Analizamos el desempeño de Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon y Meta.
Apple
La empresa más valiosa del mundo presentó resultados decepcionantes, con ventas creciendo un 6% anual y una caída de las ganancias del 36% i.a. No obstante, el resultado se vio afectado por un cargo de única vez relacionado con una disputa impositiva, que le costó USD 10 MM. Ajustando por dicho impacto, la ganancia hubiera alcanzado USD 25 MM.
Un punto a favor es que Apple continúa incrementando la importancia de sus ingresos por servicios, que durante el 3Q24 ascendieron 12% i.a. hasta USD 25 MM. Los servicios son vitales para el valor de la empresa, ya que cuentan con un margen bruto de ganancia del 74%, más que duplicando la rentabilidad que obtiene por sus productos de hardware.
De fondo, el mayor activo de Apple es que 1.500 M de personas de alto poder adquisitivo utilizan sus dispositivos a diario. Esto le permite a la compañía cobrar USD 20 MM anuales a Alphabet para que Google sea su motor de búsqueda predeterminado. Del mismo modo que Alphabet asigna un valor impresionante a lograr acceso al 18% más rico de la población mundial, se espera algo similar con OpenAI, que eventualmente deberá pagar el precio para que ChatGPT siga siendo la herramienta de inteligencia artificial por defecto en el iPhone.
Con una valuación de 30,1x su ganancia estimada para el próximo año, la empresa cotiza a un premio sobre su promedio de los últimos cuatro años (24,1x ganancias), lo cual se explica en parte por la expectativa de mayores ganancias en los años posteriores.
Microsoft
Microsoft reportó ventas creciendo 16% i.a. y una ganancia de prácticamente USD 25 MM durante el 3Q24, logrando así un margen de rentabilidad excepcional del 38%.
El punto de mayor atractivo para esta empresa es su unidad de computación en la nube, la segunda más grande del mundo después de Amazon Web Services. Para Microsoft, este negocio explica el 37% de sus ingresos totales. Dentro de esta unidad se encuentra Azure, su producto estrella, que continúa creciendo en ingresos al 33% i.a. a pesar de su gran tamaño.
Microsoft cotiza a un múltiplo de 29,7x su ganancia estimada para los próximos 12 meses, relativamente en línea con su promedio de los últimos cuatro años (29x).
El múltiplo de valuación de Microsoft es elevado en comparación con el grupo de las grandes tecnológicas, ya que los inversores valoran la diversidad de unidades que componen la empresa, las cuales incluyen desde videojuegos y computadoras personales hasta computación en la nube, inteligencia artificial y software.
Alphabet (ex-Google)
La compañía dueña de Google logró un crecimiento de ingresos del 15% i.a., acompañado de un salto del 37% en sus ganancias, dando como resultado un margen de rentabilidad récord del 32%.
Parte del resultado se explica por la recuperación del gasto en publicidad digital, su principal unidad de negocios, que representa el 75% de sus ingresos.
Sin embargo, el área mayormente responsable del rápido ascenso en sus ganancias es la computación en la nube, que logró un crecimiento de ventas del 35% i.a. y ya representa el 13% de los ingresos totales de la empresa. La rentabilidad de esta unidad, que operaba con pérdidas hasta 2022, pasó del 5% de las ventas en 2023 a un impresionante 17% en el 3Q24.
Además de sus dos principales negocios –publicidad digital y computación en la nube– Alphabet posee un importante posicionamiento en inteligencia artificial y un segmento denominado "otras apuestas". Este último incluye a Waymo, la empresa líder en transporte por conducción autónoma, que ya realiza 150.000 viajes pagos por semana en Estados Unidos.
Con una valuación de 18,9x su ganancia estimada para el próximo año, Alphabet presenta el múltiplo más bajo del grupo. Esto se explica, en parte, por temores sobre la posibilidad de que la inteligencia artificial sea disruptiva para su motor de búsqueda, que continúa siendo la principal fuente de ganancias de la empresa.
Amazon
Amazon logró la mayor sorpresa positiva con sus resultados al tercer trimestre, lo cual permitió que su cotización saltara 6,2% el día del anuncio. En concreto, las ventas crecieron 11% i.a., mientras que la ganancia se disparó un 70% i.a. hasta USD 15,4 MM.
El crecimiento de su ganancia se explica por dos grandes razones. En primer lugar, su segmento de e-commerce, que representa el 63% de los ingresos totales, logró reducir considerables costos luego de dos años de reestructuraciones que incluyeron una importante racionalización de su fuerza laboral. En Norteamérica, el e-commerce alcanzó un margen de rentabilidad récord del 5,9%, mientras que en el plano internacional el segmento logró operar con ganancia (margen de 3,6%) por primera vez desde 2020.
En segundo lugar, su unidad de computación en la nube, líder global por encima de Microsoft y Alphabet, logró un incremento de ventas del 19% i.a. con un margen operativo del 38%. Esta unidad altamente rentable continúa creciendo en importancia dentro de la compañía, representando el 17% de los ingresos totales al tercer trimestre.
Amazon cotiza a un múltiplo de 28,9x su ganancia estimada para los próximos 12 meses, por debajo de su promedio de los últimos cuatro años (40x).
Meta (ex-Facebook)
Meta presentó un crecimiento de ingresos del 19% i.a., con un salto del 29% en sus ganancias, obteniendo un margen neto del 39%, el más alto entre el grupo de grandes tecnológicas.
La empresa está fuertemente concentrada en publicidad digital, de donde genera prácticamente la totalidad de sus ingresos. De este modo, el crecimiento de su rentabilidad depende de la cantidad de personas que utilizan sus redes y de cuán efectiva es la empresa en transformar anuncios en ventas.
Respecto de los usuarios, su familia de apps, que incluye WhatsApp, Instagram y Facebook, creció un 5% i.a. hasta alcanzar los 3.290 M de usuarios diarios, equivalentes al 48% de la población mundial ex-China (donde sus apps están prohibidas). Es decir, que 1 de cada 2 personas utiliza al menos una de sus apps diariamente.
La red social Threads, lanzada en 2023 para competir con Twitter, alcanzó los 275 M de usuarios mensuales (un incremento desde los 100 M del año anterior). En los últimos meses, su crecimiento aceleró hasta llegar a un ritmo de un millón de usuarios diarios.
En cuanto a la efectividad de sus anuncios, Meta lleva al menos cinco años trabajando en aplicar inteligencia artificial para la identificación del público objetivo de sus anunciantes, lo que se traduce en una fuerte ventaja que le permite convalidar un precio creciente para la publicidad en sus plataformas.
Meta cotiza a un múltiplo de 22,6x su ganancia estimada para los próximos 12 meses, por encima de su promedio de cuatro años (18,6x).
Conclusión
Los resultados de las grandes tecnológicas presentan un panorama favorable que podría continuar traccionando al mercado norteamericano. Excepto por Apple, los ingresos crecen a un ritmo de dos dígitos anuales y los márgenes de ganancias se expanden, dando paso a negocios que continúan creciendo a tasas aceleradas a pesar de su tamaño.
Los contratos futuros de Rofex tuvieron una semana estable en la que perdieron un 0,1%...
Los contratos futuros de Rofex tuvieron una semana estable en la que perdieron un 0,1%. Las principales subas estuvieron en los contratos a fines del 2024/principios del 2025: diciembre 24 (+0,3%), enero 25 (+0,2%) y marzo 25 (+0,3%). Mientras que las mayores bajas estuvieron en los contratos más largos: junio 25 (-0,4%), julio 25 (-0,3%) y agosto 25 (-0,6%). Con el BCRA registrando fuertes compras, esta semana será clave cualquier anuncio que haya en torno a un potencial levantamiento del cepo.
El contrato de noviembre cotiza en $1.022 y marca una devaluación directa de 3,4% y mensualizada de 2,8%; casi un punto por encima del crawling peg de 2,0%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg correría en niveles en torno al 3,0%: 3,1% en diciembre ($1.054), 3,4% en enero ($1.089) y 2,7% en febrero ($1.118). A partir de entonces, los precios señalan una devaluación de 2,5% promedio hasta agosto del 2025.
Así, la curva de tasas (TNA) se mantuvo en un nivel similar aunque tuvo un aplanamiento por el encarecimiento relativo de los contratos más cortos. Noviembre rinde TNA 35%. A partir de entonces, los rendimientos aumentan gradualmente hasta alcanzar un máximo de TNA 38% en enero del 2025 luego de lo cual las tasas rondan TNA 37 hasta septiembre del 2025.
El volumen operado repuntó en la última semana, en línea con la estacionalidad de fin de mes. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 2,4 millones de contratos. El viernes 25 de octubre el interés abierto cerró en USD 3.072 M, una suba de 11% m/m y una caída de 41% i.a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Segunda semana consecutiva de caídas para los mercados globales. Los datos publicados en EE. UU. confirmaron que la actividad económica mantiene un ritmo de crecimiento sostenido, impulsado por el consumo en un contexto de leve presión al alza en los precios. Los datos laborales de octubre sorprendieron negativamente, con una creación de empleos no agrícolas menor a la esperada, aunque esto se atribuye al impacto de los huracanes y la huelga en Boeing, por lo que no afectó las expectativas generales. Sin embargo, el desempleo se mantuvo en mínimos y los salarios aceleraron nuevamente, superando la inflación. Con estos datos y los inversores viendo mayores probabilidades de triunfo para Trump, se moderaron las expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed, llevando los rendimientos de los bonos del Tesoro al alza, con la UST10Y alcanzando casi 4,40%, su nivel más alto en cuatro meses. En este contexto, los bonos continuaron en baja y las acciones retrocedieron de manera generalizada, especialmente en las de mayor capitalización. El dólar se mantuvo firme y los commodities registraron retrocesos. Con este marco, comienza la semana más importante de los últimos cuatro años, dado que EE. UU. elegirá a su próximo presidente en un escenario de paridad extrema entre Trump y Harris, lo cual podría demorar el anuncio del ganador y añadir incertidumbre y volatilidad al mercado. Además, la Fed anunciará su decisión de tasa de interés tras la baja de 50 pb en septiembre, y el mercado descuenta una reducción de 25 pb.
Sube el gasto y repunta la inflación. En septiembre, los ingresos de las familias aumentaron un 0,3% m/m, ligeramente por encima del 0,2% m/m de agosto, mientras que el gasto nominal subió un 0,5% m/m, acelerando respecto al 0,3% m/m del mes anterior. Esto redujo la tasa de ahorro al 4,6% de los ingresos. En el último año, los ingresos crecieron un 5,5% impulsados principalmente por los salarios, y el gasto subió un 5,1%, lo que permitió una mejora del 10% en la tasa de ahorro familiar. Medido a precios constantes, el consumo privado creció un 0,4% m/m (4,3% anualizado), el doble que en agosto, gracias al buen desempeño del consumo de bienes, que subió un 0,7% m/m (8,2% anualizado), mientras que el de servicios aumentó un 0,2% m/m (2,6% anualizado), manteniendo el ritmo de meses anteriores. La mala noticia de esta publicación fue el leve repunte de la inflación implícita: el PCE general subió un 0,2% m/m y un 2,2% i.a., mientras que el PCE Core y el Super Core (sin vivienda) aceleraron su marcha con aumentos de 0,25% m/m y 0,31% m/m, respectivamente, el peor resultado en cinco meses, acumulando en el último año alzas de 2,7% y 2,1%, respectivamente.
No landing confirmado. La primera estimación del PBI del 3Q24 publicada la semana pasada confirmó la fortaleza de la actividad económica en EE. UU., que continúa creciendo a buen ritmo pese al entorno de tasas de interés más altas. En concreto, durante el 3Q24, la economía estadounidense se expandió un 2,8% t/t anualizado. Aunque ligeramente inferior al 3,0% t/t registrado en el 2Q24, superó las expectativas de mercado de 2,5% t/t. Entre los factores de demanda, destacó la aceleración del consumo privado, que creció un 3,7% t/t, su mejor desempeño desde el 1Q23 y casi 1 punto porcentual más que en el 2Q24, aportando 2,5 pp al crecimiento del PBI. Este repunte se debió al aumento del 6% t/t en el consumo de bienes, mientras que el de servicios mantuvo un sólido dinamismo con un alza del 2,6% t/t. El consumo público también contribuyó al crecimiento, aumentando un 5,0% t/t y aportando 0,85 pp al PBI, impulsado por un alza del 11% t/t en el gasto en defensa. Las exportaciones tuvieron un desempeño notable, expandiéndose un 8,9% t/t (frente al 1,0% del 2Q24), aunque su efecto fue compensado por el incremento del 11,2% en las importaciones, resultando en una contribución negativa de 0,56 pp de las exportaciones netas al crecimiento del trimestre. La aceleración del consumo privado y del gasto público contrastó con la desaceleración de la inversión, que, tras expandirse un 8,3% t/t en el 2Q24, apenas creció un 0,3% t/t, debido a una moderación en la inversión fija (afectada por la caída de la inversión residencial, aunque con crecimiento en maquinaria) y un aporte negativo de los inventarios. Con estos resultados, el PBI acumuló un alza del 2,9% i.a. en los últimos cuatro trimestres, en línea con el crecimiento observado en 2023.
Malo, pero transitorio. Los datos del mercado laboral de octubre sorprendieron al mercado, aunque esta vez por la negativa, mostrando un desempeño muy pobre. Sin embargo, la lectura es difusa debido al impacto de los huracanes y la huelga en Boeing, por lo que se espera una recuperación en noviembre. En detalle, la creación de empleo no agrícola en octubre fue de apenas 12 mil puestos, muy por debajo de los 223 mil creados en septiembre y siendo el registro más bajo desde diciembre de 2020. El empleo agrícola tampoco mostró buenos resultados, con una pérdida de 380 mil puestos. A pesar de estos malos datos, la tasa de desocupación se mantuvo en 4,1% —aunque en términos absolutos aumentó en 150 mil personas— debido a una reducción de 218 mil personas en la Población Económicamente Activa durante el mes. A pesar de las distorsiones causadas por los huracanes, los salarios continuaron al alza, con un incremento de 0,4% m/m (frente al 0,3% m/m de los dos meses anteriores), acumulando una suba de 4,1% en los últimos doce meses, lo que sostiene la mejora de los salarios reales y respalda el consumo familiar.
Menos recortes y higher for longer. Ante la sólida performance del nivel de actividad, el leve repunte de la inflación y las incertidumbres que plantea la situación fiscal en EE. UU. –especialmente si gana Trump, dado su programa fiscal más expansivo y su política comercial más restrictiva que podría añadir presión sobre los precios–, el mercado continúa ajustando sus expectativas de recortes de tasas de la Fed. Para este año, los inversores anticipan dos recortes de 25 pb cada uno –el primero se espera esta semana–, mientras que para el próximo año ahora proyectan solo tres recortes de 25 pb en marzo, junio y octubre, lo que llevaría la tasa de referencia a un cierre de 3,75% en 2025. Esto representa una fuerte revisión respecto a las expectativas de principios de octubre, cuando se preveían siete recortes de 25 pb hasta septiembre de 2025. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro continuaron al alza: la UST2Y aumentó 11 pb llegando a 4,20%, y la UST10Y subió 13 pb para cerrar la semana en 4,36%, su nivel más alto en cuatro meses, acumulando un alza de 68 pb desde la última reducción de la tasa de referencia de la Fed.
Dólar estable y commodities en baja. El dólar mantuvo su presión alcista. Aunque en la última semana mostró un comportamiento estable con un leve retroceso frente al euro, el DXY ha subido 3,5% en los últimos 30 días. El avance más notable se dio nuevamente frente al yen japonés, que cerró la semana en USDJPY 152, un 0,4% más que la semana anterior y 6,5% por encima del mes pasado. Frente a las monedas emergentes, el dólar avanzó 2,8% contra el real brasileño, acumulando un alza de 7,7% en el último mes y cerrando la semana en USDBRL 5,87, su nivel más alto desde mayo de 2020. En cuanto a los commodities, todos registraron bajas semanales: el WTI retrocedió 3,2%, volviendo a situarse por debajo de los USD 70 por barril ante las posibles decisiones de Arabia Saudita de aumentar la producción y el impacto de un menor crecimiento en China. La soja cayó 0,5%, acumulando una baja mensual de 7%, mientras que el cobre subió 0,2% pero ha perdido 3,3% en el último mes. Finalmente, el oro retrocedió 0,5%, aunque sigue cotizando en niveles máximos históricos.
