidades domésticas, que derivaron en jubilaciones más tardías y con menor capital acumulado.
El retraso en la participación femenina en las inversiones no solo tuvo consecuencias individuales, sino también intergeneracionales. Al quedar al margen, muchas mujeres transmitieron a sus hijas e hijos una visión de las finanzas como un terreno ajeno o riesgoso, lo que profundizó la brecha cultural en torno al dinero. Sin embargo, esa situación comienza a revertirse con fuerza. Hoy, las mujeres han ganado espacio en el ámbito laboral y corporativo, pero además se han convertido en herederas de una parte significativa del mayor traspaso patrimonial de la historia: el llamado Great Wealth Transfer. Este proceso, junto con el aumento del patrimonio propio generado por mayores ingresos profesionales y una mayor esperanza de vida, está consolidando un nuevo protagonismo en la gestión de la riqueza.
El presente: entre la paradoja y el progreso
La situación actual refleja una dualidad. Las mujeres ya gestionan un tercio de los activos financieros en Occidente, pero siguen invirtiendo con menor frecuencia y mayor cautela que los hombres. En Europa, por ejemplo, solo 18 de cada 100 mujeres invierte de forma regular, frente a 31 de cada 100 hombres (ING, 2024). Estas diferencias no se explican únicamente por ingresos más bajos o carreras laborales interrumpidas, sino también por una brecha de confianza: muchas mujeres sienten que no saben lo suficiente y prefieren delegar las decisiones financieras.
Fuente: Fidelity Investments 2024.
Paradójicamente, cuando las mujeres invierten de manera disciplinada, los resultados suelen ser mejores. Diversos estudios muestran que las mujeres rotan menos sus portafolios, mantienen la calma en momentos de volatilidad y obtienen rendimientos ajustados al riesgo superiores a los de los gestionados por hombres. Además, tienden a alinear sus decisiones de inversión con objetivos vitales y valores personales. El presente, por lo tanto, es de claros avances en participación y resultados, pero aún marcado por contradicciones que frenan un mayor protagonismo.
Fuente: OECD, BofA 2025.
El desafío no solo está del lado de la autogestión de las inversoras como clientes, sino también en los profesionales dedicados a la gestión de sus activos.
A nivel global, únicamente el 12,5% de los gestores de portafolio son mujeres. Esta proporción se mantuvo casi sin cambios durante más de una década, incluso en un contexto de expansión en el sector y mayor incorporación de talento (FT, 2024). En EE.UU., por ejemplo, en 2022 ese era exactamente el porcentaje de portfolio managers mujeres (Morningstar, 2024).
Este dato revela una brecha persistente que afecta la diversidad en la toma de decisiones de inversión y, por ende, en la manera en que se estructuran los productos financieros. Para la banca privada, el reto consiste en ir más allá de la rentabilidad y diseñar propuestas que integren las realidades y prioridades femeninas.
El futuro: oportunidades hacia la autonomía
La próxima década estará marcada por una aceleración de estas tendencias. Las mujeres jóvenes, especialmente las millennials y centennials, comenzaron a invertir a edades más tempranas que generaciones anteriores. Muestran mayor disposición a invertir en instrumentos diversificados como ETFs o fondos temáticos y confían cada vez más en su capacidad para tomar decisiones financieras. De aquí a 2030 se prevé que las mujeres asuman el control de más de USD 16 billones adicionales en activos en EE.UU. y Europa (McKinsey, 2025). El desafío es que este patrimonio no quede inmovilizado en cuentas de ahorro de bajo rendimiento, sino que se canalice hacia estrategias que permitan preservar y multiplicar el capital.
Invertir no es tan solo una cuestión de rentabilidad. Para las mujeres, representa también independencia financiera, seguridad y legado. Dar el paso implica comenzar, aunque sea con montos pequeños, diversificar más allá de los productos tradicionales y contar con un acompañamiento profesional que traduzca la jerga financiera en un lenguaje accesible. Significa definir objetivos claros: retiro, educación, filantropía o proyectos personales, y construir la estrategia adecuada para alcanzarlos. ¿Será esta la década en la que las mujeres consoliden un legado financiero capaz de transformar a las próximas generaciones?
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
La semana estuvo marcada por la decisión de la Fed de recortar su tasa de referencia, priorizando al mercado laboral por sobre la inflación. La medida vino acompañada por un mapa de proyecciones que anticipa mayor crecimiento, una tasa de desocupación estable y algo más de inflación, alejándose de la meta de política monetaria. Además, se prevén dos recortes adicionales este año y solo uno en 2026. Si bien el mercado esperaba un tono más agresivo en materia de bajas futuras, la perspectiva de tasas más bajas, junto con datos que mostraron solidez en el consumo, una leve mejora en la producción industrial y un mercado laboral más firme, impulsaron el apetito por riesgo y llevaron a las acciones a cerrar en nuevos récords. El resto de los activos tuvo una semana entre neutra y negativa: los bonos retrocedieron levemente –con mayor presión en el tramo largo–, el dólar a nivel global mostró una caída moderada, el oro volvió a subir y los commodities se mantuvieron estables. Esta semana la atención estará puesta en la publicación de ingresos y gastos de las familias, el índice de precios PCE y los comentarios de miembros de la Fed sobre el estado de la economía.