Sigue el ajuste en el mercado. Segunda semana negativa para Wall Street, con caídas en bonos y acciones. El índice agregado de bonos retrocedió 0,9% en la semana, acumulando una baja de 3,5% en los últimos 30 días. Los más afectados fueron nuevamente los bonos Investment Grade, que cayeron 1,2% en la semana y 4,4% en el último mes, mientras que los bonos del Tesoro y los High Yield bajaron 0,9% y 0,7%, respectivamente, acumulando caídas de 3,3% y 1,9%, respectivamente, en el mismo período. En el mercado de acciones, los tres principales índices también cerraron con pérdidas: el Nasdaq fue el más golpeado con una caída de 1,5%, seguido por el S&P 500 que retrocedió 1,4%, mientras que el Dow Jones perdió 0,2%. En cuanto al rendimiento semanal por sectores, la mayoría operó en baja, destacándose el tecnológico, que perdió 2,8% debido a la caída en las Megacaps: Apple retrocedió 3,7%, Nvidia 4,3% y Microsoft 4,2%. Por otro lado, el sector de comunicación lideró las ganancias con un avance de 1,7%, impulsado por Alphabet, cuyas acciones subieron 3,6% y compensaron la caída de 1,1% en Meta. En el sector de consumo discrecional, Tesla bajó 7,5%, aunque la pérdida fue parcialmente compensada por el alza de 5,4% en Amazon.
Sigue la temporada de balances. La semana fue crucial para la temporada de reportes corporativos, con 5 de las 7 magníficas presentando sus resultados: Alphabet (positivo), Meta (neutral), Microsoft (neutral), Apple (neutral) y Amazon (positivo). Hasta ahora, 176 empresas del S&P 500, que representan el 35% del índice y alcanzan el 70,2% de su capitalización, ya publicaron sus balances. En general, las ventas aumentaron 5,3% i.a. y los beneficios 8,5% i.a., aunque con una marcada disparidad entre sectores: comunicación y consumo discrecional mostraron incrementos del 26% y 22%, respectivamente, mientras que energía e industrial registraron contracciones del 20% y 11%, respectivamente.
Trump, Harris y Powell. Esta semana será decisiva para los mercados globales, ya que EE. UU. elegirá a su próximo presidente, y las encuestas muestran una paridad extrema entre Trump y Harris, aunque Trump tendría una ligera ventaja y el mercado ya lo percibe como favorito. La estrecha competencia en varios estados clave podría retrasar los resultados, añadiendo incertidumbre y volatilidad en un contexto de dos semanas de caídas en medio de un año de máximos históricos para las acciones. Además, el jueves, la Fed anunciará su política monetaria, y se anticipa un recorte de 25 pb en la tasa de interés, tras la reducción de 50 pb en septiembre. En cuanto a los datos económicos, se espera que el PMI de servicios del ISM indique crecimiento en el sector, aunque en desaceleración. También se publicarán el índice preliminar de confianza del consumidor de Michigan, datos comerciales, los PMI finales de servicios globales y cambios en el crédito al consumo. La temporada de reportes corporativos continuará, con el foco en grandes y medianas empresas como Vertex Pharmaceuticals, Palantir, Zoetis, Marriott, AIG, Apollo, Ferrari, Qualcomm, Toyota, CVS y Gilead Sciences.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
La semana volvió a ser positiva para los activos locales, tanto en moneda local como en moneda extranjera. Los bonos soberanos mostraron resiliencia pese a un panorama global adverso para los emergentes, mientras los bonos provinciales y corporativos se estabilizaron tras semanas de alzas. Los bonos en pesos tuvieron una excelente semana y la brecha cambiaria continuó disminuyendo. La primavera financiera se afianza con los buenos resultados que trajo el blanqueo de capitales –extendido una semana más– que se ha convertido en la clave para que el Gobierno mantenga su plan de reducir la inflación sin la presión de un mercado cambiario tensionado. El fuerte aumento de los depósitos en moneda extranjera deja un elevado potencial de financiamiento, que permite aumentar la oferta de divisas en el MULC y compensar los mayores pagos. En este contexto, el BCRA compra divisas y refuerza la confianza en la sostenibilidad del esquema actual, permitiendo que el gobierno mantenga el ritmo de devaluación por debajo de la inflación y las tasas de interés, lo cual potencia el carry trade. Con la inflación en descenso, el BCRA redujo la tasa de referencia por primera vez en cinco meses, dejándola neutral en términos reales, aunque todavía por encima del ritmo de aumento del tipo de cambio. Mientras la confianza sostenga esta dinámica, el círculo será virtuoso, pero se logrará a costa de seguir retrasando el tipo de cambio, lo cual representa un riesgo potencial a considerar. Esta semana, la atención estará en la fase final del blanqueo y su impacto en los depósitos en dólares, que se aceleraron en la última semana, así como en la evolución del mercado cambiario y las reservas internacionales. También se llevará a cabo la primera licitación del mes, en la que el Tesoro enfrentará vencimientos importantes, y se publicarán los datos de inflación de octubre de CABA, que ofrecerán mejores indicios de cara al IPC Nacional –publicado el día 12– con expectativas de que se ubique por debajo del 3% m/m. Además, se presentarán los índices de producción industrial y construcción de septiembre, proporcionando señales sobre la actividad económica. Finalmente, el BCRA publicará el REM de octubre, donde se observará si el promedio de analistas ajustó sus proyecciones de inflación y tipo de cambio para lo que resta del año y para 2025.
Recuperó la imagen. En octubre, el Índice de Confianza en el Gobierno registró un aumento mensual del 12,2%, elevando la imagen positiva a un 48,6%. A pesar del reciente veto a la Ley de Financiamiento de Universidades, este incremento de la confianza parece estar impulsada por una mejora del 8,1% en la percepción de la situación personal, reflejada también en el Índice de Confianza de los Consumidores. Así, el promedio de la confianza en el Gobierno, ajustado por situación personal (es decir, considerando el contexto de crisis), es un 8% superior al promedio del mismo período bajo el gobierno de Alberto Fernández y un 14% mayor al de Mauricio Macri.
Continúa la caída de la recaudación. La recaudación de octubre mostró una baja del 3% i.a. en términos reales, destacándose contracciones en Ganancias y el Impuesto PAIS, compensadas parcialmente por el crecimiento en derechos de exportación y contribuciones de seguridad social. En particular, Ganancias registró un descenso del 21% i.a., marcando su cuarta baja consecutiva debido a la prórroga en anticipos y a la menor demanda de moneda extranjera para gastos en el exterior. De forma similar, el Impuesto PAIS retrocedió un 43% i.a., arrastrado por la caída en importaciones y la reducción de su alícuota. Excluyendo la baja del Impuesto PAIS, la recaudación se habría mantenido en términos reales en los niveles de octubre de 2023. Entre los tributos ligados a la actividad, el IVA DGI mostró un leve repunte (+0,2% i.a. real) por primera vez en el año, mientras que el IVA de importaciones y los derechos de importación cedieron en términos reales (medidos en dólares, prácticamente se mantuvieron en los niveles del año pasado, lo cual sugiere importaciones del orden de USD 6.000 M, marcando una posible estabilización tras nueve meses de fuertes caídas). En contraste, Seguridad Social destacó con un alza del 9% i.a. real, impulsada por la adhesión a la moratoria, y los derechos de exportación crecieron un notable 65% i.a., impulsados por la mayor liquidación del sector agroexportador. En el acumulado del año, la recaudación muestra una baja del 7% i.a. real, con retrocesos liderados por impuestos vinculados a la actividad (-12% i.a.) y al empleo (-12% i.a.), mientras que el Impuesto PAIS mitigó parte de la caída con un aumento acumulado del 88%.
Extensión del blanqueo. La flamante ARCA anunció que, en lo que va del blanqueo, se han regularizado USD 19.023 M en cuentas CERA y Alyc, USD 1.935 M en otros activos declarados y USD 19 M en monedas digitales, totalizando USD 20.977 M. Por ahora, el total regularizado está por debajo de lo esperado –aproximadamente USD 30.000 M– con una novedad en su composición: la mayoría de lo blanqueado fue en efectivo, lo que, como anticipaba el Gobierno, generó más dinamismo cambiario que tributario. Así, el crecimiento de los depósitos en moneda extranjera tuvo un gran salto hacia el final de la primera etapa del blanqueo (extendida nuevamente hasta el 8 de noviembre). En concreto, en las últimas cinco ruedas de las que se dispone de registro, estos depósitos crecieron a un ritmo de USD 523 M diarios, frente a los USD 158 M de la semana anterior. En esta primera etapa del blanqueo, los depósitos privados en moneda extranjera aumentaron en USD 15.394 M –prácticamente duplicándose– y el stock alcanzó un nuevo máximo post-convertibilidad de USD 33.982 M. La clave de este incremento es que ahora los bancos cuentan con una enorme liquidez en dólares y, al estar sobreintegrados, podrían aprovecharla para dinamizar el crédito en dólares. De hecho, la mayor parte del aumento de los depósitos se quedó en caja de los bancos –casi USD 10.500 M– y el crédito subió USD 1.700 M, con una clara aceleración en el último mes. Para continuar impulsando los préstamos, el BCRA anunció una reducción en los requisitos de capital mínimo para las entidades que otorguen financiamiento en moneda extranjera a productores agrícolas que almacenen soja.
El BCRA sigue de compras. Impulsado por el blanqueo, las emisiones de deuda corporativa y el buen ritmo de liquidación del sector agroexportador, el BCRA mantuvo su excelente desempeño en el mercado de cambios, acumulando compras de USD 492 M en la semana (promediando USD 98 M diarios). De esta manera, cerró un octubre récord en términos cambiarios, con compras por USD 1.628 M, el mejor octubre desde 2009 (cuando sumó USD 1.476 M en adquisiciones). Noviembre también comenzó con resultados positivos, con compras de USD 19 M y USD 52 M en las dos primeras ruedas. Como hemos destacado, parte de esta dinámica favorable se debe al sector agro, que registró una liquidación récord para esta época del año, alcanzando casi USD 2.600 M en octubre, ligeramente superior a septiembre. Esto se suma al buen desempeño de la cuenta financiera cambiaria y a los pagos de importaciones que continúan moderados por el aumento del financiamiento comercial. Las reservas internacionales aumentaron USD 638 M en la semana, alcanzando un stock bruto de USD 29.800 M, gracias a las intervenciones en el mercado de cambios y al crecimiento de los encajes en moneda extranjera. Así, las reservas netas se ubican en un saldo negativo de USD 4.100 M, que se expande a USD 5.600 M al considerar los vencimientos corrientes de BOPREAL y a USD 8.300 M si se cuenta el eventual giro de USD 2.700 M para cubrir los pagos de capital de enero de los Globales/Bonares.
Atraso cambiario, pero con leve mejora en los precios de commodities. La política de mantener el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial consistentemente por debajo de la inflación sigue erosionando la competitividad del peso, medida a través del Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM). Este proceso se intensifica con el fortalecimiento global del dólar, en especial frente al real brasileño (ver panorama internacional). En octubre, el TCRM se apreció un 2,8% m/m, impulsado por la pérdida de competitividad con Brasil y China –el TCR con EE. UU. se valorizó 1,2%– acumulando una apreciación del 37% desde enero y situándose apenas un 0,6% por encima del nivel de noviembre de 2023, previo a la última devaluación. Esta dinámica afecta la recuperación, en especial para los sectores exportadores no vinculados a commodities. La buena noticia en octubre es que, a pesar del mal desempeño del precio de la soja y derivados en el mercado internacional, el índice de precios de materias primas (que mide la evolución de precios internacionales de los productos que representan casi el 50% de las exportaciones argentinas) logró un alza de 2,9% m/m (los agrícolas +2,3%). Esto marca su segunda suba mensual consecutiva y reduce la pérdida anual al 9% (los agrícolas 12% i.a.), desde el promedio de caída del 16% i.a. en los nueve meses previos. Este incremento brinda cierto alivio a corto plazo, ya que mejora los términos de intercambio en el margen y contribuye a mitigar la pérdida de competitividad cambiaria.
Brecha en mínimo. La semana pasada, el dólar MEP (GD30) descendió un 2,5%, cerrando en $1.127, mientras que el CCL disminuyó un 2,2%, ubicándose en $1.156. Como resultado, las brechas con el dólar oficial se redujeron a 14% y 16%, respectivamente. Este ajuste se atribuye a una mayor oferta de dólares por parte de los exportadores, quienes liquidan un 20% de sus exportaciones al CCL (blend), y a una menor demanda de dólares debido a un flujo importador reducido.
Recorte de tasa de interés. Luego de cinco meses sin modificaciones, el BCRA redujo la tasa de política monetaria del 40% al 35% TNA, lo que equivale a una tasa efectiva mensual del 2,9%. Esta decisión se toma en un contexto de expectativas de inflación en descenso –reflejadas en el REM y en los niveles implícitos del mercado– y va acompañada por una disminución en la tasa de pases activos del 45% al 40% TNA. Suponiendo que el BCRA mantenga el ritmo de devaluación en torno al 2% mensual, el margen del “carry trade” frente al dólar oficial se reduce, aunque no se modificaría significativamente la dinámica de fondo. Un recorte en el crawling peg (y retomar una senda de bajas en tasas) podría evaluarse si la inflación cae por debajo del 2,5% mensual, algo que no se habría alcanzado en octubre, según estimaciones preliminares que sitúan la inflación en torno al 2,9% mensual.
Repuntan los bonos en pesos. Fue una excelente semana para la deuda en pesos, con fuertes ganancias en todas las curvas en un contexto de baja de tasas. El primer catalizador fue la licitación del Tesoro, en la cual el Gobierno no ofreció Lecaps, obligando a los bancos a comprarlas en el mercado secundario y generando un shock de demanda que provocó una compresión generalizada de rendimientos. El segundo factor, aún más evidente, fue la reducción de la tasa de política monetaria del BCRA de TNA 40% a TNA 35% (de TEM 3,3% a TEM 2,9%), tras lo cual las cauciones cortas comprimieron a TNA 30% (TEM 2,5%). En este contexto, los bonos CER lideraron con ganancias promedio de 6,3% y subas de hasta 13,5% en el tramo largo, llevando sus tasas a ubicarse levemente por debajo de los dos dígitos. En cuanto a la tasa fija, las Lecaps subieron un 3,7% semanal, con tasas mensualizadas entre TEM 2,8% y TEM 3,0% a lo largo de toda la curva, lo que indica que el mercado no anticipa otra baja de tasas en el corto plazo. Finalmente, los bonos dollar-linked aumentaron un 1,1% semanal. Estas subas fueron el broche de oro para que octubre cierre como un mes extraordinario para el carry trade en un contexto donde el MEP cayó 6,8%. Las Lecaps ganaron 8,1%, los bonos CER subieron 5,9%, mientras que los bonos dollar-linked retrocedieron 3,9%.
El Tesoro cubrió los vencimientos en octubre. En la licitación de la semana, el Tesoro colocó $0,9 billones frente a vencimientos por $1,6 billones, alcanzando un rollover del 56% sin cubrir la totalidad de los vencimientos. Se ofreció un leve premio respecto al mercado secundario, especialmente en el Boncer más largo, con vencimiento en octubre de 2026, que cortó en CER +12,5% (frente al CER +10,9% del Boncer a diciembre de 2026 negociado en BYMA). La contrapartida de la baja colocación fue una significativa extensión de plazos, que se amplió en 15,6 meses en promedio ponderado, el período más largo para una licitación desde fines de marzo. De esta forma, octubre cierra con un rollover del 101%, una extensión de plazos ponderada de 10 meses (la mayor desde abril) y con un 79% de lo colocado a tasa fija, un 19% en CER y un 2% en dollar-linked.