Priorizando el empleo. Por primera vez desde la reunión de diciembre del año pasado, y tal como estaba previsto por el mercado, en la reunión del 17 de septiembre la Fed anunció el recorte de 25 pb en la tasa de interés de referencia, llevándola a un rango de 4,0% a 4,25%. En línea con lo que habían anunciado en el Simposio de Jackson Hole, el comunicado que acompañó la decisión remarcó la debilidad reciente del mercado laboral y que la inflación seguirá subiendo, aunque a menor ritmo del esperado previamente dado que el traspaso a precios de la suba de aranceles a las importaciones viene más lento de lo previsto. Por tales motivos, la prioridad ahora para la Fed pasa a ser la dinámica del mercado laboral por sobre la inflación. Es por eso que ahora esperan dos recortes de tasas más para este año por 25 pb cada uno, mientras que para el año que viene prevén solo un recorte por la misma magnitud, muy por debajo de las expectativas de los analistas que estiman tres recortes para 2026. A su vez, tal como se hace cada tres meses, la Fed publicó sus proyecciones que no mostraron grandes cambios respecto de los pronósticos difundidos en junio, aunque subieron la estimación de crecimiento para este año a 1,8% –viene creciendo al 2,3% i.a.–; lo mismo para el año que viene –en ambos casos 2 pb más que la estimación de junio–. La inflación para este año la mantuvieron en 3,0% i.a. –viene al 2,4% i.a.– y la de 2026 la subieron a 2,6% i.a. –desde 2,4% i.a. en la proyección anterior–, y la tasa de desocupación la dejaron en 4,5% y 4,4% para este año y el próximo, respectivamente.
La actividad sigue traccionando. Los indicadores de actividad volvieron a mostrar un buen desempeño. Las ventas minoristas de agosto aumentaron nominalmente 0,6% m/m, repitiendo la performance de julio y superando las expectativas del mercado que apuntaban a un alza del 0,2% m/m. Las ventas excluyendo servicios de alimentación, concesionarios de automóviles, tiendas de materiales de construcción y estaciones de servicio –se utilizan para calcular el PBI– aumentaron un 0,7% m/m, tras un incremento del 0,5% m/m, y también por encima de las expectativas del 0,4% m/m. Por otro lado, en el mismo período la producción industrial subió 0,1% m/m, superando las expectativas del mercado de una disminución del 0,1% m/m tras una caída revisada a la baja del 0,4% m/m en julio. Los datos del mercado laboral también trajeron buenas noticias, dado que las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo se redujeron en 33.000 respecto a la semana anterior, hasta alcanzar las 231.000 en la segunda semana de septiembre, muy por debajo del consenso del mercado de 240.000. Con todo esto, la estimación de crecimiento del PBI para el 3Q25, de acuerdo al Nowcast de la Fed de Atlanta, subió a 3,3% t/t anualizado, lo que aleja los temores de un hard landing.
Presión en las tasas y retroceso en los bonos. A pesar de la decisión de la Fed, las tasas reaccionaron al alza en la semana, especialmente en el tramo largo de la curva. Con proyecciones de mayor inflación por parte de la Fed, la UST10Y y la UST30Y subieron 8 pb cada una, alcanzando un nivel de 4,14% y 4,76%, respectivamente, mientras que la UST2Y subió 2 pb y cerró en 3,58%. No obstante, en septiembre las tasas retroceden 16 pb para la UST30Y, 9 pb para la UST10Y y 4 pb para la UST2Y. Este contexto resultó en una mala semana para la renta fija en general, con una baja promedio de 0,2%, recortando la ganancia del mes a 0,8%. Los bonos del Tesoro cayeron 0,3%, los Investment Grade 0,2% y los de mercados emergentes 0,3%, mientras que los High Yield se diferenciaron al anotar un alza de 0,4%. En septiembre, los Investment Grade avanzan un 1,8%, los de mercados emergentes un 0,9%, los del Tesoro 0,6% y los High Yield 0,5%.
Acciones imparables. Las acciones tuvieron una semana positiva en la que los tres principales índices de renta variable alcanzaron nuevos máximos históricos. El Nasdaq lideró las subas con un avance semanal del 1,8%, acumulando un 5,2% en lo que va de septiembre. El S&P 500 ganó 1,0% en la semana y sube 2,9% en el mes, mientras que el Dow Jones avanzó 0,8% semanal y acumula un 1,5% en septiembre. Las small caps fueron las principales beneficiadas por el recorte de tasas, con un alza del 1,9% en la semana y 3,3% en el mes, en tanto que las Growth, concentradas en empresas tecnológicas, ganaron 1,5% en la semana y 5,1% en lo que va del mes. Entre los sectores, el tecnológico volvió a liderar la suba con un avance de 2,2%, seguido por comunicación y consumo discrecional, que subieron 1,2% y 1,1%, respectivamente. En el acumulado de septiembre, tecnología sube 5,5%, comunicaciones 6,6% y consumo discrecional 0,1%. A nivel internacional, el recorte de tasas en EE. UU. impulsó especialmente a las acciones de mercados emergentes, con Brasil a la cabeza subiendo un 3,0% semanal y 4,8% en el mes, seguido por China que avanzó 0,8% en la semana y 5,1% en el mes. En países desarrollados, Europa subió 0,8% en la semana, acumulando 2,1% en septiembre, mientras que Japón se mantuvo neutral y sostiene un alza mensual de 3,2%.
El dólar estable y el oro en nuevo récord. El dólar mostró un leve retroceso a nivel global. El DXY cayó 0,1% en la semana, lo mismo que cae en lo que va del mes, cerrando en 97,64. El movimiento estuvo explicado por la baja de 0,1% frente al euro, compensado por el fortalecimiento de 0,7% frente a la libra y 0,1% frente al yen japonés. En Brasil, el dólar cayó 0,6% semanal y pierde 2,0% en septiembre, finalizando en USDBRL 5,32. Por su parte, el oro alcanzó nuevos máximos históricos durante la semana, avanzando 0,7% y acumulando un alza mensual de 6,4%, para cerrar en USD 3.646 por onza.
Commodities estables. El petróleo cerró la semana casi sin cambios, subiendo apenas 0,2% hasta USD 62,8 por barril, tras un inicio alcista impulsado por los ataques de Ucrania a refinerías rusas y el riesgo de nuevas sanciones. Las ganancias se moderaron hacia el final de la semana por los comentarios de Trump a favor de precios más bajos y el aumento en inventarios de destilados en EE. UU., que compensaron la fuerte caída de inventarios de crudo. En septiembre, el crudo acumula una baja del 1,9%. La soja cerró la semana con una leve caída del 0,1%, en USD 376,6 por tonelada, y acumula un retroceso del 1,1% en septiembre. Los precios se vieron presionados por la incertidumbre sobre la demanda china, que acumula inventarios récord y limita compras de soja estadounidense, mientras que el aumento esperado en los rendimientos de Argentina refuerza la oferta. Las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China siguen sin avances claros, manteniendo al mercado cauteloso. Por su parte, el cobre cayó un 0,4% en la semana, mientras que en el mes avanza un 1,1%.
Lo que viene. La atención del mercado estará en las declaraciones que realicen miembros de la Fed para obtener más pistas sobre los planes de política para el resto del año, incluyendo las declaraciones del presidente Powell en la Cámara de Comercio de Greater Providence en 2025. En cuanto a la agenda económica, las próximas publicaciones incluyen datos sobre ingresos y gastos personales –se espera que el gasto y los ingresos de los consumidores de agosto aumenten un 0,5% m/m y un 0,3% m/m, respectivamente–, incluyendo el índice de precios PCE, junto con los pedidos de bienes duraderos y la encuesta PMI de S&P Global. En cuanto al mercado inmobiliario, se espera que las ventas de viviendas existentes y nuevas caigan a tasas anualizadas de 3,98 millones y 0,65 millones, respectivamente. Otros datos notables publicados incluyen la segunda revisión del PBI del 2Q25, la cuenta corriente del balance de pagos y la lectura final del sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Semana de estrés para los activos locales, con derrumbes en los precios de bonos y acciones. El riesgo país llegó a casi 1.500 pb, el BCRA tuvo que vender más de USD 1.000 M para defender el techo de la banda y los dólares financieros tuvieron un fuerte repunte. El Gobierno sigue sin mostrar señales políticas contundentes, mientras la oposición marca la cancha en el Congreso al lograr rechazar los vetos del presidente. La incertidumbre política se suma a los temores sobre la evolución de la actividad económica, que viene retrocediendo, al tiempo que la confianza del consumidor se deteriora en un contexto en el que la inflación está contenida, pero con la amenaza de subas en los precios mayoristas y de un tipo de cambio inestable. Las buenas noticias llegaron desde el mercado laboral, con una baja en la desocupación; del plano fiscal, al confirmarse un nuevo mes con superávit primario; y del frente externo, con la balanza comercial alcanzando el mayor excedente del año. El presidente busca retomar protagonismo con la presentación del Presupuesto 2026, en el que ya no prevé baja de impuestos ni recortes de gastos, aunque con la premisa de cuidar el superávit fiscal. Arranca una semana intensa en materia económica y política. En cuanto a lo primero, la atención estará puesta en la posibilidad de un préstamo del Tesoro de EE. UU. que alivie la situación de las reservas internacionales y aporte certidumbre al pago de los próximos vencimientos de deuda. También será clave la evolución del mercado cambiario y la licitación del Tesoro del viernes, en tanto que en la agenda de publicaciones se destacan los datos de actividad de julio, el balance de pagos del 2Q25, el balance cambiario y el informe de pobreza del primer semestre, probablemente el indicador más sensible para el Gobierno. En lo político, las miradas estarán centradas en el debate en Diputados sobre la reforma de la Ley de DNU.