Semana de alta volatilidad para los bonos hard-dollar. Los bonos del Tesoro acumularon una suba semanal del 0,7% en BYMA y una caída del 0,8% en la Bolsa de Nueva York (comparado con subas del 0,7% en bonos emergentes similares). A pesar del resultado acumulado, fue una semana de grandes fluctuaciones en el mercado local: el lunes abrieron con fuertes subas del 2,0%. Esa misma noche, el Gobierno anunció el adelanto del pago de vencimientos de capital por USD 2.700 M programados para enero, replicando la estrategia aplicada al pago de intereses. Sin embargo, el mercado no reaccionó positivamente, y en las siguientes tres ruedas los bonos cayeron un 2,9%. Esta mala reacción podría explicarse porque a) el mercado “vendió con la noticia” de que el pago de enero estaba asegurado o b) interpretó que el Repo con bancos privados sería menos inminente de lo sugerido por el Gobierno. No obstante, el viernes retomaron alzas y cerraron con una suba del 1,6%. En el último mes, los bonos acumulan ganancias en dólares de 13,4%, lo que llevó el riesgo país a 952 pb, su nivel más bajo en cinco años. La performance de los bonos argentinos destaca no solo por el tamaño de las subas, sino por darse en un contexto global adverso para créditos emergentes: los bonos de países comparables cayeron un 0,3%, mientras que los corporativos CCC estadounidenses comprimieron 27 pb hasta TIR 10,1%. Por su parte, la dinámica de los BOPREAL del BCRA sigue siendo algo menos favorable que la de sus pares del Tesoro, ganando un 0,5% en la semana y 5,7% en octubre.
Buenas noticias para los bonistas. El Tesoro anunció la compra anticipada de USD 2.701 M al BCRA para cubrir la amortización de capital de los bonos Globales y Bonares con vencimiento en enero de 2025, lo que profundizará el deterioro de las reservas internacionales netas, actualmente en torno a -USD 8.300 M. Esta operación se financiará utilizando parte de los $13,26 billones en pesos acumulados en el BCRA al 27 de octubre, resultado del financiamiento neto obtenido hasta septiembre de 2024. El movimiento persigue varios objetivos: en primer lugar, parecería preparar el terreno para un posible canje de deuda en el primer trimestre de 2025, enviando una señal de certidumbre que podría contribuir a reducir el riesgo país. En segundo lugar, evidencia que el Gobierno no prioriza la debilidad de las reservas netas, lo que sugiere que la salida del cepo cambiario se pospone. En el plano monetario, la operación permite absorber $2,67 billones de la base monetaria amplia, compensando la expansión generada por las recientes compras de divisas del BCRA al sector privado. Por último, desde el Gobierno aclararon que esta operatoria no reemplaza la estrategia de un Repo, que el BCRA sigue evaluando como herramienta para fortalecer las reservas, aunque la falta de novedades sugiere ciertas demoras sin que esto implique necesariamente su cancelación.
Calma en bonos provinciales. Los bonos provinciales encontraron algo de calma luego de varias semanas de fuertes subas, ganando un 0,3% semanal, con el bono de Entre Ríos liderando gracias a su incremento de 1,6%. De esta manera, cierran un excelente octubre con ganancias del 7,0% en dólares. La provincia de Buenos Aires 2037 (+18,3%), Entre Ríos 2028 (+9,1%) y Córdoba 2029 (+7,5%) registraron los mejores desempeños.
Los bancos colocan Letras hard-dollar a tasas nulas. Los bonos corporativos ganaron un 0,3% semanal y parecen haberse estabilizado en este nivel de tasas cercanas a una TIR del 8,0% en la Bolsa de Nueva York. Así, cierran un sólido octubre, con ganancias de 0,9% en dólares. En el mercado primario, se observó otra semana de importantes colocaciones, donde se emitieron USD 726 M en el mercado local, sin emisiones en la Bolsa de Nueva York. La particularidad fue que la mayor parte de estas emisiones provinieron de bancos, que colocaron Letras en dólar cable bajo ley argentina, a plazos muy cortos y tasas prácticamente nulas: Galicia colocó USD 500 M a seis meses a una TIR de 0,5%; Comafi emitió USD 104 M en dos bonos a tres meses con TIR de 0,0% y 0,5%; y BST emitió USD 12 M a una TIR de 0,3% a tres meses. Estas operaciones buscan otorgar algún rendimiento al excedente de dólares producto del blanqueo. Para los bancos emisores, este vehículo les permite captar dólares, convertirlos a pesos y prestar o invertir esos fondos en instrumentos cuya tasa en pesos supera el ritmo de devaluación del 2,0% m/m.
El Merval cerró un mes positivo. En octubre, el índice S&P Merval registró un incremento del 8,9% en pesos y del 17,1% en dólares, cerrando el mes en USD 1.598. Los sectores financiero, de servicios públicos y bienes raíces fueron los principales impulsores de esta subida. En particular, BBVA (+28,8%), Edenor (+21,5%) y Banco Supervielle (+19,1%) lideraron las alzas, mientras que Ternium (-13,7%), Sociedad Comercial del Plata (-5,0%) y BYMA (-3,3%) mostraron los principales retrocesos. Entre las empresas que cotizan en Nueva York, destacaron BBVA (+30,9%), Edenor (+25,5%) y Banco Supervielle (+25,3%). Por otro lado, Bioceres (-13,6%), Ternium (-7,7%) y Mercado Libre (-1,5%) fueron las acciones que más cayeron en Wall Street.
Lo que viene. El jueves 7, el Tesoro llevará a cabo la primera licitación del mes, en la que enfrentará vencimientos por $2,9 billones, correspondientes a la amortización de la Lecap S11N4 por $1,7 billones y del Boncer TX26 por $1,2 billones. Las condiciones de esta licitación se conocerán el martes 5 de noviembre. Ese mismo jueves, se publicarán los datos de la inflación de CABA que podrá servir de referencia para el IPC Nacional -se dará a conocer el martes 12-, con la expectativa puesta en que perfore el 3% m/m. Asimismo, ese día el INDEC publicará el índice de producción industrial de septiembre y el estimador de la Construcción de septiembre, que permitirá seguir la evolución de las principales actividades urbanas. También se publicará el REM de octubre en el que se descubrirá si el consenso de analistas modificó sus proyecciones de inflación, tipo de cambio y crecimiento para lo que resta de este año y 2025.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 01/11/2024
Un superávit comercial que se posiciona como una fuente estratégica y sostenida de divisas.
Tras 13 años de déficit comercial energético –con una breve pausa en 2020 por la recesión de la pandemia–, el sector ha pasado a ser un pilar relevante en 2024 por su capacidad de generar divisas. Este año, aportaría USD 5.500 M, con exportaciones estimadas en USD 10.000 M e importaciones de USD 4.500 M. Para 2025, se proyecta un aumento del superávit a USD 7.600 M, impulsado por exportaciones de USD 12.800 M e importaciones de USD 5.200 M. Este cambio de escenario se consolida gracias a la construcción del gasoducto de Vaca Muerta, que ha permitido destapar la capacidad de producción local. Aunque la recesión modera la demanda importadora, el principal dinamismo proviene de la mayor producción interna, llevando las exportaciones a niveles récord desde 1992 y reduciendo la dependencia de las importaciones, como lo muestra la ausencia de compras de GNL en septiembre.
Más allá de un alivio coyuntural, el superávit energético se proyecta como estructural, con expectativas de aportar divisas sistemáticamente y de forma creciente en los próximos años. El optimismo del sector se extiende más allá de 2025, previendo que la finalización de obras clave alivie los cuellos de botella en el transporte y permita una mayor expansión de las exportaciones. En particular, el sector espera la reversión del Gasoducto Norte, que permitirá reemplazar importaciones de gas boliviano; la ampliación del Gasoducto Kirchner – Tramo II, que facilitará exportaciones hacia Brasil y Paraguay; y la construcción de una planta de licuefacción de gas, que posicionará al país en los mercados internacionales de GNL.
El sector energético no solo representa un alivio temporal, sino que su consolidación es fundamental para mejorar de forma estructural la balanza externa. Aunque el superávit actual es relativamente pequeño en términos absolutos, su relevancia radica en la capacidad de reducir la estacionalidad del mercado cambiario, un problema históricamente ligado a la concentración en exportaciones agroindustriales. Diversificar las fuentes de divisas es clave para sostener un tipo de cambio más estable en el mediano y largo plazo. Algunos especialistas incluso hablan de un nuevo riesgo de "Dutch disease", en el cual el dinamismo energético complica el equilibrio entre el tipo de cambio real urbano y no urbano. A pesar de estos desafíos, se destaca el crecimiento de empresas proveedoras de servicios e insumos vinculadas al sector, lo que impulsa las economías regionales.
En los primeros nueve meses del año, el sector registró un superávit comercial de USD 3.709 M, revirtiendo el déficit de USD 1.027 M del mismo período de 2023. El crecimiento de las exportaciones, con un aumento total del 26,3% i.a., fue clave para este superávit, impulsado por un incremento del 28,7% i.a. acumulado en las cantidades exportadas, que compensó una caída del 1,9% en los precios. Las ventas de crudo lideraron este desempeño, con un total de USD 4.033 M en nueve meses, un volumen de 206.000 barriles diarios en septiembre (+51% i.a.) y un precio promedio de USD 73/barril (-13% i.a.).
Por el lado de las importaciones, el valor cayó 48,3% i.a. acumulado, debido a una reducción del 40,9% i.a. en las cantidades y del 12,5% i.a. en los precios. Las importaciones de gasoil bajaron 46% i.a., mientras que las de gas natural licuado disminuyeron 64,1% i.a. (en septiembre directamente no se realizaron compras de GNL).
La producción de petróleo mostró un sólido crecimiento del 15% i.a. en septiembre, alcanzando 732.000 barriles diarios, el nivel más alto desde octubre de 2003. En el año, la producción creció un total de 10% i.a., impulsada por el dinamismo de la producción no convencional, que aumentó 27% i.a.
En contraste, la producción de gas natural mostró signos de desaceleración, con un crecimiento del 2,8% i.a. en septiembre, aunque fue el mejor registro para ese mes desde 2004. En los primeros nueve meses del año, la producción acumulada subió 6% i.a., destacando el aumento del 15% i.a. en la producción no convencional, frente a una caída del 8% en la producción convencional.
Este boom productivo, especialmente en el sector no convencional, se reflejó en el mercado. Durante 2024, el rendimiento del sector energético estuvo en línea con el Merval, que mantiene una clara tendencia alcista. Sin embargo, destaca el desempeño de Vista, cuyos movimientos superaron al índice. Es importante señalar que las empresas energéticas ya venían de un fuerte ciclo alcista desde 2022, separándose del Merval. Esto sugiere que el mercado ya habría descontado en los precios la mejora en la producción y los mayores ingresos de divisas generados por el sector energético.
En síntesis, la oferta energética sigue marcando récords, liderada por el crecimiento de los no convencionales, lo que permite expandir la capacidad exportadora del país. Este cambio no solo refleja un boom productivo, sino que consolida al sector como una realidad estratégica para la generación de divisas. El crecimiento sostenido de la industria energética representa una oportunidad clave para reducir la dependencia del sector agroindustrial como principal motor exportador y contribuir a la estabilidad del mercado cambiario en el mediano plazo.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones en EE. UU. cerraron en fuerte baja el jueves, arrastradas por las decepcionantes previsiones de ganancias de Microsoft y Meta, que generaron preocupaciones sobre sus elevados costos de inteligencia artificial y posibles presiones sobre los márgenes de ganancias. Concretamente, las acciones de Microsoft y Meta se desplomaron un 6,0% y un 4,1%, respectivamente, lo que afectó el optimismo de los inversores e impactó en otras empresas tecnológicas clave, como Nvidia y Amazon, que cayeron un 4,7% y un 3,4%, respectivamente. El Nasdaq fue el índice más afectado, con una pérdida del 2,5%, seguido por el S&P 500, que cayó un 2,0%, y el Dow Jones, que retrocedió un 1,0%. Hoy se publicarán los resultados de otras dos mega capitalizaciones, Apple y Amazon, completando así una semana desafiante para las acciones de las grandes tecnológicas.
La renta fija también cerró el mes bajo presión ante el alza de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que alcanzaron su nivel más alto en los últimos tres meses. La UST2Y subió 2 pb, situándose en 4,17%, mientras que la UST10Y cerró en 4,27%, 3 pb por encima del día anterior. Esto afectó a todos los índices de bonos, que cayeron un 0,2% en la última rueda del mes y finalizaron octubre con una pérdida promedio de 2,6%, siendo el peor mes del año. Cabe destacar que, ante el sólido desempeño de la actividad económica, el leve repunte de la inflación (ver más abajo) y la alta probabilidad de que Trump regrese a la Casa Blanca, el mercado ajustó las expectativas de recortes de tasas de la Fed, proyectando ahora solo 4 recortes de 25 pb hasta junio de 2025. Los inversores esperan el primer recorte en la reunión de noviembre y los otros tres entre enero y junio de 2025, una corrección significativa respecto a principios de octubre, cuando se proyectaban 7 recortes de 25 pb hasta septiembre del próximo año.
En cuanto a los datos económicos del día, sobresalió la publicación de la evolución de ingresos y gastos de las familias en septiembre, que se aceleraron, reafirmando la solidez del consumidor estadounidense. Los recortes de empleo y las solicitudes de desempleo también registraron una caída considerable. Concretamente, el gasto personal superó las expectativas del mercado al subir 0,5% m/m en septiembre, acelerándose respecto al 0,3% m/m del mes anterior, impulsado tanto por el gasto en bienes como en servicios. Los ingresos aumentaron 0,3% m/m, frente al 0,2% m/m de agosto, impulsados por un mayor dinamismo en los ingresos laborales, que crecieron 0,5% m/m.
Asimismo, el índice de precios PCE aceleró con un alza de 0,2% m/m y 2,1% i.a., impulsado por el incremento en los precios de los servicios, que subieron un 0,3% m/m, mientras que los precios de los bienes disminuyeron un 0,1% m/m. El PCE core, el indicador preferido de la Fed para medir la inflación subyacente, registró un aumento de 0,3% m/m, la mayor subida en cinco meses, tras una revisión al alza del 0,2% en agosto, y acumuló en los últimos doce meses un alza de 2,7%, igual que en agosto pero superando las previsiones del 2,6%.
Noticias locales: el país hoy.
El BCRA continúa con su racha compradora: en la rueda de ayer adquirió USD 19 M y ya acumula 24 jornadas sin ventas. Así, considerando que las compras de ayer se liquidan hoy, el BCRA inició noviembre con el pie derecho. Por otro lado, las reservas internacionales brutas cayeron en USD 1.262 M hasta los USD 28.617 M, como resultado del desarme de encajes estacional de todos los fines de mes.
El dólar oficial aumentó 50 centavos, alcanzando los $990,8. Así, la TEM de devaluación cayó a 1,5% respecto del 3,1% observado el miércoles. En las últimas cinco ruedas, la TEM se mantiene en 1,9%, mientras que en octubre registró un promedio del 2,0%.
Los dólares financieros operaron de manera mixta. El MEP (GD30) cayó un 0,8%, ubicándose en $1.127, en tanto que el CCL aumentó un 0,1%, alcanzando los $1.156. De este modo, las brechas con el oficial se sitúan en 14% y 17%, respectivamente.
Fue una buena rueda para las curvas de deuda en pesos. Por un lado, los instrumentos a tasa fija registraron alzas de 0,3% en las Lecaps y de 1,6% en el TO26. Por otro lado, los bonos CER se mantuvieron estables sin grandes variaciones, mientras que los instrumentos dollar-linked subieron un 0,2%.
Por su parte, los bonos soberanos en hard-dollar cayeron un 0,6%, acumulando tres ruedas consecutivas a la baja. La caída se debe a factores locales: en estas tres jornadas, los bonos argentinos registran un resultado negativo de 2,9%. Asimismo, los comparables emergentes subieron un 0,9% y las tasas de las empresas CCC comprimieron 6 pb hasta 10,1%. De esta forma, el riesgo país aumentó 26 pb diarios, ubicándose en 981 pb, y las paridades promedian el 62%. Por su parte, los BOPREAL del BCRA retrocedieron un 0,2%.
Los contratos de dólar futuro continuaron al alza, con un incremento promedio de 0,2%. Las mayores subas se registraron en los contratos de junio, julio, agosto y septiembre, todos con un aumento de 0,4%. Así, la devaluación implícita se ubica en un promedio mensual de 2,7% hasta agosto de 2025.
El Merval rebotó y subió un 0,8% en pesos y un 1,1% en CCL, llegando a los USD 1.603, registrando un incremento de 0,1% en pesos y 2,2% en dólares en las últimas cinco ruedas. Edenor (3,1%), Telecom (2,9%) y Banco Supervielle (2,7%) fueron las empresas con mayores alzas, mientras que Cresud (-1,8%), Transportadora de Gas del Norte (-1,5%) y Transportadora de Gas del Sur (-1,0%) experimentaron los principales retrocesos.
La IA revoluciona la agricultura desde la gestión de cultivos y optimización de recursos.
Imaginemos una plantación de tomates que cubre miles de hectáreas. En el pasado, el monitoreo del estado del vegetal era una tarea manual y ardua, que dependía de la experiencia del agricultor y sus recorridos por los campos. Hoy en día, drones equipados con sensores y algoritmos de IA tan solo sobrevuelan el campo y en minutos generan un análisis detallado de la salud del cultivo.
Por ejemplo, un dron equipado con cámaras multiespectrales puede captar imágenes en distintas longitudes de onda de luz. Luego, la IA las procesa para identificar áreas con escasez de agua o afectadas por plagas, permitiendo al productor tomar decisiones informadas.
Supongamos que, después de un sobrevuelo matutino, los drones identifican que las plantas en la sección oeste de la plantación muestran signos de deshidratación, mientras que las de la parte norte presentan síntomas iniciales de una plaga común. El agricultor puede aumentar el riego en la zona afectada y aplicar un control biológico donde se requiera, todo en cuestión de horas.
Agricultura de precisión: optimización de recursos con algoritmos
En otro escenario, sensores colocados directamente en el suelo miden la humedad y la composición de nutrientes, enviando datos a un servidor central que los analiza mediante algoritmos. Con esta información, el sistema recomienda ajustes en la irrigación o la aplicación de fertilizantes, reduciendo el desperdicio de agua y optimizando la absorción de nutrientes.
Los algoritmos analizan una multitud de factores, como la inclinación del terreno, el tipo de suelo, las condiciones climáticas, y el estado de crecimiento de las plantas. Así, un agricultor que tradicionalmente aplicaría agua y fertilizantes de manera uniforme en todo su campo, con la ayuda de la IA puede ajustar el riego para cada tipo de suelo.
Estos ajustes también optimizan el uso de fertilizantes. Si el algoritmo detectara una deficiencia de nitrógeno en una sección específica del campo, en lugar de aplicar fertilizante a toda la explotación, el agricultor podría enfocarse solo en la zona necesitada, reduciendo el impacto ambiental y los costos.
La IA también adapta las estrategias de fertilización a largo plazo, analizando datos históricos sobre el rendimiento del suelo. El agotamiento de nutrientes de un campo cultivado durante décadas será diferente en comparación con un terreno recién preparado. A través de esta tecnología, el productor recibe recomendaciones específicas para restaurar el suelo, asegurando que las generaciones futuras utilicen esa tierra de manera sostenible.
Predicción de cosechas: IA para pronosticar rendimientos y precios
Para resultar exitosas, las cosechas dependen del clima y otros factores externos. Sin embargo, con la llegada de la inteligencia artificial es posible predecir con mayor precisión los rendimientos y ajustar las expectativas de producción en consecuencia.
De esta forma, si un agricultor cultiva maíz en una región propensa a sequías, sería posible anticipar cómo afectará el rendimiento una temporada de lluvias escasa. El sistema analiza datos meteorológicos, las características del suelo, y los patrones de crecimiento del maíz en años anteriores para prever que la cosecha será un 30% inferior a la media. Con esta información, se puede sembrar una variante más resistente a la sequía o ajustar sus expectativas de venta.
Por otro lado, la IA también es capaz de predecir los precios futuros de las cosechas. En caso de que, por ejemplo, la demanda global de maíz aumente debido a una escasez global, el sistema de IA recomendará el almacenaje de parte de su cosecha en lugar de venderla inmediatamente, con la expectativa de que los precios aumenten en los próximos meses. Este tipo de decisiones estratégicas marcará una diferencia en los ingresos finales de una explotación agrícola.
Esta tecnología también permite la simulación de diferentes escenarios, lo que ayuda a los agricultores a tomar decisiones más informadas. Por ejemplo, si se decidiera plantar un nuevo cultivo el próximo año, la IA predice cuál sería el rendimiento bajo diferentes condiciones meteorológicas y de mercado, proporcionando una herramienta valiosa para planificar a largo plazo.
Oportunidades de inversión en agrotecnología
El avance de la IA en la agricultura abrió nuevas y emocionantes oportunidades. Las startups y empresas tecnológicas desarrollan soluciones innovadoras que ayudan a los agricultores a mejorar su productividad y eficiencia. Por ejemplo, startups que ofrecen un servicio de drones que también aplica pesticidas de manera selectiva en las áreas afectadas, reduciendo la cantidad de agroquímicos utilizados y, por ende, los costos y el impacto ambiental.
Otra área prometedora es el desarrollo de software de IA que analiza grandes cantidades de datos de cultivo. Estas plataformas facilitan la gestión de grandes explotaciones agrícolas, permitiendo tomar decisiones más informadas y reducir los costos operativos. Pero las aplicaciones de la tecnología no se reducen solo a sistemas inteligentes, sino también al ámbito de la maquinaria agrícola. Algunas empresas desarrollan tractores autónomos equipados con IA que pueden sembrar, cosechar y realizar otras tareas sin intervención humana.
Por último, pero no menos importante, la creación de soluciones de almacenamiento y gestión de datos. A medida que los productores recopilan más datos sobre sus operaciones, se necesita una infraestructura robusta para almacenar, procesar y proteger esta información. Empresas que ofrecen plataformas de gestión de datos seguros para la agricultura estarán bien posicionadas para captar este nicho en crecimiento.
Conclusión
La inteligencia artificial revoluciona la agricultura y permite a los productores optimizar sus operaciones, mejorar la eficiencia y adaptarse a los desafíos del futuro. Desde drones que monitorean la salud de los cultivos hasta algoritmos que predicen el rendimiento y los precios, la IA ofrece soluciones para un sector que debe producir más alimentos con menos recursos.
El futuro de la agricultura es inteligente, y quienes adopten estas tecnologías estarán mejor preparados para enfrentar los desafíos de la producción sostenible, mientras que los inversores que apuesten por estas soluciones estarán a la vanguardia de una de las revoluciones tecnológicas más importantes del siglo XXI.
Noticias locales: el país hoy.
El BCRA finalizó octubre con un saldo positivo notable, y en la última rueda del mes (la de hoy ya computa para el MULC de noviembre) registró compras netas por USD 158 M. De este modo, en el décimo mes del año acumuló compras por USD 1.628 M, marcando un récord absoluto (el último octubre comparable en compras fue en 2009, con un total de USD 1.476 M). Por otro lado, las reservas internacionales brutas aumentaron en USD 213 M, alcanzando los USD 29.879 M, el nivel más alto desde junio de este año.
El dólar oficial aumentó en $1 diario, llegando a $990,3. Así, la tasa efectiva mensual (TEM) de devaluación subió a 3,1%, frente al 1,3% registrado el martes. En las últimas cinco ruedas, la TEM corrió al 1,9%, mientras que en octubre se mantuvo en 2,0%.
Los dólares financieros operaron de forma mixta. El MEP (GD30) cayó 0,2% hasta los $1.133, mientras que el CCL subió 0,6% y se ubicó en $1.158. De esta manera, la brecha del MEP con el oficial se mantuvo en 15% y la del CCL subió a 17%.
En el universo de deuda en pesos, los bonos indexados experimentaron fuertes subas. Los bonos CER avanzaron un 1,5%, con alzas de hasta 5,8% en el tramo largo, mientras que los bonos dollar-linked también tuvieron una buena rueda, subiendo 1,4%. En contraste con semanas anteriores, esta vez la peor performance estuvo en la tasa fija: las lecaps perdieron 0,2% y el TO26 ganó apenas 0,1%
Los bonos soberanos en hard-dollar cayeron 0,8%, retrocediendo por segunda rueda consecutiva. Parece que el mercado “vendió con la noticia” tras el anuncio del gobierno sobre la anticipación de los fondos para el pago de capital de enero de 2025 por USD 2.700 M, similar a la estrategia implementada con los intereses. En consecuencia, el riesgo país subió 30 pb, ubicándose en 955 pb. Por su parte, los BOPREAL registraron una buena jornada, con un alza de 0,5% en dólares. Cabe destacar que, ayer, sus precios en 24 horas descontaron la amortización de USD 8,3 para la Serie 2 y el pago de cupones por USD 4,1 para los strips de la Serie 1.
Los contratos de dólar futuro operaron al alza y subieron en promedio un 0,3%. Las mayores subas se dieron en los contratos de enero, febrero, abril y mayo, todos en un 0,5%. De esta manera, la devaluación implícita se ubica en 2,7% mensual promedio hasta agosto del 2025.
El Merval profundizó su corrección a la baja, cayendo 0,8% en pesos y 0,2% en CCL, cerrando la rueda de ayer en USD 1.594. No obstante, registra una suba de 3,2% en pesos y 6,9% en dólares en las últimas cinco ruedas. Edenor (2,9%), Transener (2,7%) y Telecom (2,2%) fueron los papeles que más ganaron, mientras que Transportadora Gas del Sur (-3,4%), BBVA (-2,4%) —que corrigió su suba de 2,1% de la rueda anterior— y Banco Galicia (-1,8%) protagonizaron las mayores bajas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Fue una jornada estable para el mercado estadounidense, tanto para la renta variable como para los bonos, mientras que el dólar a nivel global tuvo un leve retroceso y los commodities repuntaron impulsados por el petróleo. Los inversores procesaron otra ronda de ganancias corporativas, con especial foco en los resultados de las grandes empresas tecnológicas, en un contexto de publicaciones de datos económicos que indican que la actividad económica mantiene un ritmo sólido.
El S&P 500 cerró sin variación, el Dow Jones subió 0,2%, en tanto que el Nasdaq retrocedió 0,4%, arrastrado por la presión sobre los fabricantes de chips. Nvidia cayó un 0,9%, AMD un 10,6% debido a una guía débil, y Super Micro Computer un 32,7% (su peor jornada en más de seis años) tras la repentina renuncia de su auditor. Por otro lado, Alphabet subió un 2,8% gracias a un sólido crecimiento en su división de nube, alimentando el optimismo antes de los resultados de Meta (+0,2%), Microsoft (+0,1%), Apple (-1,5%) y Amazon (+1%).
Por su parte, los rendimientos de los bonos no mostraron grandes movimientos. La UST2Y subió 3 pb hasta 4,15%, mientras que la UST10Y bajó 2 pb, quedando en 4,26%. En este contexto, los índices de renta fija registraron un alza del 0,1% en la rueda, reflejando un leve incremento en la última semana, aunque acumulan una caída del 2,5% en el mes.
En cuanto a los datos económicos del día, destacó la publicación del PBI del 3Q24, que mostró un alza de 2,8% t/t, levemente inferior al 3,0% del 2Q24, aunque superando las expectativas del mercado y confirmando la fortaleza del consumo privado como motor del crecimiento. En detalle, el consumo privado se expandió un 3,7% t/t, casi 1 pp por encima del 2Q24 y siendo el ritmo más rápido desde el 1Q23, impulsado por un aumento del 6% t/t en el consumo de bienes –el doble que en el trimestre anterior– y un sólido 2,6% t/t en el gasto en servicios –frente al 2,7% t/t del trimestre anterior–. El consumo público también se aceleró, registrando un alza de 5% t/t –frente al 3,1% t/t en el 2Q24–, potenciado por el gasto en defensa, que subió un 14% t/t. Además, la contribución de las exportaciones netas fue menos negativa (-0,56 pp frente a -0,9 pp), con un incremento tanto en las exportaciones de 8,9% t/t –comparado con el 1% t/t del 2Q24– como en las importaciones, que crecieron 11% t/t –frente al 7,6% del trimestre anterior–. Por otro lado, los inventarios privados restaron 0,17 pp al crecimiento, después de sumar 1,05 pp en el segundo trimestre. La inversión fija moderó su expansión a un 1,3% t/t –frente al 2,3% en el 2Q24–, liderada por una caída en estructuras (-4% vs. 0,2%) y en inversión residencial (-5,1% vs. -2,8%), compensada por la inversión en equipamiento, que se aceleró (11,1% vs. 9,8%).
En cuanto a los indicadores de empleo, el ADP, que mide la contratación en empresas privadas, mostró que en octubre se agregaron 233.000 trabajadores a las nóminas, la mayor cantidad desde julio de 2023. Esto siguió a un aumento revisado al alza de 159.000 en septiembre y superó ampliamente las previsiones de 115.000. El sector de servicios añadió 211.000 puestos de trabajo, liderado por educación y salud (53.000); comercio, transporte y servicios públicos (51.000); ocio y hostelería (37.000); servicios profesionales y empresariales (31.000); e información (7.000). Por su parte, el sector productor de bienes sumó 22.000 empleos, principalmente en construcción (37.000) y en recursos naturales y minería (4.000), mientras que el sector manufacturero recortó 19.000 puestos.
Los commodities operaron al alza, impulsados por un aumento del 2% del petróleo hasta USD 68,6 el barril de WTI. Esto representa una recuperación del mínimo de siete semanas de USD 67,2 alcanzado en la sesión anterior debido a una reducción inesperada de las reservas estadounidenses, mientras los mercados continúan evaluando el riesgo geopolítico persistente. Datos recientes de la EIA mostraron que las existencias de petróleo crudo de EE. UU. cayeron en 515 mil barriles en la semana que finalizó el 25 de octubre, en contraste con las expectativas del mercado de un aumento de 2,3 M de barriles, alineándose con informes de la industria difundidos en la sesión anterior. Los precios también recibieron respaldo por la advertencia del jefe militar de Israel de atacar “muy duro” a Irán si este lanza otro ataque con misiles. Aun así, los precios del crudo se mantienen muy por debajo del máximo de octubre de USD 77 por barril. La menor demanda de combustible en China, debido a la desaceleración de productos manufacturados, ha llevado a las refinerías a enfrentar un exceso de oferta de crudo mientras encaran también el exceso de capacidad. Esto ha resultado en márgenes negativos para múltiples actores privados, pese a recibir petróleo a descuento desde Irán.
¿Cuánto durará esta ventana de oportunidad?
En julio de este año, cuando el tipo de cambio alcanzó máximos cercanos a los $1.500, el mercado buscó rápidamente coberturas en instrumentos dollar-linked, lo que generó una gran oportunidad para que las empresas se financiaran a tasas bajas. Durante junio y julio, se emitieron 24 Obligaciones Negociables denominadas en dollar-linked por un total de USD 1.064 M, con una tasa promedio de 2%.
En los meses siguientes, el tipo de cambio retrocedió y la inflación mostró un descenso notable, disminuyendo así la demanda de este tipo de instrumentos en el mercado. Sin embargo, en octubre, probablemente impulsados por los dólares ingresados al sistema a través del blanqueo, los instrumentos hard-dollar volvieron al centro de la escena.
En octubre se emitieron 19 Obligaciones Negociables hard-dollar en el mercado local (Ley argentina) por un total superior a USD 900 M, con una tasa promedio de 6,77%, considerablemente inferior a otras plazas (Ley Nueva York), que en el mismo período operaron a un promedio de 8,66%.
Este auge de emisiones incentivó a muchas empresas a explorar la posibilidad de ingresar al mercado de oferta pública. Sin embargo, ¿es demasiado tarde? ¿Cuánto tiempo más se extenderá este “veranito” de tasas en dólares?