Vetos rechazados. Reforzando la tendencia que se viene dando a lo largo del año, el Gobierno sufrió una nueva derrota en el Congreso. En la última semana, la Cámara baja rechazó los vetos presidenciales a la Ley de Financiamiento Universitario, la Ley de Emergencia en Salud Pediátrica y la Ley de reparto automático de Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Estos reveses profundizan las tensiones políticas y ponen de relieve que la gobernabilidad se vuelve cada vez más compleja, obligando a Milei a negociar con gobernadores y bloques opositores. La próxima parada será el martes, cuando Diputados trate en comisiones la reforma de la Ley de DNU, que ya cuenta con media sanción del Senado y propone establecer un plazo de 90 días para que el Congreso valide los decretos presidenciales, con el riesgo de que queden sin efecto si no son ratificados.
Cayó la actividad. Tal como lo venía anticipando el EMAE mensualmente, en el 2Q25 el PBI cayó 0,1% t/t, aunque se ubicó 6,3% por encima del 2Q24. Del lado de la demanda, solo se destacó el consumo público, que subió 1,1% t/t, mientras que el consumo privado bajó 1,1% t/t, la inversión retrocedió 0,5% t/t, las exportaciones 2,2% t/t y las importaciones 3,3% t/t. En la comparación interanual, por la baja base de comparación, el PBI creció 6,3%, el consumo privado 9,9% i.a., la inversión 32,1% i.a., las exportaciones 3,3% i.a. y las importaciones 38,3% i.a., al tiempo que el consumo público subió solo 0,6% i.a. Del lado de la oferta, los sectores que más avanzaron fueron bancos, con un alza de 26,7% i.a., hoteles y restaurantes con 17% i.a., comercio, construcción con 10% i.a., y la industria y la minería en torno al 7% i.a.
Bajó la desocupación. A pesar del flojo desempeño del nivel de actividad, los indicadores laborales no mostraron grandes cambios, aunque sí cierto deterioro en la calidad del empleo y en la subocupación. Concretamente, en el 2Q25 el empleo aumentó 0,2% i.a., muy por debajo del 1,1% i.a. registrado en el 1Q25. La misma tendencia mostró el empleo pleno, que solo creció 0,5% i.a., casi 1 pp menos que en el trimestre anterior. Sin embargo, dado que la tasa de actividad (PEA) no se movió, esta dinámica del empleo permitió bajar la subocupación 1,7% i.a. y la desocupación 2,1% i.a. Con este resultado, la tasa de desocupación quedó en 7,6%, mismo nivel que en el 2Q24 y por debajo del 7,9% del trimestre anterior, mientras que la tasa de subocupación se ubicó en 11,6%, 0,2 pp por debajo del mismo período del año pasado.
Cae la confianza. El Índice de Confianza del Consumidor descendió 0,3% en septiembre, mostrando un panorama mixto entre regiones, niveles de ingreso y componentes. La mejora en la percepción de la situación macroeconómica (+7,4%) y personal (+3,2%) sostuvo parcialmente el indicador, pero el fuerte retroceso de 14,9% en la predisposición a la compra de bienes durables e inmuebles arrastró el resultado global a terreno negativo. La confianza creció con fuerza en CABA (+9,6%) y entre los hogares de ingresos bajos (+6,7%), al tiempo que se debilitó en el GBA (-0,8%), en el Interior (-3,7%) y en los hogares de ingresos altos (-5,2%). En cuanto a los horizontes temporales, las expectativas futuras repuntaron 6,6%, pero las condiciones presentes se deterioraron casi 10%, reflejando a un consumidor que ve con algo más de optimismo el mediano plazo, aunque aún enfrenta desafíos en el corto.