Es difícil prever cuánto tiempo se extenderá esta oportunidad para la deuda en dólares. El blanqueo eventualmente finalizará y, con una posible salida del cepo, es probable que las tasas de las plazas locales y extranjeras converjan. Para entender mejor este contexto, podemos analizar los efectos que tuvo la salida del cepo a finales de 2015 en las emisiones hard-dollar. Al año siguiente de que el gobierno anunciara el fin del cepo cambiario, las emisiones hard-dollar casi duplicaron los montos: pasaron de USD 2.654 M a USD 5.026 M. Luego del gran 2016, continuó un 2017 destacado, marcando dos años consecutivos de crecimiento en las emisiones.
Este 2024 ha superado a 2017 en términos de monto emitido en dólares. ¿Se repetirá esta tendencia con la salida del cepo? No parece tan sencillo, ya que el blanqueo de este año ha sido clave, y además, la mayoría de las empresas cuentan con perfiles de vencimientos despejados. Todo dependerá de cuánta 'new money' decidan buscar estas compañías.
En cuanto a la tasa, es probable que una desregulación lleve el costo del financiamiento a converger con las tasas de las plazas extranjeras. En 2015, las tasas de las emisiones promediaron un 5%, mientras que en 2016, ya sin cepo, promediaron un 8%.
En conclusión, la salida del cepo podría generar un efecto de “sentimiento positivo” que incentivaría a muchas empresas a emitir en moneda dura. Las empresas deben estar preparadas para identificar y aprovechar las próximas oportunidades, manteniéndose en constante contacto con sus asesores financieros y analistas de mercado para optimizar sus decisiones en un entorno cambiante.
Una inflación más moderada y un ritmo de devaluación controlado dan lugar a nuevas opciones.
CURVAS EN PESOS
Una mayor liquidación del agro, el ingreso de capitales por el blanqueo y emisiones corporativas, sumado a que los pagos de importaciones no aumentaron como se esperaba, crearon el escenario propicio para que el BCRA compre más de USD 1.200 M en el mercado cambiario en octubre. Esto sirvió para mejorar la posición de las reservas internacionales, aunque las netas siguen con un saldo negativo en torno a los USD 4.000 M (que caerían a USD 8.000 M neteando los BOPREAL y dada la reciente compra de dólares por parte del Tesoro para hacer frente al pago de capital en enero de 2025). Sin la presión de la demanda de los importadores y con el flujo de financiamiento que las empresas logren obtener –especialmente por la mayor capacidad prestable en moneda extranjera que quedó en los bancos tras el salto de los depósitos en dólares por el blanqueo–, la situación del mercado cambiario se muestra mucho más relajada y se despejan las tensiones que creíamos obligarían al gobierno a unificar hacia fines de año.
Con esto en vista, modificamos nuestro escenario base a uno en el que la unificación cambiaria se posterga hasta después de las elecciones legislativas de 2025. Nuestra proyección no anticipa sobresaltos en el mercado cambiario ni una unificación de los tipos de cambio en los próximos 12 meses.
Con este escenario macroeconómico, podemos estimar y comparar las Tasas Efectivas Mensuales (TEM) para los tres principales tipos de instrumentos: tasa fija, CER y dollar-linked. Separamos nuestro análisis en tres tramos: corto (último trimestre de 2024), mediano (primer semestre de 2025) y largo (segundo semestre de 2025). Para inversiones de corto plazo, con horizonte a fines de 2024, la carrera entre tasa fija y CER está muy ajustada, ya que ambos ofrecen TEM en torno al 3,6%. Sin embargo, para inversiones algo más largas, hacia la primera mitad de 2025, preferimos bastante los bonos CER, que tendrían retornos en torno a TEM 3,7%, frente al TEM 3,3% de la tasa fija. Por otro lado, para inversiones a largo plazo, hacia finales del año próximo, estamos indiferentes entre ambas curvas, ya que ofrecerían retornos en torno a TEM 3,2%. Por último, ante este escenario de baja devaluación, no vemos valor en los bonos dollar-linked, cuyos retornos promedian TEM 2,3% para todo el período.
Recomendación tramo corto (finales de 2024; 20% de la cartera total): 50% S29N4 (TNA 42%; TEM 3,5%) + 50% T5X4 (CER + 4%; TEM 3,6%).
Recomendación tramo medio (primer semestre de 2025; 40% de la cartera total): 90% TZX25 (CER + 12%; TEM 3,5%) + 10% TV25 (Devaluación +8%; TEM 2,3%).
Recomendación tramo largo (del segundo semestre de 2025 en adelante; 40% de la cartera total): 45% T17O5 (TNA 45%; TEM 3,2%) + 45% TZX26 (CER + 12%; TEM 3,1%) + 10% TZVD5 (Devaluación + 9%; TEM 2,3%).
CURVAS EN DÓLARES
Deuda del Tesoro
Semana de muy buenas noticias en el frente de la deuda argentina, que reavivaron el rally argentino (el cual había comenzado a mostrar señales de agotamiento). En particular, el Gobierno anunció avances significativos en torno al Repo con bancos privados (Santander, JP Morgan y Morgan Stanley, entre otros), lo que permitiría afrontar los vencimientos de capital de enero sin un impacto en las reservas netas. La duración de este Repo sería de casi tres años, por un monto aproximado de USD 3.000 M, con una tasa supuestamente inferior a los dos dígitos, y utilizando los BOPREAL como garantía. Cabe señalar que, mientras se espera la confirmación del Repo, el Tesoro anunció la compra anticipada de los USD 2.700 M necesarios para cubrir los vencimientos de capital de enero; por lo que ya tendría garantizado el pago de la totalidad de los compromisos, aunque esto podría indicar que el Repo no es inminente.
Así, los bonos argentinos continúan con un rally histórico y, en la última semana, ganaron un 8,0% en dólares. El riesgo país se desplomó a 897 pb, su valor más bajo desde el viernes previo a las PASO de 2019 (cuando cerró en 872 pb).
Todavía vemos recorrido alcista tanto por flujo como por fundamentals. En el primer caso, observamos un fuerte optimismo en el mercado en torno al potencial argentino, que se retroalimenta con la excelente dinámica de precios. En los fundamentals, destacan el sostenido superávit fiscal primario, una imagen positiva del gobierno y un plan de pagos creíble para afrontar los vencimientos en 2025.
El riesgo país puede seguir comprimiéndose hasta estar en torno a los 600 pb. Este nivel es similar al que Argentina tuvo en otros períodos históricos: con Macri promedió los 533 pb, excluyendo el período posterior a las PASO de 2019. También es comparable al del resto de los países emergentes con calificación crediticia similar, que hoy tienen una mediana de riesgo país de 638 pb.
Esto no significa que no existan riesgos. La buena performance del MULC tiene un componente transitorio, impulsado por el crecimiento de los préstamos en dólares gracias al blanqueo y por la apuesta de un crawling peg sostenido, que alimenta el financiamiento de los importadores. Así, no podemos descartar que en los próximos meses el BCRA retome una posición vendedora, o al menos frene el ritmo de compras, lo que podría reavivar la preocupación del mercado sobre la sostenibilidad de la deuda. En línea con esto, el frente político podría complicarse de cara a las elecciones legislativas de 2025, en caso de que, por ejemplo, la actividad y el salario real no se recuperen lo suficientemente rápido.
Recomendación: más allá de su fuerte suba, seguimos viendo valor en la deuda argentina tanto por flujos como por fundamentals. En un escenario en el que Argentina logre estabilizarse de manera exitosa, el riesgo país podría dirigirse fácilmente a un nivel cercano a los 600 pb. Para perfiles moderados, preferimos bonos del tramo corto (AL30 o AL29) que recuperan entre el 75% y 85% de sus vencimientos en la gestión Milei (frente al 19% y 41% de los bonos del tramo largo). Asimismo, reservamos el tramo largo para inversores más agresivos (o más optimistas), ya que, al ser de mayor duración, capturarán con más fuerza un escenario de compresión de tasas.
Deuda BCRA (BOPREAL)
Preferimos evitar los instrumentos del Banco Central, que ofrecen rendimientos más bajos que los del Tesoro, a cambio de una protección jurídica similar a la de los Bonares y menor que la de los Globales. En los últimos tres meses, esta decisión ha sido acertada: los bonos del Tesoro ganaron un 42%, mientras que los del BCRA subieron un 20%.
En particular, sugerimos tomar ganancias del BOPREAL Serie 2 BPJ25, que cotiza a una TIR de -1,4%; es decir, que devuelve menos dólares de los que cuesta comprarlo. Pero el argumento se extiende a los otros dos bonos hard-dollar: el BPY26, que cotiza en una TIR de 10,5%, y el BPOD7, en una TIR de 11,7%, ambas considerablemente por debajo del AL30 en TIR de 15,5%.
Para inversores más conservadores, preferimos destinar esos fondos a las curvas corporativas (en torno a TIR 7%) o provinciales (alrededor de TIR 10%), que ofrecen retornos similares pero, a nuestro parecer, presentan un menor riesgo.
Recomendación: preferimos evitar la deuda hard-dollar del BCRA debido al alto costo de su prima frente al Tesoro. Para perfiles conservadores, recomendamos rotar estas posiciones a bonos corporativos o provinciales, mientras que, para inversores más proclives al riesgo, sugerimos el AL30 por su mayor rendimiento.
Deuda provincial
De la mano de los soberanos, los bonos provinciales están teniendo un importante rally: en lo que va de octubre, ganaron un 7,7%, liderados por la impresionante performance del bono de la provincia de Buenos Aires a 2037, que subió un 21,1%.
A pesar de este importante encarecimiento, los créditos provinciales se presentan como una buena forma de obtener retornos cercanos al doble dígito sin exponerse por completo al riesgo soberano argentino, y considerando los rendimientos actuales de la deuda corporativa. Gracias a sus sólidos números fiscales en lo que va de 2024, la deuda provincial muestra una menor volatilidad/riesgo que la nacional.
Recomendación: Santa Fe 2027 (SF27D; TIR 9,8%), Córdoba 2027 (CO24D; TIR 11,1%), Neuquén no garantizado 2030 (NDT25; TIR 11,1%) y Mendoza 2029 (PMM29; TIR 10,1%).
Deuda corporativa: poco potencial alcista
Desde abril de este año, los créditos corporativos argentinos atraviesan un proceso de convergencia hacia los rendimientos de las empresas norteamericanas con calificación crediticia B. A principios de año, los bonos de las empresas nacionales cotizaban en una TIR del 9,6%, lo que implicaba un spread de 1,9 puntos frente al índice B. En octubre, las ON locales se han comprimido a un nivel del 7,4%, lo que representa un spread prácticamente nulo de 0,2 puntos.
A estos niveles, no vemos potencial alcista para las empresas argentinas. A lo sumo, podrían beneficiarse de una eventual compresión en las tasas de las empresas norteamericanas, algo que por ahora consideramos improbable.
En el mercado local, la buena noticia es que el canje tuvo una compresión significativa a un nivel de 1,8% (cuando llegó a estar cerca del 4,0%), lo que abarató los créditos locales y hace que nuevamente sea posible obtener rendimientos por encima del 7%.
Recomendación: sin grandes emisiones en el mercado primario a corto plazo, limitamos nuestra recomendación a instrumentos del mercado secundario. Dentro del tramo corto (el más conservador), sugerimos los créditos de Mastellone 2026 (MTCGO; TIR 7,4%), Telecom 2026 (TCL1O; TIR 6,2%) e YPF 2025 (YCA6O; TIR 7,3%). En el tramo largo, Transportadora Gas del Sur (TSC3D; TIR 7,5%) e YPF Garantizada (YMCJD; TIR 7,3%).
Noticias locales: el país hoy.
El Tesoro anunció la compra anticipada de USD 2.701 M al BCRA para cubrir la amortización de capital de los bonos Globales y Bonares con vencimiento en enero de 2025, lo cual profundizará el deterioro de las reservas internacionales netas, que se estiman en aproximadamente -USD 8.000 M. La operación se financiará utilizando parte de los $13,26 billones acumulados en pesos en el BCRA al 27 de octubre, provenientes del financiamiento neto obtenido hasta septiembre de 2024. Este movimiento tiene un doble propósito: asegurar los pagos de capital e intereses de enero y reducir la base monetaria amplia en $2,67 billones, absorbiendo pesos luego de la expansión generada por las recientes compras de divisas del BCRA. Desde el Gobierno han aclarado que esta operatoria no reemplaza la estrategia de Repo que el BCRA está evaluando como parte de su política de administración de reservas.
El BCRA continúa comprando divisas en volúmenes extraordinarios: esta vez fueron USD 193 M, el monto más alto desde mediados de mayo. De este modo, la autoridad monetaria acumula veintidós ruedas consecutivas sin registrar ventas netas y suma compras por USD 1.470 M en octubre. Este récord de compras parece estar vinculado a la reciente colocación de deuda por USD 200 M realizada por Telecom, que se emitió el jueves pasado y se liquidó ayer, con destino a gastos de infraestructura. Por otra parte, las reservas siguen en alza y, en la jornada de ayer, aumentaron USD 298 M, alcanzando un stock bruto de USD 29.666 M.
El dólar oficial subió 42 centavos diarios, alcanzando un valor de $989,3. La TEM de devaluación aumentó a 1,3% frente al 0,5% observado en la rueda del lunes. Durante la última semana, la TEM ha estado en un 1,9%, mientras que en lo que va de octubre, se ubica en 2,0%.
El dólar MEP y el CCL corrigieron levemente al alza. El MEP (GD30) subió un 0,2% hasta los $1.135, al igual que el CCL, que alcanzó un nivel de $1.151. De esta manera, las brechas con el dólar oficial se ubican en 15% y 16%, respectivamente.
En la licitación de ayer, el Tesoro colocó $0,9 billones frente a vencimientos por $1,6 billones, logrando un rollover del 56% y sin refinanciar la totalidad de los vencimientos. Se otorgó un leve premio respecto al mercado secundario, particularmente en el Boncer más largo, con vencimiento en octubre de 2026, que cortó en CER +12,5% (frente al CER +10,9% del Boncer a diciembre de 2026 negociado en BYMA). La contracara de la baja colocación fue una significativa extensión de plazos, que se ampliaron en 15,6 meses en promedio ponderado, el período más largo para una licitación desde fines de marzo. Así, octubre cierra con un rollover del 101%, una extensión ponderada de plazos de 10 meses (la mayor desde abril) y con un 79% de lo colocado a tasa fija, un 19% en CER y un 2% en dollar-linked.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron otra rueda de fuertes subas. En concreto, los bonos CER ganaron un 1,3%, las lecaps subieron 0,5%, y el TO26, 1,5%. Sin embargo, esta suba no se trasladó a los bonos dollar-linked, que perdieron 0,4%. La suba parece estar impulsada por la decisión del Tesoro de no incluir lecaps en la licitación de ayer. A diferencia de los bonos CER, las lecaps no cuentan como instrumentos con exposición al riesgo Tesoro para los bancos. Así, cuando el Tesoro anunció que no ofrecería lecaps en el mercado primario, los bancos debieron salir a renovar sus posiciones en el mercado secundario, lo que, naturalmente, encareció sus precios. Esto también impulsó a los bonos CER, dado que sus tasas reales deben 'arbitrarse' frente a las tasas nominales de las lecaps.
Los bonos soberanos en hard-dollar sufrieron una importante corrección en la rueda de ayer, cerrando con una caída de 1,5% a pesar de haber comenzado con subas cercanas al 0,5%. Por otro lado, los BOPREAL registraron una baja algo menor de 0,4%. Así, el riesgo país finalizó en 925 pb, aunque llegó a marcar un mínimo intradiario de 895 pb.
Los contratos de dólar futuro cayeron en promedio un 0,8%. Las mayores bajas se observaron en los contratos de agosto (-1,8% y -1,3%) y julio (-1,1%). Así, la devaluación implícita se sitúa en un 2,6% mensual promedio hasta agosto de 2025.