Se mantiene el fiscal. En agosto, el Sector Público registró un superávit financiero de 0,05% del PBI y uno primario de 0,2% del PBI. Los ingresos retrocedieron 3% i.a. real, explicados principalmente por impuestos internos (-18% real) y derechos de exportación (-30%), en tanto que el gasto primario bajó 6,0% i.a. real, con descensos en Subsidios económicos (-39% real), Transferencias a provincias (-51%), Obra pública (-37%), Programas sociales excluyendo AUH (-31%) y salarios (-7%). Los únicos rubros que crecieron fueron jubilaciones (+4% real) y AUH (+9%). Los intereses pagados, por su parte, cayeron 3% i.a. real. Con este resultado, en los ocho meses de 2025 el Sector Público Nacional acumula un superávit financiero de 0,4% del PBI y uno primario de 1,3% del PBI (vs. +0,3% y +1,5% en 2024, respectivamente), con ingresos retrocediendo 1% i.a. real y el gasto primario subiendo 2% i.a. real, a raíz de mayores erogaciones en jubilaciones con bono (+13% real), AUH (+30%) y Transferencias a provincias (+74%).
El presupuesto 2026. Luego de dos años consecutivos sin presupuesto nacional, el presidente anunció el envío del Presupuesto 2026 como señal de búsqueda de cierta negociación en un contexto en el que la oposición y los gobernadores comenzaron a desafiar el plan de ajuste que viene llevando adelante el Poder Ejecutivo –recordemos que, comparado con 2023, el gasto muestra una caída de 30% en términos reales–. Los supuestos del proyecto son optimistas: para 2025 se proyecta un crecimiento de 5,4% i.a., una inflación de 40,3% i.a. y un tipo de cambio de cierre en $ 1.325 en diciembre. Para 2026 se espera un crecimiento del PBI de 5% i.a., una inflación promedio de 13,9% y un tipo de cambio de apenas $ 1.423 al cierre del período. Lo llamativo es que para 2026 se prevé un superávit primario de 1,5% del PBI, igual al de 2025 y muy por debajo del 2,2% comprometido con el FMI, con un superávit financiero de 0,3% gracias a un crecimiento real de los ingresos del 6% i.a., mientras que el gasto subiría 0,2 pp. Los intereses pagados se mantendrían constantes en torno al 1,2% del PBI, un nivel históricamente bajo que omite los intereses capitalizables. En cuanto a los vencimientos de deuda, para 2026 las obligaciones de capital e intereses alcanzan USD 18.000 M (USD 10.000 M con privados) y $128 billones (11,2% del PBI). El proyecto prevé un financiamiento neto de 0,3% del FMI y otros organismos internacionales, y proyecta seguir utilizando como principal fuente de recursos a la deuda interna en pesos capitalizable (equivalente a 5,2% del PBI, unos $57 billones).
Mejora el saldo comercial. En agosto se registró un excedente comercial de USD 1.400 M, el más alto del año, aunque por debajo del de agosto pasado, que había sido de USD 1.865 M. Las exportaciones crecieron 16,4% i.a. hasta USD 7.865 M, impulsadas por las ventas de productos primarios (+35,7% i.a.), manufacturas de origen agropecuario (+18,1% i.a.) y energía (+40,6% i.a.), que más que compensaron el retroceso de las manufacturas de origen industrial (-7% i.a.). Las importaciones volvieron a mostrar un fuerte dinamismo, con un alza de 32,4% i.a. hasta USD 6.463 M, explicado por aumentos en autos (+155% i.a.), bienes de capital (+75% i.a.) y bienes de consumo (+65%), en tanto que las de energía retrocedieron 38,4% i.a. Con este resultado, en lo que va del año el saldo de la balanza comercial de bienes acumula un superávit de USD 5.071 M, USD 9.000 M menos que en el mismo período de 2024.
Defendiendo el techo de la banda. El tipo de cambio oficial subió 1,9% en la semana y cerró en $ 1.474,75, acumulando un incremento de 11,4% en lo que va del mes. La dinámica se dio en un contexto de liquidaciones del agro por USD 488 M, a un ritmo algo más moderado que el de la semana anterior. Para sostener el techo de la banda, el BCRA tuvo que intervenir con ventas de reservas por un total de USD 1.110 M, concentradas principalmente el viernes, cuando se desprendió de USD 678 M. Vale destacar que el poder de fuego del Tesoro se limita a USD 12.200 M provenientes del FMI y a otros USD 600 M de depósitos en moneda extranjera del Tesoro en el BCRA. Dado que parte de esta mayor demanda habría quedado en depósitos en moneda extranjera, se habrían elevado los encajes en esa denominación, amortiguando el impacto sobre las reservas internacionales. Más allá de esto, en la semana las reservas brutas cayeron en USD 1.054 M y las netas finalizaron con un saldo negativo de USD 8.300 M.
Volvió la brecha. La incertidumbre sobre la política cambiaria volvió a presionar a los dólares financieros que, a diferencia del oficial, acumularon en la semana un alza de 7,1% en el MEP, hasta $ 1.578, y 4,3% en el CCL, cerrando $ 1.542, lo que llevó la brecha con el oficial al 7% y 5%, respectivamente. En esta línea, continuó la demanda de cobertura, reflejada en un alza de 1,5% en los futuros de dólar, que descuentan un tipo de cambio por encima de la banda superior a partir del contrato de octubre en adelante. Además, el interés abierto aumentó en USD 547 M promedio hasta los USD 8.590 M, explicado principalmente por los contratos de 2026, lo que sugiere intervención del BCRA. Las tasas implícitas volvieron a cerrar por debajo de las tasas de las Lecaps: 42% TNA en octubre y noviembre, para luego descender gradualmente hasta 31% TNA en julio de 2026. La curva descuenta una devaluación mensual promedio de 3,3% hasta diciembre de este año, 2,7% entre enero y marzo, y 2,3% para el resto de los plazos.
Tasas estables. Si bien las tasas overnight se mantuvieron estables durante la semana, con la Repo en torno a 36% TNA y la caución a un día en 33% TNA, los rendimientos de la curva a tasa fija mostraron un sesgo alcista en un escenario de mayor demanda de cobertura y menor credibilidad en el esquema cambiario vigente. De esta forma, el tramo corto rinde 55,7% TNA, el tramo medio 62,3% TNA y el largo 52,5% TNA. En contraste, la tasa TAMAR y la de adelantos a empresas retrocedieron a 46,4% TNA y 49,4% TNA, respectivamente, aunque se mantienen elevadas en términos reales.
El golpe en la curva de pesos. La renta fija en pesos tuvo un mal desempeño a lo largo de la semana, siendo los bonos CER los más castigados, con caídas superiores al 9%, lo que llevó las tasas reales al alza: ahora rinden CER +45% en el tramo 2025, CER +40% en el tramo 2026 y CER +22% en el resto de los plazos. A estos precios descuentan una inflación implícita promedio de 2,2% m/m entre octubre 2025 y enero 2026, y de 30,3% acumulado en 2025. Los duales le siguieron con bajas del 9% y rinden 3,5% TEM en su versión a tasa fija y TAMAR +25,8% en su versión a tasa variable, mientras que la TAMAR breakeven promedio se ubica en 30% TNA (-16 pp respecto de la TAMAR actual). La curva a tasa fija retrocedió en promedio 4%, con mayor presión en el tramo largo (-6,7%), en tanto que el Bonte 2030 (TY30P) registró una caída más profunda del 13%. A estos precios, el TY30P ya cotiza por debajo de $80 y rinde 49,5% TEA valuado a vencimiento y 66,7% TEA valuado a su fecha de put, acumulando una caída del 27% desde su debut en el mercado secundario. Por su parte, los dollar-linked fueron los únicos en registrar ganancias, con una suba semanal de 2% y un rendimiento de devaluación +10%, al tiempo que descuentan una devaluación implícita de 14,3% directa (4,7% m/m) a diciembre de 2025.
Desplome de las curvas en dólares. Los soberanos en dólares extendieron su racha negativa y acumularon su quinta semana consecutiva de bajas, con un desplome del 13,2% que llevó la caída anual al 26,5%. En este contexto, el riesgo país cerró en 1.456 pb, su nivel más alto desde septiembre de 2024. Los bonos más castigados fueron el GD30 (-15,6%) y el AL30 (-14,6%), profundizando la pendiente negativa de las curvas: los Bonares operan con una TIR que va desde 31,5% en el tramo corto hasta 19,4% en el largo, mientras que los Globales se ubican en 28,5% y 17,1%, respectivamente. Así, el spread de paridades entre GD30 y AL30 alcanzó el 4,8%, aunque durante la semana llegó a tocar 8,2%, niveles no vistos desde febrero de 2024, lo que evidencia una clara preferencia por la legislación extranjera frente a la local en busca de mayor protección legal. Por su parte, los BOPREAL también fueron duramente castigados, con una caída promedio de 8,8%, acumulando por primera vez en el año una pérdida de 2,1%. Las bajas más pronunciadas se registraron en la Serie 4 (-17,2%), con vencimiento en 2028, y en la Serie 1-C (-15,3%). Actualmente, los BOPREAL ofrecen rendimientos que oscilan entre 8,7% TIR y 25,2%. Los bonos subsoberanos retrocedieron 3,5% en la semana, aunque aún muestran una suba marginal de 0,4% en el año, con el bono Buenos Aires 2037 cediendo 10,2%. En contraste, los bonos corporativos mostraron mayor resiliencia, con un retroceso de apenas 0,5% en la semana y un avance acumulado de 3,9% en lo que va del año. Se destacó la caída de 3,8% del YPF 2033.