El Merval corrigió a la baja el impulso que venía mostrando desde la semana pasada, con una caída del 1,1% en pesos y del 0,1% en CCL, cerrando en USD 1.604. En las últimas cinco ruedas, acumula una suba del 1,7% en pesos y del 5,5% en dólares. BBVA (+2,1%), Aluar (+1,1%) y Transener (+0,8%) fueron las empresas con mayores subas, mientras que Pampa (-4,2%), Sociedad Comercial del Plata (-4,1%) y Transportadora Gas del Sur (-2,7%) registraron las mayores bajas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones en EE. UU. cerraron mixtas el martes, impulsadas por el alza en las tecnológicas previo a la publicación de importantes informes económicos y de resultados. El Nasdaq 100 subió un 1%, acercándose a su máximo histórico, mientras que el S&P 500 avanzó un 0,2% y el Dow Jones retrocedió un 0,4%. Alphabet aumentó un 1,8% antes de su informe de resultados, alentando el optimismo a pesar de las crecientes preocupaciones antimonopolio. Entre otras acciones, McDonald’s cayó un 0,6% debido a ventas internacionales más débiles, Ford se desplomó un 8,5% tras reducir su pronóstico de ganancias por altos costos de garantía, y Pfizer retrocedió un 1,4% a pesar de reportar un sólido tercer trimestre con un aumento de ingresos del 31%. Los inversores siguen de cerca los resultados de Apple (+0,1%) y AMD (+3,9%), así como las actualizaciones de inflación y empleo en busca de señales sobre la dirección del mercado.
En cuanto a los datos, los informes laborales indicaron una disminución en las ofertas de empleo, lo que sugiere un enfriamiento del mercado laboral. El número de puestos vacantes cayó en 418.000 a 7,4 M en septiembre de 2024, desde 7,9 M revisados a la baja en agosto y por debajo de las expectativas del mercado de 7,99 M. También disminuyó el número de renuncias, que en el último mes se redujo a 3,07 M –el nivel más bajo desde agosto de 2020– desde una cifra revisada al alza de 3,2 M en el mes anterior. La tasa de renuncias, una métrica que mide los abandonos voluntarios de empleo como proporción del empleo total, descendió al 1,9% desde el 2%.
La debilidad que mostraron los indicadores laborales publicados ayer dio un respiro a los rendimientos de los bonos del Tesoro, que retrocedieron levemente. La UST2Y bajó 2 pb hasta 4,12%, mientras que la UST10Y cerró en 4,27%, sin cambios respecto al martes. En este contexto, los índices de renta fija tuvieron una rueda estable –solo subieron los Investment Grade (IG) apenas 0,1%–. Lo mismo ocurrió con el dólar, que no mostró variaciones frente a las principales monedas respecto de la rueda anterior, aunque continuó fortaleciéndose contra monedas emergentes: 0,1% frente al yuan y 0,7% frente al real brasileño, que terminó la jornada cotizando en USDBRL 5,76, el nivel más alto desde marzo de 2021. Por su parte, el oro avanzó 1,2% hasta USD 2.775 la onza, alcanzando un nuevo récord histórico.
House View local: octubre de 2024.
El optimismo de septiembre se consolidó en octubre. En el frente político, el Gobierno logró el apoyo necesario para imponer el veto a las leyes del Congreso que ponían en riesgo el equilibrio fiscal. En el frente económico, el Tesoro volvió a registrar superávit primario, la inflación bajó y, lo más importante, el BCRA continuó comprando divisas en el mercado cambiario, esquivando una tensión que parecía inevitable ante los mayores pagos de importaciones y una oferta en descenso por la estacionalidad del agro y el efecto del dólar blend. Esto no ocurrió, porque el agro incrementó las liquidaciones, los importadores volvieron a endeudarse y las empresas repatriaron activos externos, lo cual aumentó la oferta neta de divisas. La sorpresa y contundencia del resultado en el mercado de cambios permitió dejar de lado –al menos por ahora– la posibilidad de un ajuste abrupto del tipo de cambio y una aceleración de la inflación. Los avances del Tesoro en obtener financiamiento de organismos internacionales y bancos privados también contribuyeron a este optimismo, brindando al Gobierno la oportunidad de mantener su hoja de ruta sin la necesidad de una rápida salida del cepo. Si bien el programa económico no está exento de riesgos –principalmente porque las reservas netas siguen siendo negativas y el déficit de la cuenta corriente cambiaria aumenta, además de la persistente apreciación del tipo de cambio y su impacto en la actividad económica–, ha ganado probabilidad un escenario de continuidad, con un tipo de cambio estable y sin saltos abruptos, en especial si la cosecha se mantiene en niveles similares a los de 2024 y gracias al aporte de la energía, que parece consolidarse como un factor clave. La confirmación del Repo y la posibilidad de un canje o financiamiento del FMI despejarían aún más la presión cambiaria hasta las elecciones legislativas del próximo año. El punto más débil del programa es que la actividad no muestra señales de una rápida recuperación y el empleo está estancado. Esta dinámica plantea riesgos para la estabilidad social, considerando que cerca del 50% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, lo cual puede erosionar la buena imagen del Gobierno y complicar “la calle”. En este contexto, los activos financieros locales han tenido un excelente mes, con un fuerte repunte de bonos y acciones, los dólares financieros a la baja y la brecha con el oficial tocando los mínimos desde mayo pasado, mientras que en la curva de pesos se destacaron los bonos a tasa fija, y los ajustables por tipo de cambio se derrumbaron. Así las cosas, aunque mantenemos la cautela, nos contagiamos del optimismo y mejoramos nuestras perspectivas de corto plazo, modificando nuestro escenario de mediano plazo hacia uno de continuidad, con foco en el superávit fiscal, estabilidad cambiaria, descenso de la inflación, pero con una actividad a la que le costará ganar dinamismo.
La sana y nueva costumbre del equilibrio financiero. El programa fiscal sigue siendo el ancla de confianza del programa económico, con resultados primario y financiero positivos en septiembre (0,14% y 0,08% del PBI, respectivamente), acumulando en los primeros nueve meses del año un superávit primario de 1,6% y financiero de 0,4% del PBI (aunque recordando que hay intereses no capitalizables debajo de la línea por un aproximado de 1,8% del PBI). El gasto público suma un ajuste total del 29,5% i.a., que se concretó principalmente en el 1Q24 y luego se mantuvo, consolidando una contracción acumulada por licuación del 24% i.a. en jubilaciones, programas sociales y salarios, y una “motosierra” del 56% i.a. en subsidios económicos, transferencias a provincias y obra pública. Mantener estos niveles de gasto en términos reales garantizaría un superávit primario inercial de un punto del PBI en 2025. Por lo tanto, incluso considerando una eventual baja del impuesto PAIS que podría neutralizar ese superávit, el superávit primario estaría asegurado en 2025. Esto se debe a que una posible devaluación tendría un impacto neutro en las cuentas fiscales, ya que los gastos atados a la devaluación, mayormente subsidios, se compensan con ingresos equivalentes. La licuación adicional de salarios y programas sociales, como PROGRESAR y Potenciar Trabajo, sigue reduciendo el gasto, mientras que el crecimiento (aunque sea por rebote) contribuiría al aumento en los ingresos. El ajuste pendiente en el impuesto a los combustibles sumaría un 0,4% del PBI, y una nueva corrección en subsidios del 0,4% del PBI podría elevar el superávit primario al 1,9% del PBI. Si bien estas dos últimas medidas afectan el bolsillo de la población y podrían postergarse en un año electoral, el gobierno ha demostrado habilidad para gestionar lo fiscal, por lo que el superávit primario (y el consecuente equilibrio financiero) estaría prácticamente asegurado en 2025 sin que sea necesaria una política fiscal contractiva fuerte.
Mejora el frente externo. El BCRA acumula compras netas de divisas por USD 1.200 M hasta el 28 de octubre, siendo la mejor performance desde mayo pasado y muy superior a los cuatro meses previos, en los que había comprado apenas USD 350 M. Este resultado sorprendió a todo el mercado –nosotros incluidos–, ya que se esperaba un mayor repunte de la demanda de divisas para importaciones debido al cambio en la calendarización del acceso al MULC –se permitía el pago en dos cuotas, sumado a las cuotas remanentes de meses previos–, mientras que, del lado de la oferta, se anticipaba un menor ingreso de divisas por exportaciones acorde con la estacionalidad del agro. ¿Cómo explicamos esta sorpresa? Los importadores volvieron a financiarse –los pagos por importaciones se estabilizaron en torno a los USD 5.000 M–, ingresaron capitales por la emisión de ON en moneda extranjera –estimamos ingresos por USD 1.000 M– y el agro no solo no moderó, sino que aceleró el ritmo de ventas –los ingresos netos de octubre superan los USD 2.200 M–. Estas operaciones compensan de más la demanda neta de divisas por el déficit de la cuenta de servicios reales y los pagos netos de intereses.
Se mantiene el superávit comercial, pero el “dólar blend” se hace notar. El saldo comercial de septiembre alcanzó un superávit de USD 981 M, casi USD 1.000 M menos que en los meses previos, pero acumulando un excedente de USD 15.054 M en lo que va del año. Este buen dinamismo comercial se explica no solo por la recesión –las importaciones netas de agro y energía fueron casi USD 9.000 M inferiores a las del mismo período de 2023–, sino también por el buen desempeño de las exportaciones del sector agropecuario y energético. En el caso del agro, esto se debe a condiciones climáticas favorables en comparación con 2023. Otro factor que contribuyó al desempeño comercial (y que en septiembre aportó USD 610 M al superávit) es el saldo energético, que después de casi 15 años de déficit en la balanza comercial se revirtió y acumula un superávit de USD 3.895 M, que podría alcanzar los USD 5.500 M en el año y USD 7.600 M en 2025. Este buen resultado queda reducido por el efecto del dólar blend –los exportadores pueden liquidar el 20% en el mercado de bonos–, aunque se compensa con el financiamiento que logran los importadores, ya sea como medida obligatoria por el esquema de pagos de importaciones en la primera parte del año o de manera voluntaria, como ha ocurrido en los últimos dos meses. Concretamente, la liquidación de divisas por exportaciones en septiembre fue de USD 5.530 M frente a devengadas por USD 6.930 M, acumulando en todo el año una diferencia de más de USD 10.000 M. Por el lado de las importaciones, los pagos se han estabilizado en los últimos meses, pese a que las compras han continuado mejorando. Así, con un esquema de pagos de importaciones “normalizado”, el saldo comercial liquidado quedará expuesto al esquema de cobros de exportaciones, lo que limitará la capacidad del BCRA para comprar divisas.
Las reservas netas siguen negativas. A pesar de la mejora en las operaciones del mercado cambiario, con compras netas por USD 1.200 M y una ganancia de USD 200 M por la revalorización del oro, las reservas internacionales netas cayeron más de USD 600 M en el último mes, quedando con un saldo negativo de USD 3.875 M (sin considerar los vencimientos de BOPREAL de los próximos 12 meses). Esto se debe a los pagos netos de deuda del Tesoro con organismos internacionales por USD 300 M y al giro de USD 1.100 M que el Tesoro realizó a bancos del exterior para afrontar los pagos de intereses de los bonos globales que vencen en enero.
Auge en la emisión de Obligaciones Negociables. La emisión de nuevos créditos se aceleró significativamente en el contexto del blanqueo. Desde septiembre, se colocaron 26 nuevos instrumentos por USD 2.700 M –USD 1.100 M en septiembre y USD 1.500 M en lo que va del mes, lo que representa casi el 40% de los USD 6.500 M colocados en el año–. Del total emitido, 21 fueron a nivel local (USD 1.100 M) y cinc en Nueva York (USD 1.600 M). De esta forma, las empresas aprovecharon el contexto de demanda inflada por el blanqueo para colocar deuda a menores tasas y/o mayores plazos. A nivel local, la tasa promedio entre septiembre y octubre fue TNA 6,6% contra TNA 7,1% del resto del año; mientras que la extensión de plazos fue de 3,0 años frente a 2,7 años. En el extranjero, la tasa promedio en septiembre/octubre fue de TNA 8,4% en comparación con un 9,1% en los meses anteriores; y la extensión de plazos fue de 6,1 años contra 7,1 años. Esta gran emisión de deuda corporativa parece ser uno de los factores que explican la sorprendente performance que mantiene el BCRA en el MULC. Normativamente, la gran mayoría de las empresas emisoras tuvo que liquidar una porción de los dólares recibidos. Además, otra parte de los fondos sirvió para descomprimir la presión en el MULC, ya sea porque se utilizaron para cubrir vencimientos de deuda o para el pago de importaciones.
El aporte del blanqueo. Los ingresos por el blanqueo de capitales a través de depósitos privados en moneda extranjera se estabilizaron en octubre. La buena noticia fue que, tras una primera quincena –donde existía la posibilidad de retirar los fondos para quienes habían ingresado antes del 30 de septiembre–, en la que cayeron casi USD 1.000 M, en las últimas jornadas se recuperaron y, al 23 de octubre, el stock alcanzaba los USD 31.340 M. Desde el 12 de agosto, los depósitos en dólares aumentaron en USD 12.800 M –casi un 70%–, regresando a los niveles previos a las PASO de 2019. Vale destacar que el 88% del ingreso quedó como encaje en los bancos –ya sea como efectivo en caja o en depósitos en el BCRA– y solo el 12% se destinó a préstamos en moneda extranjera, los cuales aumentaron en USD 1.500 M hasta alcanzar los USD 8.200 M. Esto ofrece un gran potencial al mercado cambiario, dado que varias empresas pueden aprovechar la disponibilidad de crédito para financiar capital de trabajo o prefinanciar sus exportaciones. Así, el potencial de crecimiento de los préstamos es muy elevado: hoy representan apenas el 24% de los depósitos, la mitad del promedio registrado hasta 2019. En otras palabras, podrían crecer en más de USD 5.000 M en los próximos meses. Claro que, para que esto se materialice, las expectativas de devaluación deben estar por debajo de las tasas de interés en moneda local.
La inflación volvió a bajar. La inflación de septiembre rompió la barrera del 4% m/m vigente desde mayo, cerrando en 3,5% m/m. Aunque la convergencia al 2% m/m aún es difícil (los precios mayoristas subieron un 2% en septiembre), fue un buen dato para el Gobierno, con una inflación núcleo del 3,3% m/m (vs. 3,8% promedio de mayo a agosto). Alimentos y Bebidas se desaceleró a 2,3% m/m, tras un promedio del 3,7% en meses previos. Por su parte, octubre muestra una inflación de alta frecuencia cercana al 3% m/m, por debajo del 3,4% estimado en el REM del BCRA. Para noviembre y diciembre, esperamos que se ubique en torno al 2,6% m/m en ambos meses. De no mediar un salto cambiario, como estimamos en nuestro escenario más probable, esta desaceleración paulatina continuaría, con un ritmo promedio proyectado del 2,2% m/m en 2025 (por encima de lo esperado por el Gobierno), dado que aún queda aproximadamente un 18% de corrección en los precios regulados.
El costo de la apreciación. A la actividad económica le cuesta repuntar, con el EMAE mostrando un leve crecimiento en agosto del 0,2% m/m, tras la fuerte recuperación de julio (corregida a +2,1% m/m). Los sectores vinculados al agro, la minería y la energía han mostrado buena performance, aumentando en el acumulado del año un 28,4% i.a., influenciado por el impacto de la sequía en 2023. Sin embargo, la economía urbana (industria, construcción, comercio, etc.) alcanza una caída del 6,3% i.a. El desempeño dispar entre los sectores explica la dificultad para la recuperación del empleo, ya que los rubros más afectados son los intensivos en mano de obra. El desempeño de la economía será clave para mantener el apoyo popular, en especial considerando que alrededor del 50% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza. En los próximos meses, la economía probablemente siga un ritmo de recuperación más cercano al de agosto que al de julio, y la base de comparación interanual dejará de beneficiarse del impacto de la sequía de 2023. Además, la apreciación paulatina del tipo de cambio real frenará la inversión y el repunte de los sectores urbanos. En particular, el cepo y la apreciación sostienen los costos en dólares de la construcción, lo que podría permitir cierta recuperación pero sin dinamismo. Asimismo, la apreciación limita el crecimiento industrial al reducir la competitividad de muchos sectores. El comercio podría beneficiarse de una mayor apertura y de menores precios importados, pero el consumo dependerá de la dinámica del mercado laboral. Por ello, para 2025 esperamos un crecimiento en torno al 3% i.a., es decir, un rebote tras la caída de 2024.