Nuevo golpe para el Merval. El Merval extendió las caídas por segunda semana consecutiva, perdiendo 10,3% en dólares y 4,6% en pesos, para cerrar en USD 1.075, su nivel más bajo desde agosto de 2024. Con este desempeño, el índice acumula una baja de 26,7% en septiembre y casi 50% en lo que va del año. Comunicación, energía y bancos fueron los sectores más golpeados, destacándose en dólares las fuertes bajas de TGN (-28,0%), Transener (-26,5%) y Holcim (-18,5%). Sin embargo, hubo excepciones: Cresud (+3,5%) e IRSA (+2,1%) lograron avances semanales. En la Bolsa de Nueva York, la corrección fue más moderada, con una caída de 4,8%, liderada por Bioceres (-13,2%), YPF (-9,9%) y CEPU (-9,6%), mientras que MELI (+5,9%), Cresud (+2,5%) y Globant (+2,0%) se destacaron por sus ganancias.
Lo que viene. Tras el derrumbe de los bonos y la escalada del riesgo país, el Gobierno busca contener expectativas con una reunión con Trump el martes en Nueva York, donde se especula con un préstamo del Tesoro de EE. UU. que le permitiría asegurar los próximos vencimientos de deuda y reforzar las reservas internacionales. Mientras tanto, el mercado seguirá de cerca las intervenciones del BCRA para defender el techo de la banda. En la agenda económica, se publicará el EMAE de julio –que confirmaría la tendencia a la baja del nivel de actividad–, el balance de pagos del 2Q25 –donde se reflejaría el deterioro de la cuenta corriente–, el balance cambiario de agosto –clave para analizar la evolución de la demanda de activos externos–, y el índice de salarios de julio –importante para evaluar si le ganaron a la inflación–. Sin dudas, lo más relevante será la publicación del dato de pobreza del primer semestre, que habría marcado una importante caída y que el Gobierno buscará capitalizar. Además, este miércoles la Secretaría de Finanzas dará a conocer las condiciones de la licitación que se llevará a cabo el viernes 26, con liquidación prevista para el 30 de septiembre. Tras el canje de la S30S5 y excluyendo las tenencias en manos del BCRA, el Tesoro deberá afrontar vencimientos por $5,6 billones. En el plano político, el martes Diputados tratará en comisiones la reforma de la Ley de DNU, que ya cuenta con media sanción del Senado.
Los contratos de dólar en A3 operaron nuevamente al alza en la semana, avanzando un 1,49% promedio.
Los contratos de dólar en A3 operaron nuevamente al alza en la semana, avanzando un 1,49% promedio. Las subas fueron parejas en todos los tramos de la curva, aunque en el tramo medio se dieron las mayores variaciones encabezadas por los contratos de diciembre (2,18%), febrero (1,88%) y enero (1,77%).
El próximo contrato en vencer es el de septiembre, que cotiza en $1.477,5 y marca una devaluación directa de 0,2% y mensualizada de 0,5%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el aumento del dólar correría en niveles en torno al 3,2%: 3,4% en octubre ($1.546), 3,3% en noviembre ($1.594) y 3,2% en diciembre ($1.640). A partir de ahí, señalan una devaluación que continúa al ritmo de 2,3% promedio hasta agosto del 2026.
La curva de tasas (TNA) se contrajo en septiembre, cerrando en terreno negativo, mientras que se desplazó hacia arriba de octubre a marzo. Así, la tasa se ubica en 42% en octubre y retrocede hasta 31% en agosto de 2026.
El volumen operado cayó fuertemente frente a la semana anterior. En las últimas cinco ruedas se comerciaron USD 4.686 M. El viernes 19 de septiembre el interés abierto cerró en USD 8.590 M, nuevo máximo del año, mostrando una suba de 29% m/m y de 221% a/a.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 19/09/2025
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado operó mixto el jueves, con las acciones al alza lideradas por el sector tecnológico. Tras el recorte de 25 pb de la Fed y un mensaje cauteloso sobre próximos ajustes, los bonos cayeron y el dólar se fortaleció, mientras que el oro y otros commodities retrocedieron. Los datos económicos, con solicitudes de desempleo en descenso, dieron indicios de un mercado laboral sólido, moderando las preocupaciones sobre un enfriamiento abrupto de la economía.
Las acciones en EE. UU. cerraron en alza el jueves, con el Nasdaq liderando con un avance de 1,0%, seguido por el S&P 500 (+0,6%) y el Dow Jones (+0,3%). En particular, Nvidia subió 3,5%, en tanto que Intel se disparó 23% tras anunciar que Nvidia invertirá USD 5.000 M por una participación minoritaria en la compañía. Meta, por su parte, ganó 1,0%.
Luego del esperado recorte de 25 pb en la tasa de referencia por parte de la Fed, que además anticipó una inflación núcleo más alta de lo previamente estimado junto con mejoras en las proyecciones de crecimiento y empleo, la UST10Y subió 3 pb hasta 4,11% y la UST2Y avanzó 2 pb hasta 3,57%. En este contexto, el índice de bonos del Tesoro retrocedió 0,2%, al igual que los Investment Grade y los bonos de mercados emergentes, mientras que los únicos en destacarse positivamente fueron los High Yield con 0,2%.
El dólar se fortaleció por segunda rueda consecutiva, con el US Dollar Index avanzando 0,5% hasta 97,37. El movimiento se explicó por la caída de 0,6% de la libra y de 0,2% del euro, al tiempo que el dólar subió 0,6% frente al yen. En tanto, el oro retrocedió también por segunda rueda consecutiva, cediendo 0,5% hasta USD 3.642, tras el tono cauteloso de Powell respecto de futuros recortes.
En commodities, la rueda mostró una tendencia a la baja. El petróleo WTI retrocedió por segunda jornada consecutiva 0,6% hasta USD 63,7 por barril. Según la EIA, los inventarios de crudo cayeron 9,3 M de barriles la semana pasada por mayores exportaciones, aunque las existencias de destilados alcanzaron su nivel más alto desde enero, aportando un sesgo bajista. La soja descendió 0,5% y cerró en USD 381,7 la tonelada, presionada por la incertidumbre sobre la demanda china: el país acumula inventarios récord y reduce compras de soja estadounidense para 2025/26. En septiembre, las importaciones crecieron, pero en su mayoría desde Brasil. Además, se espera un aumento en los rindes de Argentina, lo que ampliaría la oferta. En el plano político, las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China siguen sin avances confirmados.
Las solicitudes iniciales de desempleo en EE. UU. cayeron a 231.000 en la segunda semana de septiembre, muy por debajo de lo esperado y revirtiendo el pico de la semana previa, distorsionado por reclamos fraudulentos en Texas. Las solicitudes continuas también descendieron a su menor nivel desde mayo, lo que contribuye a disipar temores de un deterioro acelerado del mercado laboral que había impulsado el reciente recorte de tasas de la Fed.
Noticias locales: el país hoy.
Con el tipo de cambio oficial en el techo de la banda y el BCRA vendiendo divisas para sostenerlo, la rueda del jueves mostró un nuevo desplome en todos los activos argentinos. Bonos en dólares, acciones y curvas en pesos sufrieron fuertes caídas, al mismo tiempo que los dólares financieros y los futuros avanzaron. En contraste, los indicadores económicos publicados sorprendieron positivamente, con superávit financiero y la balanza comercial mostrando el mayor saldo favorable del año.
El tipo de cambio oficial volvió a alcanzar el techo de la banda y el BCRA intervino con ventas por USD 379 M en el mercado de cambios –la mayor desde el 14 de abril–, que se suman a los USD 53 M del miércoles. Las reservas cayeron USD 370 M hasta USD 39.407 M. Así, el tipo de cambio avanzó 0,2% y cerró en $1.474,25, acumulando un incremento del 11,4% en lo que va del mes. En paralelo, los dólares financieros subieron con fuerza: el MEP avanzó 3,5% hasta $1.554 y el CCL 6,2% hasta $1.589,4.
En este marco, la deuda en dólares fue fuertemente castigada, en un contexto también atravesado por las tensiones políticas en el Congreso tras el rechazo al veto de ATN. La deuda en dólares retrocedió 9,4% en promedio, con los Bonares liderando las pérdidas (-11%). Los BOPREAL también se vieron afectados, cayendo 7,2%, mientras que el riesgo país aumentó 79 pb hasta 1.246 pb.
La deuda en pesos cerró nuevamente en negativo, con los bonos CER y los duales encabezando las bajas al retroceder 5,2% y 3,7%, respectivamente. La curva a tasa fija cedió 2,1%, en tanto que las tasas se movieron al alza: el tramo corto rinde 50,8% TNA (4,2% TEM) y el tramo largo 49,3% TNA (4,1% TEM). El mercado descuenta un tipo de cambio por encima del techo de la banda en todos los plazos. En paralelo, la tasa de caución a un día se mantuvo en torno al 33% TNA y la repo en 35,6% TNA. Los dollar-linked avanzaron 1,3%, acompañando la suba de los tipos de cambio.
El Merval se desplomó 5,3% en pesos y 8,4% en dólares, hasta los USD 1.096. Los sectores industriales, bancos y comunicación fueron los más golpeados. Entre las acciones locales, las de peor performance fueron BYMA, Transener y TGN, que retrocedieron entre 14% y 15% en dólares. En tanto, las acciones argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York cayeron en promedio 5,1%, lideradas por YPF, Supervielle y Galicia (-9% cada una), mientras que Globant (+2,1%) y MELI (+1,0%) lograron avances.