El crédito privado, el principal aliado de la recuperación. Con la economía estabilizada y un sector público que no actúa como crowding out del sector privado, el sistema financiero aprovechó la mayor liquidez para dar un fuerte impulso al crédito, que viene creciendo muy por encima de la inflación. En octubre, de hecho, promedia un alza del 10% respecto a septiembre, acumulando siete meses consecutivos de crecimiento a dos dígitos y una suba nominal en los últimos 12 meses del 223%, lo que implica un crecimiento real del 10% i.a. A pesar de ello, la participación en el PBI sigue siendo muy baja, representando apenas el 8,4%, frente al 8,2% de un año atrás. Este comportamiento sugiere que la demanda de crédito sigue firme, impulsando una recuperación del crédito que será clave para el crecimiento económico en el corto plazo. Si esta dinámica se mantiene muy por encima del crecimiento de los depósitos, es probable que se observe una mayor presión sobre las tasas en pesos en términos reales.
Otro gran mes para el carry trade. Los dólares financieros continuaron a la baja en el décimo mes del año. El CCL y el MEP con GD30 cayeron un 3,6% y 4,0%, respectivamente, lo que lleva sus brechas con el dólar oficial a niveles de 21% y 18%. Así, las brechas regresaron a los mínimos alcanzados entre abril y mayo de este mismo año. Con esto, los activos en pesos cerraron otro mes de altos retornos en dólares. Los instrumentos de tasa fija volvieron a liderar con subas en pesos del 3,5% m/m en el TO26 y del 4,7% m/m en las Lecaps. Los bonos CER quedaron algo rezagados, acumulando una ganancia en pesos de solo 1,1% m/m, debido a las perspectivas de fuerte desaceleración de precios para los próximos meses. Finalmente, los bonos dollar-linked volvieron a quedar en último lugar, perdiendo un 5,3% m/m, lo que los dejó incluso por debajo de los dólares financieros. En línea con esta tendencia, los futuros en Rofex cayeron un 3,7% m/m, lo que implica una devaluación promedio del 2,6% en los próximos 12 meses.
Euforia en el mercado. Consolidando la tendencia mostrada en agosto y septiembre, octubre fue otro gran mes para los activos argentinos. Los bonos hard-dollar del Tesoro ganaron un 14,4%, operando ahora en un rango de TIR entre 13% y 16%. Esta mejora es propia, dado que en el mismo período los bonos de países emergentes comparables perdieron un 0,7%. Así, el 25 de octubre el riesgo país cerró en 967 pb, el nivel más bajo desde el viernes previo a las PASO 2019. Este rally también se reflejó en los BOPREAL del BCRA, que subieron un 5,5%, mientras que los bonos provinciales tuvieron un mes excelente, con una ganancia del 6,8%, impulsados por PBA 2037 (+18,1%), Entre Ríos 2028 (+7,7%) y Córdoba 2029 (+7,6%). Finalmente, la performance de los bonos corporativos fue más modesta, con un alza del 0,7% en el mes –esperable dado sus menores tasas de interés y la gran emisión de nueva deuda–. En cuanto a la renta variable, el Merval también tuvo un excelente mes, subiendo un 10,3% en pesos y un 17,7% en dólares, hasta alcanzar los USD 1.606.
Perspectivas
Optimistas, pero con cepo. Nuestro escenario base no anticipa sobresaltos en el mercado cambiario ni una unificación de los tipos de cambio en los próximos 12 meses. Estimamos que la inflación se ubicará en 3,0% m/m en octubre y 2,6% m/m en noviembre y diciembre, cerrando 2024 con una inflación anual del 118% i.a. (en línea con el 116% i.a. implícito en las Lecaps). Para 2025, proyectamos una inflación promedio mensual del 2,3% m/m en el primer semestre y del 2,0% m/m en el segundo, finalizando el año en 29% i.a., ligeramente por encima de la inflación implícita en el mercado, que anticipa una media del 2,2% m/m en el primer semestre y del 1,9% m/m en el segundo. En este escenario, prevemos que el crawling peg se desacelerará a un ritmo de 1,6% m/m en la primera mitad del año y 1,4% m/m en la segunda, lo que apreciaría aún más el tipo de cambio real. Sin embargo, el mercado espera una aceleración marginal del ritmo de devaluación, proyectando una tendencia del 3,2% m/m hasta marzo de 2025 y del 2,4% m/m entre abril y diciembre de 2025. En cuanto a las tasas, anticipamos una corrección gradual a la baja, aunque la mayor demanda de dinero podría limitar la velocidad de esta reducción, a pesar de la desaceleración esperada en la inflación.
Bonos soberanos en moneda extranjera. Seguimos siendo optimistas con el riesgo local, observando como un potencial suceso un aplanamiento en la curva de rendimientos en la zona de 14-12% en el mediano plazo. Por supuesto, esto no significa que no existan riesgos (en particular, cambiarios y políticos). En cuanto a instrumentos específicos, seguimos prefiriendo el mayor resguardo que brinda el tramo corto. En los últimos 90 días, los bonos largos subieron entre 33% y 40%, mientras que los cortos ganaron entre 25% y 28%. Con esto, el ratio de paridad entre el GD30 y GD35 se encuentra en un mínimo de 1,14. Dado este abaratamiento relativo, preferimos los instrumentos más cortos, que permiten recuperar la inversión mucho más rápido gracias a su agresivo esquema de amortizaciones de 8% para los bonos 2030 y de 10% para los 2029.
Créditos subsoberanos. Resultan atractivos más allá de la compresión de tasas. A pesar del importante encarecimiento registrado en el último mes, los créditos provinciales se presentan como una buena opción para obtener retornos cercanos al doble dígito sin exponerse por completo al riesgo soberano argentino, considerando los rendimientos actuales de la deuda corporativa. Gracias a sus sólidos números fiscales en lo que va de 2024, la deuda provincial muestra una menor volatilidad y riesgo que la nacional. Nos gustan los créditos de Santa Fe 2027 (SF27D; TIR 9,8%), Córdoba 2027 (CO24D; TIR 11,1%), Neuquén No Garantizado 2030 (NDT25; TIR 11,1%) y Mendoza 2029 (PMM29; TIR 10,1%).
Créditos corporativos. A los precios actuales, vemos muy poco atractivo en la deuda corporativa argentina debido a la importante compresión de sus rendimientos. Esto es especialmente cierto en el mercado local, donde, a lo sumo, pueden conseguirse tasas de TIR del 7,0% para créditos de alta calidad. La gran cantidad de nuevas emisiones nos hace pensar que en algún tiempo volveremos a ver tasas más elevadas, por lo que solo recomendamos incorporar créditos corporativos para estrategias muy conservadoras. Para quienes quieran ingresar, es posible que aparezcan buenas oportunidades en el mercado primario (cuyas licitaciones se anuncian con poco más de una semana de anticipación). En el mercado secundario, nuestra selección se limita a: Mastellone 2026 (MTCGO; TIR 7,2%), Telecom 2026 (TLC1O; TIR 6,9%), TGS 2031 (TSC3O; TIR 7,2%) e YPF Garantizado 2033 (YMCJO; TIR 7,3%).
Deuda en pesos. Sugerimos una cartera compuesta en su mayoría por bonos CER y a tasa fija, con una porción reducida de instrumentos dollar-linked. Para el tramo corto, preferimos los bonos CER (en particular, el bono T2X5 con CER +9%), ya que es poco probable que se dé un escenario más optimista que el que ya refleja el mercado. Para los tramos medio/largos, sugerimos un mix 50%/50% entre tasa fija y CER, dado que el escenario de inflación breakeven podría estar tanto sobrestimando como subestimando la inflación de 2025. En bonos CER, recomendamos el T2X25 (CER +12%) y, para perfiles más agresivos, cualquier instrumento con plazo posterior a 2026 (que cotizan en torno a CER +12%). En tasa fija, nos gusta un mix entre la Lecap de abril S16A5 (TIR 54%) y el Boncap de octubre T17O5 (TIR 51%). Por último, como medida de precaución, sugerimos tomar algo de cobertura dollar-linked, que ya tiene en precios una devaluación muy baja, ya sea a través del bono T2V25 a junio de 2025 (dólar oficial +6%) o, para inversores más sofisticados, a través de un sintético con futuros y Lecaps (dólar oficial +13%).
Brecha: la relación riesgo/retorno del carry trade perdió atractivo. Con la brecha y las tasas en mínimos, las perspectivas de carry trade han empeorado considerablemente. En estos niveles, ya comenzamos a notar presiones al alza en los dólares financieros, que han tenido que ser contenidas mediante intervenciones del BCRA. Esta dinámica puede sostenerse por un tiempo, pero no indefinidamente. Con esto en mente, creemos que el carry trade seguirá ofreciendo buenos retornos en el corto plazo, pero sufrirá en el mediano/corto plazo.
Rofex. Los contratos futuros de Rofex pierden atractivo a medida que el mercado descarta la posibilidad de una unificación cambiaria. Comparados con un crawling peg al 2,0% mensual que podría mantenerse (o incluso reducirse) en 2025, toda la curva de futuros parece cara: actualmente reflejan una devaluación promedio de 2,6% para los próximos 12 meses. Esto sugiere que hay valor en tomar posiciones vendidas en la curva, aunque con el riesgo de que un empeoramiento en la dinámica cambiaria impulse un repunte en los contratos. Por otro lado, estos menores precios en los contratos representan un menor costo de cobertura para importadores u otros inversores que necesiten acceder a cobertura cambiaria.
Acciones. Dada la fuerte suba registrada en los últimos meses –desde el 5 de agosto, el Merval pasó de USD 1.050 a USD 1.560–, la mayoría de las acciones cotizan con ratios que invitan a la prudencia en el corto plazo, en un contexto de brecha cambiaria que se mantendrá en los próximos meses. A modo de referencia, LOMA, TGS y PAMP cotizan a ratios EV/EBITDA 24x de 5,4x, 4,7x y 3,4x (ajustando por tenencias de TGS y TRAN); YPF cotiza a datos trailing de EV/EBITDA 3,6x, y VIST lo hace con estimados de 2025 de 3,55x. No obstante, consideramos que los precios actuales son atractivos en el mediano plazo para varios papeles. Seguimos sugiriendo selectividad, dadas las circunstancias. Nos mantenemos positivos en riesgos como PAMP y MIRG y en Cedears como VIST, TEN y TXR. Esperamos mejores precios para entrar en otras plazas.
*Los datos utilizados en el presente informe tienen fecha de cierre 28 de octubre de 2024.
Noticias locales: el país hoy.
El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) subió un 12,2% m/m, alcanzando 2,43 puntos (lo que equivale a una imagen positiva del 48,6%). El aumento en octubre se reflejó en todos los componentes del índice, destacándose la mejora en la eficiencia del gasto público y en la percepción de honestidad de los funcionarios. Es importante señalar que la confianza fue más alta entre quienes residen en el interior del país, mientras que en el GBA se mantuvo en los niveles de septiembre. El grado actual de confianza sigue siendo un 7,9% inferior al registrado en octubre de 2016, al comienzo de la gestión de Mauricio Macri, aunque se ubica 21,7% por encima de octubre de 2020, al inicio del gobierno de Alberto Fernández.
El BCRA registró compras netas por USD 70 M, extendiendo su racha de resultados positivos sin ventas netas desde el 27 de septiembre. Con esto, en lo que va de octubre acumula compras por USD 1.277 M, en comparación con ventas de USD 57 M en la misma cantidad de ruedas en septiembre. Por otro lado, el stock de reservas internacionales continúa en ascenso, con un incremento de USD 206 M en la última jornada, alcanzando un total de USD 29.368 M, lo que implica un aumento de USD 1.045 M en las últimas cinco ruedas. Este rápido repunte de las reservas se atribuiría al crecimiento en los encajes bancarios, impulsado tanto por el ingreso de dólares del blanqueo como por la estacionalidad favorable de fin de mes.
El dólar oficial subió 50 centavos diarios, alcanzando un valor de $988,8. El ritmo mensualizado de devaluación descendió a 0,5%, comparado con el 6,3% observado el viernes. En las últimas cinco ruedas, la devaluación se ha mantenido a una TEM de 1,9%, mientras que durante octubre la TEM es de 2,0%.
Por su parte, los dólares financieros continuaron a la baja, al igual que la brecha con el dólar oficial. El MEP (GD30) cayó un 1,5% hasta un nivel de $1.133, mientras que el CCL (GD30) retrocedió un 1,4% hasta $1.149. De esta manera, las brechas con el dólar oficial siguen acortándose y se ubican en niveles de 15% y 16%, respectivamente.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada de fuertes alzas. Los bonos CER ganaron un 1,6%, lo que llevó a una compresión de 0,9 puntos en las tasas reales, ubicándolas en un promedio de 12% para 2025 en adelante. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una suba del 1,5% y las Lecaps registraron un alza del 1,4%, lo que coloca las tasas a fines de 2025 en torno a TEM 3,1%. Por su parte, los DLK volvieron a mostrar el rendimiento más bajo, con una caída del 0,1%, dejando sus tasas a 2025 en niveles cercanos al 8%.
Otra gran jornada para los bonos soberanos en hard-dollar, que subieron un 2,1% en el día de ayer, acumulando así una ganancia del 8,0% en las últimas tres ruedas. Por su parte, los BOPREAL del BCRA avanzaron un 0,3% y acumulan un alza del 1,8% en el mismo período. Con esto, el riesgo país se comprimió hasta los 914 pb, registrando una caída de 400 pb en lo que va de octubre. La curva de globales luce cada vez menos invertida y comienza a acercarse a la de países comparables: el tramo corto muestra una TIR del 14,2% y el tramo largo, una TIR del 13,1%. De esta manera, el spread de tasa entre el GD30 y el GD35 se redujo a 0,9 puntos, alcanzando prácticamente un mínimo histórico.
El Merval registró un alza del 1,2% en pesos y del 2,4% en CCL, alcanzando así un nivel de USD 1.606, máximos de la gestión Milei. En la última semana, el índice acumuló una suba del 2,7% en pesos y del 5,6% en dólares. Los sectores que impulsaron el incremento fueron: construcción (+4,9%), comunicación (+3,2%) y consumo básico (+3,2%), mientras que el único sector que experimentó caídas fue el de utilidades. BBVA (+8,1%), Sociedad Comercial del Plata (+5,7%) y Loma Negra (+5,7%) fueron las empresas con mayores subas. Por el contrario, los principales retrocesos correspondieron a Transener (-2,4%), Aluar (-1,3%) y Ternium (-0,7%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Los mercados globales comenzaron la semana con leves subas, en una jornada en la que se destacó el derrumbe del precio del petróleo –luego de que los ataques aéreos israelíes contra Irán evitaran instalaciones petroleras y nucleares–, lo que alivió los temores iniciales. Los inversores se están preparando para una semana repleta de resultados del 3Q24, con el foco en cinco de las megacapitalizaciones de las "Siete Magníficas" –Apple, Meta, Amazon, Alphabet y Microsoft– que deberán mostrar un alza del 26% i.a. en las ganancias para cumplir con las expectativas del mercado.
El S&P 500 subió 0,3%, el Dow Jones 0,7%, mientras que el Nasdaq finalizó sin cambios. El sector tecnológico lideró las ganancias, seguido de avances en consumo discrecional, finanzas y bienes raíces, en tanto que las acciones de energía retrocedieron. Lo más destacado fue el alza del conglomerado Trump Media & Technology Group, que se disparó un 20% en esta sesión, reflejando también una posible apuesta de los inversores por el candidato republicano.
El rendimiento del UST10Y subió 4 pb hasta 4,3%, alcanzando su nivel más alto en casi cuatro meses y acumulando en lo que va de octubre un alza de 60 pb. Por otro lado, los operadores se preparan para una semana cargada de datos económicos que se espera confirmen la fortaleza actual de la economía estadounidense. Los indicadores clave que se publicarán incluyen la estimación anticipada del crecimiento del PBI, la inflación PCE y las nóminas, justo antes de las elecciones presidenciales y la decisión de política monetaria de la Fed la próxima semana. En este contexto, la renta fija tuvo una jornada mixta: los bonos del Tesoro y los corporativos Investment Grade retrocedieron 0,1%, mientras que los High Yield subieron 0,3%.
Las cotizaciones de los commodities mostraron bajas generalizadas. El precio del petróleo WTI se desplomó 6,0% y cerró en USD 67 el barril, acercándose a mínimos anuales; la soja retrocedió 1,7% hasta USD 357 la tonelada, y el cobre perdió 0,2%. En una sesión en la que el dólar continuó fortaleciéndose frente a todas las monedas –con el DXY avanzando otro 0,1% impulsado por un alza de 0,6% frente al yen japonés que cerró en USDJPY 153–, el oro bajó 0,2% hasta los USD 2.742 por onza, aunque se mantuvo en zona de máximos históricos.
Los contratos futuros de Rofex tuvieron una semana estable, perdiendo solo un 0,1%...
Los contratos futuros de Rofex tuvieron una semana estable, perdiendo solo un 0,1%. Las principales subas estuvieron en los contratos a fines del 2024 y principios del 2025: diciembre 24 (+0,3%), enero 25 (+0,2%) y marzo 25 (+0,3%). Mientras que las mayores bajas estuvieron en los contratos más largos: junio 25 (-0,4%), julio 25 (-0,3%) y agosto 25 (-0,6%). Con el BCRA registrando fuertes compras, esta semana será clave cualquier anuncio sobre un potencial levantamiento del cepo.
El contrato de noviembre cotiza en $1.022 y marca una devaluación directa de 3,4% y mensualizada de 2,8%, casi un punto por encima del crawling peg de 2,0%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg correría en niveles en torno al 3,0%: 3,1% en diciembre ($1.054), 3,4% en enero ($1.089) y 2,7% en febrero ($1.118). A partir de ahí, los precios señalan una devaluación de 2,5% promedio hasta agosto del 2025.
Así, la curva de tasas (TNA) se mantuvo en un nivel similar, aunque tuvo un aplanamiento debido al encarecimiento relativo de los contratos más cortos. Noviembre rinde TNA 35%. Desde este punto, los rendimientos aumentan gradualmente hasta alcanzar un máximo de TNA 38% en enero del 2025, luego de lo cual las tasas rondan TNA 37% hasta septiembre del 2025.
El volumen operado repuntó en la última semana, en línea con la estacionalidad de fin de mes. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 2,4 millones de contratos. El viernes 25 de octubre el interés abierto cerró en USD 3.072 M, una suba de 11% m/m y una caída de 41% a/a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
El mercado ratifica su optimismo, reflejándose en los activos locales que tuvieron una semana muy favorable. El riesgo país perforó a la baja hasta 967 pb, las acciones subieron, la brecha cambiaria se siguió achicando y las expectativas de devaluación se alejan cada vez más. Esto refleja la euforia del mercado ante posibles avances en acuerdos de financiamiento externo y señales de solvencia macroeconómica. El BCRA continuó comprando divisas gracias a la mayor oferta del sector agroexportador, que combina una aceleración en las ventas con el adelantamiento de liquidaciones, y a que los importadores volvieron a recurrir al endeudamiento. Sin embargo, la actividad económica sigue mostrando desafíos: aunque el agro y la energía sostienen el crecimiento, la economía urbana aún enfrenta dificultades, con sectores como la industria, el comercio y la construcción en retroceso. La buena noticia es que los salarios continúan recuperándose y la confianza del consumidor mostró un fuerte repunte en octubre. Las miradas de esta semana estarán en el cierre del blanqueo, especialmente en la evolución de los depósitos en dólares, así como en la confirmación del acuerdo Repo con bancos, que podría fortalecer las reservas internacionales. Los datos de recaudación de octubre aportarán claridad sobre el impacto del blanqueo en los ingresos fiscales y serán el primer termómetro de la actividad económica al inicio del último trimestre del año. Finalmente, la última licitación del mes ofrecerá una señal crucial sobre las tasas que el Tesoro está dispuesto a convalidar.
La actividad perdió el dinamismo de julio. La actividad económica mostró un leve repunte en agosto del 0,2% m/m, tras la fuerte recuperación de julio (corregida a +2,1% m/m), aunque quedó 3,8% por debajo del mismo período del año pasado –recordemos que fue el mejor mes de ese año en pleno efecto del “plan platita”–. Los sectores vinculados al agro, la minería y la energía han mostrado buen desempeño, aumentando en el acumulado del año 28,4% i.a., principalmente debido al impacto de la sequía de 2023. Sin embargo, la economía urbana (industria, construcción, comercio, etc.) acumula una caída del 6,3% i.a. En los próximos meses, es probable que la economía mantenga un ritmo de recuperación más similar al de agosto que al de julio. Con este resultado, en lo que va del año, la economía arrastra una caída de 3,1% i.a., y de cara a los próximos meses, la dinámica estará afectada por el menor aporte del agro –ya no se beneficiará del contraste con la sequía– y se comparará con una alta base de consumo en 2023 a raíz de los planes de estímulo preelectorales. De esta manera, a pesar del repunte mensual, la comparación anual será más negativa, estimándose una caída del 3,9% i.a. para todo el año.
El salario real se recupera en el margen. En agosto, los salarios registrados aumentaron un 4,9% m/m, superando la inflación del 4,2% m/m. El incremento fue del 5,0% m/m en los salarios privados registrados y del 4,7% en los del sector público. A pesar de la recuperación desde los mínimos alcanzados en marzo y abril, los salarios privados registrados acumulan una caída real del 9,8% i.a., mientras que los del sector público muestran una disminución del 23,6% i.a. Por otro lado, los salarios privados no registrados se informan con un rezago de cinco meses, por lo que la última información disponible corresponde a abril, con una caída acumulada del 28,5% i.a. en el primer cuatrimestre, en comparación con la baja del 17,2% i.a. observada en el mismo período para los salarios registrados (públicos y privados).
La confianza llegó a los consumidores. El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) experimentó en octubre un aumento mensual del 8,8%, revirtiendo la caída del 5,9% observada en septiembre. Este repunte eleva el índice un 19,1% respecto al mínimo de enero. El crecimiento se sustenta en aumentos generalizados en todos los subíndices, con Bienes Durables e Inmuebles liderando con un alza del 14,7%, seguido por la Situación Personal (+8,1%) y la Situación Macroeconómica (+6,5%). En términos temporales, las Condiciones Presentes (+13,4%) muestran mayor dinamismo que las Expectativas Futuras (+6,3%), reflejando optimismo en el corto plazo, aunque persiste la incertidumbre hacia adelante. Además, el mayor impulso provino de los hogares de menores ingresos, que registraron un aumento del 15,3%, un factor relevante para sostener el apoyo popular al Gobierno.
El carry alimentó el financiamiento de importadores en septiembre. La publicación de los datos del balance cambiario de septiembre confirmó que la acumulación de reservas por USD 454 M durante el mes pasado respondió principalmente al impacto del blanqueo –repatriación de activos–, pero también a la menor presión de los pagos de importaciones. En concreto, la demanda para el pago de bienes importados totalizó USD 5.011 M, por debajo de las importaciones devengadas de USD 5.954 M. Así, el ratio de pagos sobre devengado, que se esperaba superior al 100% por el nuevo cronograma de pagos, se ubicó en 84,2%, favoreciendo el financiamiento de las importaciones, no por restricciones en el acceso al MULC como en 2023, sino aprovechando el carry y las buenas tasas en pesos. La noticia negativa, que obliga a ser prudentes para la dinámica de mediano plazo, es que la cuenta corriente del MULC mantuvo la tendencia deficitaria evidenciada desde junio, registrando un déficit de USD 220 M si se consideran solo las operaciones cursadas en el MULC. Esto se determinó porque el superávit de la balanza de bienes por USD 528 M –si bien los menores pagos de importaciones lo impulsaron, la menor liquidación de exportadores debido al efecto del dólar blend redujo la oferta en un 20%– no fue suficiente para compensar el déficit de servicios y rentas, que se amplió a USD 880 M. Por otro lado, la cuenta financiera cambiaria presentó un superávit de USD 140 M, gracias al ingreso neto por repatriación de activos externos de USD 584 M –recordemos que en agosto habían ingresado USD 456 M– y en menor medida a los ingresos de USD 70 M de IED, que fueron parcialmente compensados por cancelaciones netas de deuda. Estas operaciones, junto con los pagos netos de deuda del gobierno –pagos de intereses y capital a organismos internacionales por USD 785 M y el uso de USD 120 M para contener la brecha cambiaria– fueron contrarrestadas por el efecto positivo de los depósitos generados por el blanqueo, que en el mes subieron USD 13.000 M y permitieron incrementar los encajes. Con todo esto, la variación contable de las reservas internacionales fue una caída de USD 42 M en el mes, aunque se vio favorecida por la apreciación del dólar y el aumento del oro, que añadieron USD 496 M, resultando en un aumento total del stock de reservas internacionales de USD 454 M.
El BCRA mantiene fuertes compras. El BCRA sigue mostrando una excelente performance en el mercado de cambios, con compras de USD 329 M en la semana, acumulando en octubre USD 1.207 M en compras netas. Nuevamente, esta buena dinámica vino de la mano de un fuerte flujo del agro, que en la semana liquidó a un ritmo de USD 130 M diarios, alcanzando ventas por USD 2.060 M en octubre (160% más que en el mismo período de 2023). Por su parte, las reservas internacionales se recuperaron con fuerza: crecieron en USD 675 M en la semana hasta un stock bruto de USD 29.045 M, es posible que debido a la recomposición de encajes estacionales de fin de mes. Esto implica que el impacto en las reservas netas habría sido significativamente menor, por lo que deberían mantenerse en un saldo negativo cercano a los USD 4.500 M (o de USD 6.100 M considerando los vencimientos corrientes de BOPREAL).
Siguen las colocaciones de ONs corporativas. Los bonos corporativos tuvieron una semana sin variaciones relevantes, lo que podría indicar que el viento de cola del blanqueo ha llegado a su fin. Una vez más, la floja performance corporativa se dio en un contexto de numerosas emisiones de nuevas obligaciones negociables. En particular, en la semana se colocaron un total de USD 430 M. En la bolsa de Nueva York, se reabrió el bono de Telecom a 2031 por USD 200 M (TNA 9,5%). En tanto que, en el mercado local, se realizaron las colocaciones de IRSA por USD 67 M (TNA 5,75% y TNA 7,25%), Tecpetrol por USD 148 M (TNA 5,0% y TNA 6,8%) y Generación Litoral por USD 15 M (TNA 4,0%). Esta semana la agenda será mucho menos cargada, con las colocaciones de 360 Energy Solar y de Crown Point Energía como los únicos eventos destacados.
Sigue cayendo la brecha. Los dólares financieros concluyeron la semana a la baja, reduciendo la brecha con el dólar oficial, que cerró en $986,3. En la última semana, el MEP (GD30) retrocedió un 0,5% ubicándose en $1.156, mientras que el CCL cayó un 1,8% cerrando en $1.181. La brecha del CCL con el oficial se contrajo en 1,5 puntos porcentuales, alcanzando un nivel de 19%, y el MEP disminuyó en 1 punto porcentual, situándose en 17%.
Los depósitos vuelven a crecer al final del blanqueo. Los depósitos en moneda extranjera retomaron su crecimiento a medida que se acerca el final de la primera etapa del blanqueo el 31 de octubre. En las últimas cinco ruedas de las que tenemos registro, crecieron a un ritmo de USD 153 M diarios, alcanzando un stock de USD 31.342 M —su nivel más alto bajo la gestión Milei— y situándose a USD 1.228 M de superar el máximo registrado durante la administración de Mauricio Macri. Este rebote en los depósitos estuvo acompañado por un aumento en los préstamos en dólares, que subieron USD 293 M en la última semana, alcanzando un saldo de USD 8.208 M, el pico más alto desde 2020. Además, el efectivo en bancos se incrementó en USD 284 M semanales hasta un total de USD 13.082 M. Finalmente, los encajes cayeron en USD 43 M, quedando en USD 12.627 M.
Tasa fija imparable. La tasa fija sigue liderando, y en la semana las Lecaps subieron un 1,7%, mientras que el TO26 avanzó un 2,8%. En contraste, los instrumentos indexados mostraron un rendimiento mucho más moderado. Los bonos CER registraron una ganancia semanal de apenas 0,2%, ubicando sus tasas reales para 2025 entre CER +11% y CER +13%. Los breakevens indican una expectativa de inflación cada vez más baja: 2,7% m/m en octubre y 2,0% m/m en noviembre y diciembre, lo que llevaría a cerrar 2024 en 115% a/a. Para 2025, las proyecciones sugieren una inflación de 2,0% m/m, cerrando el año en 31% a/a. Los instrumentos ajustables por tipo de cambio también continuaron a la baja: los dollar-linked cayeron un 1,3%, mientras que los futuros de ROFEX retrocedieron un 0,1%. Así, para los próximos 12 meses, los futuros señalan un ritmo de devaluación promedio de 2,6% m/m, al igual que los breakevens con bonos.
El rally de los bonos en dólares se reavivó con fuerza. Los bonos del Tesoro subieron un 4,7%, mientras que los del BCRA avanzaron un 1,2%. De esta manera, el riesgo país cerró la semana en 967 pb, regresando al rango de los tres dígitos después de más de cinco años (la última vez fue el viernes previo a las PASO de 2019). La suba se concentró en las últimas dos ruedas de la semana, impulsada por noticias alentadoras en el frente de financiamiento externo. En primer lugar, surgieron señales de un posible nuevo acuerdo con el FMI en el marco de la reunión anual del organismo. Además, el MECON anunció un financiamiento potencial del BID/Banco Mundial para el sector privado y público en los próximos dos años, lo que se sumó a rumores de avances en torno al Repo con bancos privados, que permitiría cubrir prácticamente los vencimientos de capital de enero de 2025.
Buenos Aires sigue con su gran rally a pesar del revés judicial. La demanda por créditos provinciales se mantuvo alta, reflejando otra buena semana con ganancias del 1,4% en la bolsa de Nueva York. Este desempeño positivo se explica por la excelente performance del bono de la Provincia de Buenos Aires, que avanzó un 4,1% en la semana, acumulando un alza del 18,1% en el mes y del 48,5% en el año. Esta favorable dinámica se dio a pesar de que, en la misma semana, la corte de Nueva York ordenó a la Provincia pagar cerca de USD 125 M a dos fondos extranjeros que quedaron fuera del canje de 2021. En respuesta, la Provincia manifestó que "viene trabajando de buena fe para regularizar en un 100% de forma sostenible la situación de su deuda con acreedores bajo ley extranjera, y lo seguirá haciendo".
Gran semana para el Merval. El Merval avanzó un 2,7% en moneda local y un 4,5% en dólares, cerrando la semana en un nivel de USD 1.569. Toda la mejora se concentró en la rueda del viernes, que registró un alza del 5,2% en dólares. Los sectores energético y financiero lideraron las subas, destacándose Edenor (+9,68%), Central Puerto (+7,53%) y Banco Supervielle (+7,80%), mientras que Telecom (-6,8%), Sociedad Comercial del Plata (-5,0%) y Ternium (-3,0%) tuvieron las mayores bajas. Entre los activos que cotizan en Nueva York, Central Puerto (+4,5%), Edenor (+3,8%) y AdecoAgro (+2,5%) encabezaron las alzas, en tanto que Telecom (-9,3%), Corporación América (-3,7%) y Ternium (-3,0%) experimentaron las principales bajas.
Lo que viene. La semana estará dominada por el cierre del blanqueo y su efecto en los depósitos en dólares, así como por la confirmación del Repo con bancos. Además, se conocerán los datos de recaudación de octubre, que permitirán evaluar el impacto del blanqueo en los ingresos fiscales, dado que hasta ahora solo se ha observado su efecto en los depósitos exentos de impuestos. Por otro lado, este martes 29 de octubre tendrá lugar la última licitación del mes, en la cual el Tesoro sorprendió al ofrecer exclusivamente instrumentos CER (cuatro, con vencimientos entre mayo de 2025 y octubre de 2026) para cubrir los vencimientos por $1,6 billones.